Capítulo 18

Decklan volvió a comprobar el pulso de Chaby. Su ritmo cardíaco era muy rápido. La chica seguía pareciendo asustada, pero parecía no darse cuenta de la presencia de los demás y estaba absorta en su propio mundo. No entendía por qué la chica estaba tan asustada y había cambiado de forma tan extraña. Había intentado hablar con ella de todas las maneras posibles, pero no había obtenido respuesta. El hombre se frotó la cara con frustración.

Galen no tardó ni treinta minutos en llegar. El hombre llegó con su amigo, a quien Pika y Decklan conocían como el hermano de Chaby. Decklan aún recordaba que el hombre había ido una vez a su casa a recoger a la chica.

Llegaron apresuradamente y sus rostros preocupados eran evidentes.

Danzel corrió hacia su hermana menor, haciendo que Decklan se apartara. Al ver el estado de Chaby, supo inmediatamente qué le pasaba a su hermana. Lo mismo le ocurrió a Galen. Su mirada se dirigió a Bara, enfadado.

"¿Qué le has hecho?", espetó, emocionado. Bara no dijo nada, pero por su silencio Galen supo la respuesta. Estaba muy decepcionado con Bara.

Danzel acunó el rostro de Chaby con cariño.

"Hermanita, soy yo, tu hermano, ya nadie va a hacerte daño", murmuró Danzel tomando el rostro de Chaby entre sus manos para que lo mirara. Le sonrió con ternura. Le entristeció ver el estado de su querida hermana menor. Era cierto que los traumas del pasado no desaparecían del todo.

Chaby miró a su hermano durante un buen rato. Seguía pareciendo una idiota. Danzel sonrió a su hermana menor y le acarició la mejilla con ternura.

"Her... ¿hermano?", fue lo primero que salió de su boca tras más de una hora en silencio.

"Sí, soy tu querido hermano".

La mano de Chaby se alzó para tocar el rostro de Danzel y observarlo más de cerca, para asegurarse de que el hombre que tenía delante era realmente su hermano o no.

Tras asegurarse de que aquel hombre era realmente su hermano, la chica se echó a llorar a lágrima viva y se abrazó a Danzel. Su cuerpo había dejado de temblar.

"Hermano", murmuró entre sollozos.

Pika se entristeció al ver a Chaby llorar desconsoladamente.

"Ya está, tu hermano está aquí ahora. Tranquila, nos vamos a casa ahora", dijo Danzel de nuevo. Su mirada se dirigió a Galen.

"Gal, tú conduces", dijo. Galen asintió. Miró a Bara por un momento, pero sintió que no tenía derecho a enfadarse con él, además aún no sabía por qué su hermana menor estaba así. El hombre levantó a Chaby, que seguía sentada en el suelo, y la condujo fuera.

"¿Puedo ir yo también, hermano? Quiero acompañar a Chaby", pidió Pika a Danzel. Ya no tenía ganas de ir a la hoguera de esa noche.

Danzel la miró y se lo pensó un momento antes de asentir con la cabeza. No había nada malo en dejar ir a la chica, ya que eran amigas.

Galen miró a Bara por un momento y luego salió de la habitación.

Tras la marcha de Chaby, Decklan, Bara y Andra optaron por sentarse en el sofá de la sala, cada uno con sus propios pensamientos.

"Sé que esa chica no te cae bien, pero te has pasado", dijo Andra mirando a Bara.

Bara se limitó a callar, sintiendo un peso de culpa en su corazón. Era la primera vez que abofeteaba a alguien y eso le hacía sentirse un cobarde.

Mientras tanto, Decklan no dejaba de pensar qué era lo que había hecho cambiar a Chaby de aquella manera. Había leído muchos libros de medicina y sabía exactamente en qué estado se encontraba la chica. Tal vez Chaby tenía un trauma del pasado. ¿Habría sufrido alguna vez abusos? Maldita sea. Se frotó la cara con frustración. ¿Por qué se preocupaba tanto? El hombre intentó tranquilizar sus pensamientos.

\*\*\*

Desde el incidente con Chaby unos días antes, Danzel no había ido a la oficina de momento y estaba acompañando a su hermana en el apartamento. Confió a Galen que se ocupara de sus tareas por el momento.

Desde aquel suceso, Chaby no había querido volver a la escuela. Todavía tenía grabada en la mente la imagen de lo ocurrido dos días antes. Danzel tampoco quería obligarla si no quería.

"Hermano".

"¿Sí?", respondió Danzel.

"¿No te parece que estoy siendo una carga para ti?", preguntó la chica de repente.

Danzel soltó el libro que estaba leyendo en la mesa y miró a Chaby, acariciándole la cabeza con cariño.

"¿Es eso lo que piensas?", preguntó a su vez.

"Puede que el hermano Danzel esté cansado de cuidar de mí".

Danzel soltó una risita. Se acercó a su hermana y le besó la coronilla.

"Eres la única persona que tengo en este mundo. Así que no hay razón para que me canse de cuidar de la persona que quiero", murmuró.

"¿Crees que el hermano Galen también me quiere?", volvió a preguntar a Danzel.

"Por supuesto que sí. El hermano Galen lleva cuidando de ti desde que eras pequeña. Te quiere tanto como yo".

Chaby sonrió feliz, besó a Danzel en la mejilla y cerró los ojos rápidamente, fingiendo dormir.

Danzel soltó una risita. Se alegró de ver a Chaby tan alegre como siempre. En realidad quería preguntarle qué había pasado aquel día, por qué se había asustado tanto, tenía que haber algo más que la hubiera provocado, tenía muchas ganas de saber qué era, pero se contuvo para no hacerlo. No quería que esa pregunta volviera a herir a Chaby.

Mientras tanto, en el colegio, Decklan se dio cuenta de que la chica no estaba. Era el tercer día que veía a Pika entrar sola al comedor. Se preguntó si lo ocurrido días atrás seguiría asustando a la chica hasta el punto de negarse a ir al colegio.

"¡PIKA!".

Pika se volvió hacia la llamada y vio a Andra haciéndole señas. Llevaba tres días comiendo sola en la cantina de undécimo. Empezaba a aburrirse porque Chaby no aparecía. Se dirigió a la llamada con rostro abatido.

"¿Me llamabas, Andra?", preguntó al llegar.

Su mirada iba de Andra a Bara y Decklan.

"Siéntate con nosotros", dijo Andra. Pika resopló.

"¿No se supone que no se permite a los demás sentarse aquí?", preguntó Pika mirando a Decklan. Pero parecía que el chico no estaba de humor para seguirle el juego. Pika era consciente de que el mal humor de su hermano mayor no era algo fuera de lo común.

"Tú eres una excepción", respondió Andra con una amplia sonrisa. Pika decidió sentarse en silencio, sin importarle las miradas de desaprobación de los demás alumnos.

"Por cierto, ¿dónde está tu amiga? Soléis venir juntas", preguntó Andra. Sus dos amigos y él ya sabían que Chaby llevaba tres días sin ir a clase, pero quería sonsacarle a Pika por qué su amiga no había vuelto al colegio.