LA POSESIVIDAD DE ALYA

Para Alya era terrible percibir que algo podría suceder, la joven se adentró en su habitación golpeando sus fosas nasales con la fragancia de Hades.

Una actitud posesiva se incendió muy adentró de su ser, dirigió su vista hasta el bosque, nuevamente, aquel oscuro sendero parecía hacerle una invitación.

La joven entregó el control a Akira dejando ver el hermoso pelaje de la Loba negra con ojos grisáceos, la posesividad en ella era evidente, de un saltó desde el segundo piso hasta afuera logró pasar desapercibida.

Asher se encontraba en la habitación que le correspondía observando como Siena dormía o al menos eso pensó, pero la loba levantó la cabeza dejando escapar un suspiró.

¿Qué sucede? Siena compartía un profundo lazo de Unión con Asher y sentía absolutamente todo del enorme Rey de los Licántropos.

Nada cariño, solamente conciliar el sueño se está haciendo algo difícil- era las 1 de la madrugada y la pareja contemplaba el hermoso bosque que tenían por detrás. Sin percatarse que al otro lado, sin percatarse de qué Alya estaba a punto de adentrarse nuevamente al bosque.

Algo que Asher sentía qué debía impedir, por primera vez en 18 años Asher DuPont subestimó a Alya DuPont.

Alya invocó a las sombras de la muerte, haciendo uso del poder de Hades, la mujer se volvió invisible, las hermosas flores por donde ella transitaba dejaban de tener color y se volvían oscuras.

Cuando ya estaba en una distancia prudencial dejó de ser invisible, los guardias se pusieron en alerta, pero al percatarse de que se trataba de Alya bajaron la guardia.

La loba caminaba a pasos seguros hasta encontrar lo que vino a buscar a lo lejos, el hermoso lobo negro mantenía su mirada fijamente hasta la Luna.

Alya tomó el control nuevamente, agarrando una camisa qué había detrás de uno de los árboles y se acercó lentamente hasta su pareja.

No tan lejos otra loba venía acercándose, Alya rápidamente captó el olor de un Licántropo que no pertenecía a la manada, pero Akira se volvió 10 veces más posesiva por Hades, impulsando a Alya hacia donde se encontraba Hades.

La loba de pelaje cómo el chocolate se quedó a observar la escena veía claramente cómo una rubia se acercaba al Lobo que ella reconoce como su pareja.

Mientras tanto, Alya DuPont tenía bien en claro sus intensiones, la poderosa Diosa de la Oscuridad tenía a las Sombras bajo su total dominio.

Oculten su olor - Espetó Alya, a medida que la loba se acercaba para Alya su olor era más fuerte.

Las sombras obedecieron y ocultaron el olor de la Loba, de esa manera Hades no podría percibir dicha fragancia.

Hades sintió los pasos de alguien acercándose a él, pero reconoció la fragancia más dulce con la cual él está familiarizado.

Alya se puso enfrente mismo de él, acariciando las orejas del enorme animal, logrando que un ronroneo saliera de Grim.

Vuelve a tu forma humana - susurró Alya mientras sus perfectas piernas quedaban a la vista del lobo negro, un gruñido bajo salió del animal.

Hades tomó el control absoluto, pero sus ojos estaban oscuros, señal de qué estaba excitado.

Su escultural cuerpo, su abdomen marcado quedó a la vista de Alya, toda la desnudes del macho logró erizar la piel de Alya DuPont, ella acortó la distancia consciente de que alguien más podría estar observándolos 10 pasos fuera del territorio de Luna de Sangre.

La virilidad de Hades estaba expuesta y se veía muy sensual, Alya pasó la yema de sus dedos por el abdomen de Hades.

Nena detente- la voz del hombre estaba bastante ronco, Hades estaba excitado.

Que pasa si no quiero detenerme - Alya tenía como de costumbre su voz de determinación.

No responderé de mis actos y perderé el control pequeña Loba - Hades estaba luchando para que Alya no logrará su objetivo. Pero en los perfectos ojos azules de la loba había algo más ocultó.

Y a lo que Hades era ajeno es que Alya DuPont está noche estaba decidida a marcar al Alfa nuevamente como suyo, sin importar las consecuencias y el dolor que podría ocasionar a otros, pero era Alya DuPont la loba más fuerte, poderosa y Asesina que alguien podría conocer.

Lo suyo nadie puede tocarlo y Hades Dumonts era de ella, la Diosa Luna así lo aceptó.

Alya, sin juegos previos tomó posesión de los labios de Hades, quién no dudo ni un segundo en responder al beso de la rubia.

La rubia se apartó de él dejando caer la camisa que envolvía su desnudes, las sombras estaban presentes en su mayor esplendor.

¡Alya! Susurró Hades ya no podía contenerse y Alya era consciente de aquello - Te deseó con locura y al mismo tiempo con ternura, pequeña loba.

Para Hades sentir la llegada de Alya era como arder y necesita de ella para apagar aquel fuego que ella enciende en él.

Pero la otra persona que estaba observando aquel beso apasionado y las caricias que se daban la pareja que tenía a unos cuantos metros la estaban quemando, una lágrima que cae una situación que debía disimular, no entendía cómo el hombre no sentía su fragancia o si cercanía.

En cambio, si estaba presenciando las ganas, la furia desenfrenada de pasión que el hombre le demostraba a través de su ardiente mirada a una loba que no era ella, sentía la posesividad de aquella rubia por su pareja.

Pero la loba no estaba para quedarse con los brazos cruzados y lucharía por su pareja, porque aquel hombre era suyo, con ese pensamiento dio un paso al frente dispuesta a dar su siguiente pasó para entrar en el territorio de la manada Luna de Sangre.

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