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Entre La Oscuridad De Tus Ojos...

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Entre la oscuridad de tus ojos...

(Capítulo 5)

[Yuki]

-Toma, mi deuda está completa

-Haaa~ qué lástima, quería estar cerca de ti en la playa y disfrutar de tu bello cuerpo

-Maldito enfermo- Contesté furioso

-Jaja vamos... Tú más que nadie entiende mi pequeña adicción, simplemente no lo puedo evitar, y con imaginarte en traje de baño no me es posible resistirme- Dijo Edwin mordiendo su labio inferior

-¡DEJA DE DECIR COCHINADAS!

-Jaja, bien, no volveré a decir nada así...

-Edwin...

-¿Sí?

-¿No te cansas?

-¿De qué?

-De fingir quién eres

-Jaja, ¿hablas de lo rudo que soy?

-Ajá... No me parecías muy rudo cuando rogabas por más, eres demasiado sumiso

-Mira... es difícil ser quien eres en realidad cuando vives en un mundo como éste y cuando la gente espera algo de ti... Es como si yo te preguntara el porqué aún no le dices a tus padres que eres gay

-Tienes razón... las personas siempre van a esperar algo de ti...

-Y lo peor es que lo hacen para su propio beneficio, las noticias corren muy rápido

-La gente ordinaria no sabe cuándo guardar silencio

Edwin sonrió.

-¿Me ayudas a empacar?- Dije subiendo mi maleta a mi cama

-Vale

Edwin me ayudó a empacar mis cosas.

Tardamos toda la tarde y la luna anunció la llegada de la noche.

-Cielos... Ya es muy tarde

-Jaja, no pensé que sería tan tardado empacar

-¿Por qué no te quedas a dormir? Mis padres no tendrán problema

-Tienes razón, me da pereza llamar a mi chófer

-Bien, dormirás en la habitación que está junto a la mía, te llevaré hasta allí

-Genial

Llevé a Edwin a la habitación y ordené a las sirvientas que le llevaran a Edwin una pijama nueva y limpia para que pudiera. cambiarse de ropa.

-Listo, iré a dormir

-Vale

Salí de su habitación y me recosté en mi cama, quedándome completamente dormido.

Tuve un sueño un tanto extraño.

Estaba en un auto... Y de repente, una inmensa luz me deslumbró, haciendo que poco a poco todo se volviera oscuro.

Estaba tan concentrado en ese extraño sueño, hasta que escuché una voz.

-Despierta perezoso

Abrí mis ojos y vi a Edwin lavándose los dientes.

-Al fin despiertas, pensé que estabas muerto

-Cállate... ¿Qué hora es?

-Umm... ¿Las 9:20?

-¡Carajo! ¡ES TARDÍSIMO! ¿Por qué no me levantaste más temprano?

-¡Oye! Soy invitado, no despertador

Me levante rápido de la cama y me vestí en tiempo récord.

-Ya estoy listo

-Bien, lo chicos vendrán en media hora

-Genial, ¿y tus maletas?

-Mi mayordomo la traerá

-Genial, iré a despedirme de mis padres

-Bien

Bajé las escaleras y vi a mis padres en el comedor.

-¿Qué son estas horas de levantarse?

-Lo siento... Mi despertador no sonó- Dije viendo a Edwin de reojo

-¡Buenos días!- Dijo Edwin- Se ve radiante el día de hoy señora Carolina- Edwin caminó hasta donde estaba mi madre y besó su mano

-Jaja, gracias Edwin- Dijo mi madre sonriendo- Eres todo un caballero, ojalá Yuki fuera tan educado como tú- Dijo mi madre viéndome con una pequeña sonrisa

-Buenos días señor Abraham

-Hola Edwin, ¿cómo vas con la empresa?

-Todo marcha de maravilla

-Tu padre debe estar muy orgulloso de ti, eres un ejemplo a seguir

Edwin sonrió y yo sólo rodé los ojos.

-¿Cuánto tiempo estarán en Cancún?- Preguntó mi madre

-Emmm... Dos semanas- Dije sin mirar a mis padres

-Bien, toma, tu tarjeta- Dijo mi padre entregándome mi tarjeta

-Gracias papá

-Sólo irán tus amigos ¿Verdad?

-Si, iré con Louis, Arturo y Edwin

-Muy bien, ya vete, o llegarás tarde, ya sabes que nunca somos impuntuales