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Entre la oscuridad de tus ojos...

(Capítulo 3)

[Yuki]

Horas después, la terrible resaca me obligaba a mantenerme postrado en mi cama, todo me daba vueltas, ¿cuánto bebí anoche?

Mi puerta sonó y tuve que contestar.

-¿Sí?

-Joven Yuki, sus padres lo están esperando abajo- Dijo mi sirvienta desde el otro lado de la puerta

-No bajaré

-Me temo que es importante...

-Bien...

Me levanté de mi cama con pesar y abrí la puerta.

-Voy para allá, gracias Luisa

Luisa sonrió y dio una pequeña reverencia para después irse.

Luisa es muy linda y cariñosa, ha estado conmigo desde que tengo memoria, es como mi abuela y mi segunda madre.

Me cambié y bajé las escaleras.

Me dirigí al enorme comedor y vi a mis padres sentados.

Mi padre estaba en la cabecera de la mesa y mi madre se encontraba en el otro extremo de la mesa, ocupando los lugares de mayor autoridad.

-Ya estoy aquí- Dije sentándome en mi lugar, al lado derecho de mi padre

-Buenos días Yuki- Dijo mi padre levantando una ceja

-Buenos días mamá y papá...- Contesté de mala gana

-Hijo, hay algo muy importante que tenemos que decirte- Dijo mi mamá viendo a mi padre

-Uy, muero de emoción- Contesté en tono de burla

Las sirvientas llegaron y sirvieron el desayuno, primero mi madre, después mi padre y hasta el último yo.

Cuando mi padre nos hizo la seña para que podamos comer, yo tomé mi tenedor y empecé por el postre, haciendo enfurecer a mi padre de inmediato.

Lo miré con una sonrisa pero él se calmó y no dijo nada. Al parecer se contuvo para que mi madre pudiera hablar.

-Tu padre y yo hemos decidido que te harás cargo de la empresa

Estaba comiendo, y al oír a mi madre casi me ahogo.

-¡¿Qué?!

-Lo que oíste, te encargarás de la empresa- Dijo mi padre con un tono serio

-¿Y por qué de repente me la dan?

-Bueno, escuché que la familia vecina ya le heredó su empresa a su hijo mayor

-¿Y qué tiene que ver eso conmigo?

-El niño la está manejando muy bien y es una terrible competencia- Dijo mi madre viendo a mi padre

-¿Y? Nuestra empresa es más reconocida y sobrepasa por mucho a la de ellos, ¿cuál es el problema? No tenemos que preocuparnos por nada

-El nuevo líder de esa empresa es adoptado, ¡y negro!- Dijo mi papá reslatando lo último- Imagínate que dirían los demás si se enteran que nuestra mayor competencia es la empresa dirigida por una persona negra y encima adoptada

No respondí, no sabía qué decir.

-Sabemos que tú eres muy bueno con los negocios, así que queremos que te hagas cargo de la empresa para así llevar a la quiebra la empresa de esa familia

Mis padres sin duda se estaban volviendo locos, ¿cómo iba a poder manejar una empresa de un día a otro?

-Bueno, lo pensaré, me voy- Dije levantándome de mi asiento

-También es hora de que madures y te comportes como un hombre de verdad- Dijo mi padre

-¿Qué quieres decir con eso?

Mis padres se miraron mutuamente y mi madre sonrió.

-Hijo... Ve y ponte tu mejor ropa- Dijo mi madre sonriendo

-¿Para qué?

-Tendrás una cita con la hija de uno de mis más grandes amigos, se llama Maite

-¡¿QUÉ?! ¿¡ME ORGANIZARON UNA CITA CON UNA COMPLETA DESCONOCIDA!?

-¿Hay algún problema?- Dijo mi madre con un tono tranquilo de voz

-¡Si! ¿Cómo pudiste permitir eso madre?

-Nunca has traído a ninguna chica con nosotros, así que te buscamos a una

Mi padre me hizo señas para que me acarcara a él.

Caminé hasta su lugar y puso algo en mis manos.

-Si tienes suerte los usarás, serás todo un hombre

Vi mi mano y...

¡CARAJO!

-¿Qué mierda?

-¡No quiero groserías en mi mesa! No te comportes como una persona cualquiera- Dijo mi padre enojado

-¿Por qué me das condones?- Dije sorprendido

-Tienes que convertirte en hombre y madurar

Mi padre movió la campanita que tenía de lado suyo y llegó la sirvienta de mi padre junto a mi sirvienta.

-¿Sí señor?

-Luisa, lleva a mi hijo a su alcoba, y asegúrate de que se bañe y se vea presentable

-Si señor

-Amanda, ve a mi habitación y busca mi tarjeta, mi hijo tiene que impresionar a esa chica con una agradable comida

-Claro que sí

Suspiré y fui con Luisa a mi habitación.

Tiré los condónes a la basura, no voy a usarlos.

Me bañé y me puse un traje.

(Escritor)

-¿Qué tal?- Dijo Yuki enseñándole el traje a Luisa

-Se ve muy guapo joven Yuki

-Luisa... Ya sabes que mientras no estén mis padres puedes hablarme de manera informal, eres como mi segunda mamá

-Aww, mi niño, cuánto has crecido, parece que fue ayer cuando corrías por toda la casa con tu cobija

Yuki sonrió recordando esos momentos.

-Es hora de que te vayas

-Luisa...

-¿Sí?

-No quiero ir a la cita...

-Si no vas, tu padre se enojará tanto que te quitará todas tus tarjetas de crédito

-¡Ja! Esas malditas tarjetas se pueden ir a la mierda

En eso, el mayordomo tocó la puerta de la habitación de Yuki.

-Joven Yuki

-¿Sí?

-Su padre le manda eso

-Es un regalo de cumpleaños adelantado

-¡Mierda! ¡Al fin!

Yuki estaba muy feliz, había esperado esa tarjeta por mucho tiempo.

El mayordomo se fue y Yuki vio a Luisa.

-Yuki... Será mejor que vayas a esa cita

-Es que...

-Lo sé hijo... Sé y entiendo tu secreto, pero haz el intento de hacerte su amigo por lo menos, tal vez sea una buena chica

-Tienes razón, haré que sea mi amiga

-Jeje

-Por cierto... ya sabes... mi secreto no puede escucharlo nadie

-Tengo la boca cerrada

La madre de Yuki iba pasando por el cuarto de su hijo y escuchó parte de la conversación de su hijo y su sirvienta.

-¿Secreto?...- Dijo alejándose

Yuki salió de su habitación  y se dirigió hacia el lugar donde se vería con Maite.

Cuando llegó vió a una chica de cabellos dorados y ojos azules.

-¿Hola?

La chica vió a Yuki y sonrió.

-Tú debes ser Yuki, encantada

-Y tú debes ser Maite, encantado también

Yuki se sentó y ambos pidieron de comer.

-Nuestros padres son muy parecidos ¿Verdad?- Sonrió Maite

-Sí... ¿Hacernos una cita sin conocernos? ¡¿En serio?!

-Jaja lo sé, es una locura, ¿a ti también te obligaron a venir?

-Jaja sí...

-Bueno, podemos ser amigos ¿No?

-¡Eso es justo lo que quería lograr! jaja

-¡Yo igual!

La chica sonrió y terminaron de comer.

Después de un rato fueron al parque.

-Déjame ver si entendí, ¡¿tienes un novio y no le has dicho nada a tus padres?!- Dije sorprendido

-Sí...

-Vaya... Deberías decirles, así no te harán más citas a ciegas

-Tienes razón, espero que mi padre no se enoje- Dijo con una pequeña sonrisa- ¿Y que hay de ti? ¿Tienes novia?

-¿Qué?... No... Claro que no

-¿Y novio?

-Bueno... Soy un hombre ocupado y no tengo tiempo para eso

-Jaja, haré como que te creo

Yuki vio su reloj y se dió cuenta de que ya era tarde.

-¿Quieres que te lleve a casa?

-Sí, por favor

-Vamos

Subieron al auto de Yuki y llegaron a la casa de Maite.

Los padres de ambos se encontraban en la entrada de la casa.

-¿Qué hacen aquí?- Dijo Maite

-No tengo idea...- Contesté confundido

Los chicos bajaron del auto y fueron hacia donde sus padres.

-Hola papá

-Hola hija- Dijo el señor José abrazando a su hija

-¿Qué hacen aquí?- Preguntó Yuki

-Bueno... queríamos saber...

-¿Cómo se la pasaron?

-Muy bien, Yuki es un chico genial

-Jaja, lo mismo digo de Maite

-¡Perfecto! ¿Ya le pediste ser tu novia?- Dijo mi papá golpeándome suavemente con el codo

-¡PAPÁ!- Dijo Yuki entre dientes

-¿Hija? ¿No vas a responder?

-¡Padre!- Dijo Maite sorprendida

-No sean tímidos, ¡vamos!

-En realidad...

-Somos amigos

-¡¿Qué?!- Dijeron ambos padres al mismo tiempo

-Así como lo oyen- Exclamó Maite

-¿Por qué? ¿Mi hijo te hizo algo indebido?

-¡No! Claro que no, su hijo es encantador

-¿Entonces?

-Bueno... No sentimos atracción por ninguno... Y yo...- Suspiró Maite- Tengo pareja papá

-¿Y por qué no me lo dijiste?

-¡Siempre estás ocupado! ¡Nunca tienes tiempo para hablar conmigo!

-Lo siento hija... No lo sabía

Maite estaba llorando, así que Yuki le dio unas palmadas en la espalda suavemente para calmarla.

-Bueno... Fracasó nuestro plan de unirlos amigo

-Sí... lo bueno es que son amigos

Los señores se despidieron y Yuki subió con su padre al auto, en el camino nadie dijo ni una sola palabra hasta llegar a casa.

(Yuki)

-Tranquilo hijo, ya llegará la indicada

-Uff... Muero por que llegue ese día- Dije rodando los ojos

Subí a mi habitación y me lancé a la cama.

-Que día... necesito despejarme...

Pero... ¿Cómo?

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