Capítulo 11

"Chaby, dribla bien, no lo estás haciendo bien. ¿Quieres que te suspenda?".

Gritó el severo Sr. Santo.

Chaby frunció los labios. El sudor le caía a chorros porque llevaba un rato intentando aprender a driblar bien una pelota de baloncesto, aunque sin éxito. El Sr. Santo debería apreciar su esfuerzo, no regañarla. Era la primera vez que tocaba un balón de baloncesto.

"No estés triste, el Sr. Santo es así de gruñón".

La consoló Pika al ver la cara de derrota de Chaby. No se dieron cuenta de que Decklan las observaba desde el otro lado. La expresión del chico era ilegible y su mirada sólo se centraba en un punto,

Chaby.

Algo en ella le había llamado la atención y le llevaba observando un rato.

"¿Qué miras? Pareces muy interesado en tu hermana", dijo Andra siguiendo la mirada de Decklan. No sabía quién era realmente la persona a la que miraba. No era a Pika, sino a la otra chica.

"Vamos a jugar".

Lo retó y, cogiendo una pelota de baloncesto que había cerca, se la lanzó a Decklan, pero el lanzamiento fue tan fuerte que pasó por encima de este, que simplemente lo dejó pasar. La pelota salió volando y acabó golpeando a alguien en la cabeza.

¡Bukk !!!

La persona alcanzada por el balón se quedó en silencio,

Un segundo,

dos segundos,

tres segundos,

cuatro segundos...

"¡Arrgghh...!".

Un fuerte grito resonó por toda la cancha.

Todos los alumnos que aún estaban en la cancha se volvieron hacia el origen del grito, incluidos Decklan, Bara y Andra, los culpables. Esperaron la reacción de la chica que ahora estaba en silencio tras el grito que había pegado al ser golpeada por el balón lanzado por Andra. Poco después volvió a hablar.

"¡Buaaaa...! ¿Por qué todo el mundo me regaña hoy? Primero Pika, luego el Sr. Santo y ahora el balón, ¡buaaaa...!".

Gritó Chaby haciendo pucheros y dando patadas en el suelo, haciendo reír a los presentes, aunque muchos pensaron que estaba exagerando y llamando la atención.

Pika, al oír su nombre, se sintió ofendida. Nunca había regañado a la chica que ahora estaba sentada en el suelo con el ceño fruncido. En cuanto al Sr. Santo, el severo profesor, no llegó a oír lo que decía Chaby porque el director lo había llamado fuera de la cancha.

Decklan pensó que la chica se desmayaría tras ser golpeada por el balón. Viendo su débil físico, eso es lo que pensó. Pero estaba equivocado. La chica reaccionó de forma inesperada.

Ahora la veía haciendo un berrinche como una niña pequeña y echando la culpa a los demás, incluso a la pelota de baloncesto que le había golpeado en la cabeza. Lo cual era absurdo. Todo el mundo se reía del comportamiento de la chica, incluido Decklan. No pudo evitar reírse, aunque sólo fuera una risita que nadie habría notado si no hubiera estado atento. Al poco, vio a Andra correr hacia Pika y Chaby. Él ya no quería seguir en aquella cancha y decidió irse, mientras que Bara estaba ocupado con sus propios asuntos desde hacía un rato.

"Oye, ¿estás bien?".

Preguntó Andra mirando a Chaby. La chica levantó la vista para encontrarse con la del chico con cara de vinagre y hostil.

"Oh, ¿así que fuiste tú quien le tiró el balón a Chaby?", exclamó Pika con las manos en la cintura delante de Andra. Andra sonrió ampliamente.

"No fue mi intención, Pika. De verdad", dijo con una amplia sonrisa.

"Andra, de verdad...".

"Jeje. Pero, ¿tu amiga está bien?".

Andra volvió a mirar a Chaby, pero ésta desvió la mirada con el ceño fruncido, lo que hizo que el chico volviera a mirar a Pika con cara de preguntar "¿qué le pasa a tu amiga?".

"Hola, Andra".

Las voces de Nindy y Lila distrajeron a Andra. Les devolvió el saludo con una leve sonrisa. Era conocido por ser el más simpático en comparación con sus dos amigos, Decklan y Bara, por lo que Nindy y Lila se atrevieron a saludarle. Pika resopló, mirando con desaprobación a sus dos compañeras de clase. Un par de buscavidas, pensó. Volvió a mirar a Chaby, que seguía sentada en el suelo con el ceño fruncido.

"By, vamos a la cafetería, estoy aburrida de ver el drama queen aquí. En la cafetería podemos comer algo rico", dijo tendiéndole la mano para ayudarla a levantarse.

Al oír hablar de comida rica, la cara de Chaby se iluminó. Todo su enfado desapareció de repente. La chica se levantó rápidamente del suelo de la cancha, y Pika, al ver el cambio de la chica, negó con la cabeza, maravillada.

"Qué voluble", dijo, tirando de la mano de Chaby para salir de la cancha.

Andra observó cómo las dos chicas salían de la cancha. Quiso seguirlas, pero se lo impidieron las alumnas más jóvenes a las que no conocía. Dios mío, ¿qué les pasaba a todas? Empezaba a molestarse.

A Pika le entraron ganas de ir al baño de camino a la cafetería y tuvo que ir corriendo, así que Chaby tuvo que hacer cola para comer sola. La verdad es que a ella le gustaba hacer cola sola, así podía elegir lo que más le gustaba. La chica sonrió para sí, contenta.

Cuando llegó su turno, se apresuró a tender el plato al empleado de la cantina que se encargaba de servir la comida, señalando con el dedo los distintos tipos de comida que tenía delante. Su mano se detuvo, señalando el pollo a la parrilla, y el empleado de la cantina llenó inmediatamente su plato con la comida que había señalado. Cuando su plato estuvo lleno, se sorprendió al ver a alguien que de repente le arrebataba el plato por detrás.