Capítulo 14

En su departamento, Chaby aún tenía grabada la imagen del rostro de Bara cuando ese hombre la miró con intensidad. Se sentía aterrorizada al recordar el momento.

"Hiihh," murmuró aterrorizada.

"¿Por qué esa expresión?" preguntó Galen, que hasta ese momento había estado entretenido leyendo una revista. Se giró brevemente hacia la chica que estaba a su lado.

Chaby le devolvió la mirada.

"¿Sabes, Kak Galen? Bara me miró de una forma tan horrenda que me dio miedo," le contó la chica, aún con su expresión de terror.

Galen soltó una risa. Sabía bien que Chaby era temerosa de todo, incluso de las personas que la miraban con desaprobación. El hombre dejó la revista en el sofá y le tomó las mejillas a Chaby.

"¿Pero en serio, cómo de aterradora era la mirada de Bara hacia ti?" le preguntó mientras le desordenaba el cabello.

"Era más aterradora que la mirada de Kak Danzel cuando me regaña," respondió ella, dando una comparación, y Galen rió de nuevo.

"No deberías tener miedo. Bara es así con todos, menos con sus amigos." Esta vez, el hombre acomodó nuevamente el cabello desordenado de Chaby debido a su travesura anterior.

Chaby quería replicar la respuesta de Galen, pero se detuvo cuando Danzel llegó, y su atención se desvió por completo.

La chica extendió los brazos ampliamente hacia Danzel, intentando invitarlo a que la abrazara.

Danzel soltó una risa suave al ver la actitud infantil de Chaby, sin embargo, correspondió a la petición de la chica de recibir un abrazo. Galen también sonrió. La personalidad mimosa de Chaby siempre salía a relucir frente a las personas más cercanas a ella, lo que a menudo hacía que Galen se sintiera encantado cuando esa faceta de la chica aparecía.

"Quiero comer el arroz frito que hiciste tú," pidió Chaby, que desde hacía rato había hundido su cabeza en el estómago de Danzel, mientras este miraba a Galen con una mirada que claramente decía, "¿no le has dado de comer a mi hermana?"

"Ya la he estado forzando desde hace rato, pero ella sigue insistiendo en esperar por ti," respondió Galen, como si tuviera el significado de la mirada del hombre frente a él.

La mirada de Danzel se posó en Chaby, que aún estaba en sus brazos. Le acarició la cabeza suavemente y le dio un beso en la parte superior de la cabeza, luego le hizo un gesto a Galen para que tomara su lugar y así poder ir a la cocina a preparar el arroz frito.

Unos minutos después...

"Chaby, querida, levántate, el arroz frito ya está listo," dijo Galen suavemente a la chica que ahora estaba absorta tocando sus mejillas. Esa era una costumbre que ella siempre tenía cuando no tenía nada que hacer.

La chica detuvo su actividad y corrió velozmente hacia la mesa. Su rostro reflejaba felicidad al ver el arroz frito de Danzel que ya estaba servido. El aroma era delicioso y siempre le pareció que sabía exquisito. Sin esperar más, comenzó a devorar el arroz frito.

"Come despacio, pequeña," le dijo Danzel, recordándole, mientras su mirada se trasladaba hacia Galen, que parecía estar dirigiéndose a la puerta de salida.

"¿Te vas?" le preguntó.

Galen giró su cuerpo y asintió.

"Mi mamá me está buscando, mañana por la mañana regresaré," dijo, echándole un vistazo a Chaby, que estaba muy concentrada disfrutando de su comida. Se rió suavemente, ella realmente no se percataba de nada ni de nadie cuando estaba disfrutando su comida.

"Bueno, me despido," dijo, y recibió un asentimiento de Danzel.

El hombre volvió a mirar a su querida hermana que seguía absorta en masticar. Su mano se levantó para acariciar suavemente la cabeza de la chica.

"¿Cómo va la escuela? ¿Nadie te molesta?" preguntó con curiosidad. Chaby asintió mientras continuaba masticando.

"¿Cómo se llama tu amigo?"

Esta vez, Chaby levantó la cabeza y miró hacia Danzel.

"¿Pika?" respondió con tono de pregunta. Danzel pensó un momento, recordando que había un tiempo en que Chaby le pidió permiso para ir a casa de Pika. Así que su nombre sí era Pika.

"¿Él es bueno contigo?" preguntó, a lo que su hermana respondió con un asentimiento.

"Pika es muy bueno conmigo," exclamó entusiasmada. Danzel sonrió; parecía que Chaby realmente disfrutaba de su nueva amiga. Era la primera vez que la veía tan feliz al hablar de un amigo. El hombre se sintió complacido al ver que su hermana empezaba a abrirse a socializar con otros.

En su antigua escuela, la chica prefería estar sola y tenía miedo de que la gente se acercara a ella, como si aquellos que lo hicieran fueran a lastimarla, como lo habían hecho su papá y su mamá en el pasado.

"¿Por qué preguntas por Pika?" respondió la chica con curiosidad. Danzel sonrió y le acarició el cabello una vez más.

"No pasa nada, solo preguntaba." respondió él con suavidad.

\*\*\*

Por la mañana, Danzel detuvo su lujoso auto deportivo justo frente a la entrada de la escuela SMART SCHOOL. Esta mañana él estaba llevando a Chaby. Chaby le dio un beso en la mejilla como era costumbre antes de bajar.

"Ve despacio, no corras." le dijo Danzel, quien recibió como respuesta un pequeño murmullo de Chaby. Ella agitó la mano hacia el hermoso chico en el auto y se adentró en la escuela con entusiasmo. Su paso se detuvo al ver a alguien que conocía.

La chica se sintió nerviosa, no esperaba cruzarse esa mañana con Decklan. La mirada intensa y penetrante de él la intimidó una vez más.

"Ha... hola, hermano." saludó con voz entrecortada y una sonrisa un poco forzada. Sentía que debía saludar a su compañero mayor, ya que, además de ser el hermano de Pika, ella ya le había ocasionado varios problemas.

Aunque lo saludó con toda su sinceridad y tratando de olvidar su miedo y vergüenza, eso no logró conmover a Decklan. En cambio, él la ignoró y se alejó, como si no conociera a Chaby.

Chaby frunció los labios, decepcionada. Su buena intención no recibió ninguna respuesta. A pesar de que había reunido valor para saludar al chico mayor, se sintió rechazada.

"¡Huh! ¿Quién se cree? Se cree muy cercana a Decklan. Está muy ilusionada." gritó una estudiante que estaba en un grupo no muy lejos. La miraban con desprecio.

Chaby aceleró su paso. No quería tener nada que ver con personas así. Era mejor evitar la situación. Escuchar a esos que hablaban mal de ella y la abrumaban en exceso afectaría rápidamente su ánimo.