capítulo 5- oportunidad

Habían llegado a la mansión, así que William se baja primero ayudando a Keyla, por ello la sostiene de la cintura, así que la chica coloca sus manos sobre los hombros de William.

- woow! Tiene los hombros anchos y buenos músculos.

Keyla no sintió ni las mínima vergüenza, así que toco también los brazos, podía sentir aún con la ropa, que tiene los brazos bien ejercitados, pero William la soltó de inmediato al sentir como apretó sus brazos, si no fuese por la máscara, Keyla podría haber visto la cara sonrojada del chico.

- la-lady no debe hacer eso...es inapropiado para una dama...

- ¿eh? Pero no importa, soy su prometida, tengo derecho a tocar la mercancía antes de comprarla por completo.

Keyla sonríe con malicia y se acerca para abraza al chico de la espalda tocando desde su abdomen hasta su pecho mientras que William se ha quedado paralizado ante ese manoseo, para Keyla eso era divertido, aunque al final sabe que no se casaran, al menos quiere llevarse bien con el Duque, quizás seguir siendo amigos, así que no habría problema con molestarlo un poco.

- lady, no...déjeme...no esta bien...

- pero que buen cuerpo se carga lord...

- ¡Keyla Laurent! ¿Que crees que estas haciendo? Quita tus manos del Duque ahora mismo.

Era su madre quien recién llegaba y no pudo evitar detenerse a regañar a su hija al verla comportarse de esa manera.

- que sea tu prometido, no quiere decir que puedas tener ese comportamiento. No es propio de una dama.

Keyla frunció los labios pero aún abrazaba al Duque por detrás, el pobre chico estaba completamente paralizado, sin saber que hacer, Keyla nunca antes se había comportado de esa manera.

- Lord Legrand, lamento el comportamiento de Keyla, últimamente ha estado extraña.

- n-no se preocupe...

La Marquesa le da un pequeño codazo a Keyla para que se disculpe, mientras que ella sigue su camino hacia la casa.

- lo siento lord, solo quería bromear un poco, como en los viejos tiempos.

- comprendo, no se preocupe lady Laurent.

- Keyla, puede solo llamarme Keyla, Laurent suena como si fuese una desconocida para usted.

- pero...de acuerdo lady Keyla.

Keyla sonríe y le sujeta la mano para que vayan dentro de la casa, ahí llama a Nancy para que les traiga un poco de té en la terraza trasera. Ahí Keyla le pregunta al Duque si podría enseñarla a montar.

- me aburro en casa, quisiera poder salir aunque sea a tomar aire fresco en el campo de la familia.

- no suelo tener mucho tiempo libre, pero puedo ayudarla.

- de acuerdo, no importa si solo es una vez a la semana, iré a su casa.

- yo podría venir, no tengo problema con eso.

- no, yo iré, ya es suficiente con que me enseñe, así que es mejor que yo vaya a su casa.

- si así lo desea, esta bien, será bien recibida.

William sonríe ante la idea, pues ahora podrá pasar más tiempo con Keyla, quiere llevarse bien con ella, aunque, puede que Keyla ya tenga a alguien que le guste, pero no se piensa rendir tan fácilmente y quiere demostrar que lo que hizo su padre, no tiene nada que ver con él, por eso prefirió cambiar el apellido de la familia.

Más tarde en la mansión Legrand, William le informa a su madre que Keyla estará asistiendo a la casa, pues pidió le enseñará a montar a caballo, la Duquesa se alegra por ello, ya que su hijo se veía feliz ante esa noticia.

- ¿escucharon? Hay que darle una bienvenida a lady Keyla.

- por supuesto madam, me alegro por el Duque.

- si, se veía triste antes, esperemos esto sirva para que ambos se hagan más unidos.

Mavis sonríe, pues hoy el Duque regreso más animado, así que espera poder ser de ayuda, por eso, para ese día, quiere preparar unos ricos dulces para Keyla, pues ella fue amable cuando asistieron a la mansión Laurent.

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