Capítulo 16

Decklan miró de reojo a la chica, que ahora volvía a mirar hacia abajo. Su mirada bajó hasta las manos de la chica, que parecían temblar ligeramente. ¿Qué le pasaba a Bara? Sabía que a ese tipo no le gustaba intimar con las mujeres, pero nunca había visto a su amigo ser tan brusco con Chaby, que además era una mujer.

"¿Te llamas Chaby, verdad?", preguntó Andra, intentando aliviar la tensión. Era una pena que la trataran así. Y más siendo una chica. Chaby volvió a levantar la vista para mirar a Andra y asintió. Intentó sonreír para ocultar su miedo.

"No le hagas caso a Bara, él es así con todas las chicas. Es un grosero", dijo Andra, que inmediatamente recibió una mirada penetrante de Bara, pero no le importó. Su principio era ser amable con las mujeres.

Chaby sonrió, sintiendo que Andra era un chico más agradable que los otros dos que estaban allí.

"Toma, cómetelo", dijo Pika, que finalmente apareció con dos raciones de comida diferentes en las manos. Una era sopa para Chaby y la otra bakso para ella. La mirada de Pika iba de un chico a otro con una amplia sonrisa, mostrando su hilera de dientes.

"Nosotras dos vamos a comer primero, chicos", les dijo, obteniendo solo la respuesta de Andra.

Chaby miró el plato de sopa que tenía delante con expresión desganada. La comida que llevaba verduras era la que más odiaba. Solo con verla, se le quitaba el apetito. La chica prefería remover la comida que llevársela a la boca.

Decklan la observaba disimuladamente, pero intentaba que no se le notara, aunque en realidad tenía curiosidad por saber por qué no comía. ¿Había perdido el ánimo por la actitud grosera de Bara?

"¿Por qué solo lo remueves?", preguntó Pika, al darse cuenta de que Chaby no estaba comiendo. Chaby acercó su rostro al oído de la chica.

"No me gusta la comida", susurró, pero el susurro fue escuchado por todos los chicos de la mesa.

Pika resopló mirando a Chaby.

"Vale, cómete esto y yo me como lo tuyo", dijo, e intercambió su comida. No sería divertido que a Chaby le diera un ataque de gastritis por no comer. ¿Qué pasaría si la regañaban su hermano?

Chaby se apresuró a devorar el bakso de Pika que habían intercambiado por su sopa. Temía que Pika cambiara de opinión y lo volviera a cambiar, así que tenía que terminárselo lo antes posible. No se dio cuenta de que todos los ocupantes de la mesa estaban observando su acción.

"¿Cuántos días llevas sin comer?", exclamó Andra asombrado. Resulta que todavía quedaban chicas que comían sin reparos, y delante de los chicos. A Bara, que lo veía con indiferencia, no le importaba, mientras que a Decklan se le levantaba la comisura de los labios. Recordó la primera vez que la chica fue a su casa y comió la comida de su madre. Quizás ese día fue la primera vez que se sintió atraído por ella.

"Come despacio, By, no voy a volver a cambiarlo", le dijo Pika a Chaby.

"Vámonos", dijo Bara. Sus palabras iban dirigidas a Andra y Decklan. Los chicos se pusieron de pie y se fueron primero. Antes de irse, miró a Chaby fijamente, haciendo que la chica volviera a bajar la mirada, sin atreverse a mirarlo.

"¿Por qué te mira así Bara?", preguntó Pika extrañada. Chaby negó con la cabeza en señal de respuesta. Ella tampoco lo sabía, pero su corazón sentía que Bara la odiaba.

Poco después de que los tres chicos se fueran, dos alumnas de undécimo grado se acercaron a ellas. Pika conocía a una de las chicas. Se llamaba Nana, compañera de clase de su hermano. Recordó que Andra le había contado que a Nana le gustaba Decklan e incluso se le había declarado abiertamente en clase, pero la había rechazado. Pika se rió, claro que la había rechazado. Solo con ver a la chica ya sabía que no era en absoluto el tipo de su hermano. Su rostro era bonito, pero no le gustaba a Pika.

"¿Vosotras dos sois de décimo?", preguntó Nana con aspereza. No le gustaba que esas dos chicas de un curso inferior se atrevieran a sentarse en la mesa de Decklan y sus amigos. Y aún le disgustaba más porque parecía que ya se conocían. Aun así, la chica mantuvo su expresión frente a ellas, intentando actuar con normalidad. Solo quería saber.

"Sí, ¿y qué?", respondió Pika con indiferencia.

"Tú, como alumna de un curso inferior, deberías ser más educada", dijo esta vez la chica que venía con Nana. Sonaba más bien como un reproche, pero a Pika no le dio miedo, fue Chaby quien se encogió de miedo.

"¿Qué relación tenéis con el grupo de Decklan?", volvió a preguntar Nana. Pika se burló al escuchar la pregunta. Miró a Nana con valentía.

"Soy la persona que conoce todos los secretos de Decklan", respondió con seguridad.

"Y ella", esta vez Pika señaló a Chaby,

"Se llama Chaby, es la única chica que ha dormido en la habitación de Decklan", dijo, echando leña al fuego. Era cierto, no había nada malo en lo que decía.

Chaby se quedó boquiabierta, aunque lo que decía Pika era cierto, pero no hacía falta que se lo contara a los demás.

El corazón de Nana se encendió de repente al escucharla, no soportaba que hubiera otra persona que tuviera una relación especial con el chico que le gustaba. ¿Qué? ¿Dormir en la habitación de Decklan? La miró a la cara, conteniendo su enfado.

"No te inventes cosas. Es imposible que Decklan deje que una chica desconocida duerma en su habitación", espetó su amiga Ria.

Pika se rió.

"Vosotras dos sois las desconocidas a los ojos de Decklan, nosotras ya estamos acostumbradas a entrar y salir de su habitación", respondió Pika, avivando la situación. Chaby sintió que era víctima de su propia amiga. Maldita Pika.