capítulo 13- ataque

Pronto, en la mansión Faure, un carruaje ha llegado, era el padre de Fausto, quien llevaba el título de Barón, entro exigiendo que dejará libre a su hijo, incluso dice que castigará a quienes se atrevieron a meterlo al calabozo, inmediatamente entra a la casa, buscando a Keyla, esta decidido a darle una lección a esa chica, pues como la mayoría de los hombres en esa época, no cree que una mujer pueda con un título, el cual por derecho debería ser para su hijo.

- ¿que crees que haces? No tienes ningún derecho a encerrar a mi hijo, tu primo, le debes respeto.

- bueno...veamos, usurpación, robo de fondos...creo que con eso, hasta lo pueden ejecutar, dígamos que sido suave con él, porque es familia.

Keyla sonríe con toda tranquilidad, pero ante esa manera de hablar, el Barón se acerca al escritorio, tirando del cabello de la pelirroja.

- tu padre es un inútil que no te enseño a respetar a los hombres, pero yo lo haré...

- mi padre me enseño ha respetar a quienes se ganan el respeto.

Keyla sostiene la muñeca de su tío y aprieta mientras recita un conjuro, ante esto, el Barón siente que le arde el brazo, por lo que la suelta y se aleja, pero estaba mucho más furioso que cuando llego.

- te atreves a agredirme...llevaré esto ante la corte.

- perfecto, vamos, ya quiero que el emperador vea todo lo que mi primo hizo.

- mocosa, suelta a mi hijo, una chiquilla nunca será tomada en cuenta por el emperador.

- adelante, vayamos entonces, si estás tan seguro de ganar. Nancy, prepara al prisionero Fausto iremos a la corte del emperador.

Keyla sonríe con malicia mientras que el Barón se muestra preocupado, lo más seguro es que solo haya dicho aquello, para darle miedo a Keyla, pero al verla tan decidida, debe comprender que quien pierde, es Fausto.

- si usted sabía de la usurpación, me temo que será juzgado como cómplice, solo imagine, decirle adiós a su título de Barón.

- t-tú...

- tío querido, mejor regrese a casa, mi primito estará bien cuidado, porque si lo llevo a la corte, le cortarán la cabeza.

Keyla sonríe con malicia y burla, causando que el Barón mejor se retire, por ahora no puede hacer nada, pero piensa esperar, una chiquilla como ella no podrá cuidar del condado entero y sabe como puede aullentarla.

- espera y verás mocosa...

No importa si Keyla es hija de su hermana, si es necesario le cortará el cuello, con tal de quedarse con el título de Conde. Fausto fue avisado que su padre se fue sin que pudiera hacer nada, incluso fueron Marie y Pilar quienes le dieron esa lamentable noticia, enseguida los otros nobles comenzaron a quedarse, no era posible que una chiquilla los tuviera en un sitió tan horrendo. Durante los siguientes días, Keyla iba visitando cada mansión de los nobles, en la mayoría sus familias sabían que lo que hacían estaba mal, pero preferían disfrutar de los lujos, Keyla ordeno que todos las cosas de valor de las mansiones fuesen tomadas y las vendieran a otros territorios, de ese modo, el dinero que se saque servirá para restaurar los pueblos, las mansiones serían puestas dejadas a las familias, ya de ellos dependerá lo que harán, al menos tiene suerte de nos ser encarcelados por complicidad.

Por otro lado, Mercier no estaba contento con que William le hiciera firmar un tratado, así que ha buscado bandidos para que invadan las aldeas, incluso un gran grupo de ellos ha ido al campamento de William, aprovechando que es de noche, su orden era quemar todo y de ser posible matar al Duque Legrand. El ataque comenzó, así que un grupo de caballeros se encargan de poner a salvo a las doncellas, mientras que otros salen a pelear, entre ellos William, si bien era un chico algo tímido e inseguro, en el campo de batalla, era totalmente hábil, derriba a cada oponente con facilidad, sin tener que usar magia, Felix no se queda atrás, pues también era buen guerrero, William sabía que ese ataque no era solo hecho al azar por los bandidos, seguramente era obra de Mercier, así que ordena que se lleven de regreso a la doncella y que con ellas vayan un par de caballeros para informar sobre la situación al palacio, pidiendo el permiso del emperador de entrar al territorio de Mercier y detenerlo por invadir el territorio Legrand.

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