Capítulo 8

"¡HERMANO, AYUDA!"

El grito de pánico de Pika hizo que Decklan dejara de leer. Podía distinguir cuándo Pika estaba fingiendo y cuándo era real. El hombre se puso de pie y caminó rápidamente hacia la sala de estar. Su mirada se dirigió a sus dos hermanos menores, que sostenían a Chaby con expresión de pánico. Su mirada se dirigió a la chica y corrió a ver cómo estaba.

Aunque Decklan no aspiraba a ser médico, sabía lo suficiente sobre medicina. Levantó un poco el cuerpo de Chaby y apoyó su cabeza en su regazo para examinarla. Empezó por tocarle la frente, las manos, examinarle la boca y los ojos, hasta llegar al cuello de la chica, donde empezaba a salirle un sarpullido. El hombre pensó un momento y recordó lo que Pika había dicho antes en la mesa.

"Si no recuerdo mal, eres alérgica al pollo."

Alergia.

Pensó Decklan. Su frente se frunció mientras miraba a Chaby fijamente. Eso significaba que la chica era alérgica al pollo, resopló. Sabiendo que era alérgica, todavía lo comía, qué estúpida. La insultó en su mente.

Su mirada se dirigió a Pika.

"Tráeme la pomada y la medicina para la alergia del cajón de mi escritorio", ordenó.

Pika, al oírlo, sólo asintió y corrió escaleras arriba presa del pánico.

"Hermano, Chaby va a estar bien, ¿verdad?", preguntó Gatan. Decklan asintió.

Su mirada seguía fija en Chaby, que parecía débil. Todo su cuerpo estaba cubierto de un sudor frío y temblaba. Sin pensarlo dos veces, el chico la atrajo hacia él en un abrazo, tal vez así la chica se sintiera un poco más cómoda. Acarició la cabeza de la chica y le secó el sudor con la mano. Al poco rato apareció Pika sin aliento.

"Aquí está la pomada y la medicina", dijo, tendiéndole la pomada y la medicina a Decklan. Después de que su hermano se lo quitara, la chica reguló su respiración, todavía jadeante.

Su mirada no se apartó de Decklan, que empezó a aplicar la pomada en el cuello de Chaby y en algunas zonas de la cara de la chica. A continuación, sacó una pastilla y se la metió en la boca a la chica, sin olvidarse de darle un poco de agua que había por casualidad cerca de la mesa. Unos minutos después, los ojos de Chaby se cerraron con la cabeza apoyada en el pecho de Decklan.

"¿Qué le pasa?", preguntó Pika con curiosidad.

"Está dormida", respondió Decklan brevemente, su atención todavía centrada en su compañera de clase.

"Oh, ¿qué le pasaba a Chaby?", volvió a preguntar Pika.

"Alergia", respondió el hombre sin miramientos.

¿Alergia? Pika se quedó pensando un momento, tratando de recordar lo que Chaby había comido antes.

"¿ENTONCES ES VERDAD QUE ES ALÉRGICA AL POLLO?"

El grito de la chica hizo que a Decklan y a Gatan les dolieran los tímpanos. Decklan miró a la chica con el ceño fruncido.

"Hermana Pika, no tienes que gritar así, a Gatan le duelen los oídos", dijo Gatan acariciándose las orejas. Pika simplemente se rió.

"Lo siento, lo siento", dijo mientras le revolvía el pelo a Gatan con cariño.

Su mirada se dirigió a Chaby, que estaba dormida. Ay de ella cuando se despertara, la iba a regañar. Sabiendo que era alérgica, todavía insistía en comer pollo.

"Llévala a mi habitación, hermano, para que Chaby pueda dormir mejor", le dijo a Decklan, que le devolvió una mirada penetrante. Pika interpretó la mirada de su hermano como: "¿Te atreves a darme órdenes?".

La chica se limitó a sonreír a su hermano.

"No soy tan fuerte como tú, no puedo cargar con Chaby", dijo con cautela.

La mirada de Decklan volvió a Chaby, que parecía dormida y en paz. Las comisuras de sus labios se curvaron en una leve sonrisa, tan leve que ni siquiera Pika ni Gatan pudieron decir si era una sonrisa o un resoplido. Tras observarla satisfecho, la levantó en brazos y subió las escaleras.

Pika sonrió para sí misma mientras observaba a las dos criaturas desde atrás.

Esta era la primera vez, no, no. Era la tercera vez que veía a Decklan cargando a una chica, la misma chica. Nunca la había llevado en brazos a ella. Sentía una punzada de envidia en su corazón, pero estaba bien, mientras esa chica fuera Chaby, su mejor amiga, se alegraba.

Sin pensarlo dos veces, sacó rápidamente su teléfono y les hizo una foto a Decklan y a Chaby para inmortalizar el momento. Se apresuró a guardar el teléfono cuando su hermano se giró y la miró con recelo.

"¿Qué?", preguntó con fingida inocencia.

"Abre la puerta".

Pika miró a su alrededor y se dio cuenta de que habían llegado delante de su habitación. Se apresuró a abrir la puerta para que el hombre pudiera entrar.

Decklan se detuvo un momento y gruñó de exasperación al ver lo desordenada que estaba la habitación de Pika. Su cama no tenía sábanas y estaba cubierta de cosas. También había pinturas esparcidas por todas partes. ¿Cómo podía alguien dormir en una habitación tan desastrosa? El chico miró a su hermana menor con el ceño fruncido, las manos empezaban a dolerle de tanto cargar con la chica que dormía como un tronco.

"Je, je. Se me olvidó ordenar mi habitación", dijo Pika con una sonrisa forzada.

"Deja que Chaby duerma en tu habitación un rato hasta que termine de ordenar la mía", añadió con cara de súplica. Decklan se limitó a mirarla con expresión vacía y se dio la vuelta para salir sin decir nada.

"¡NO LE HAGAS NADA A CHABY, HERMANO!".

gritó, aunque no estaban muy lejos. Decklan contuvo su enfado por enésima vez. Le habría encantado tirar a la chica lejos para no tener que soportar más molestias.

"No me compares con tu ex".

dijo con firmeza antes de seguir caminando.

Esta vez fue Pika quien se enfadó. No le gustaba que le sacaran a relucir a su ex, la hacía sentir peor. Maldito hermano, si hubiera sido otra persona, ya le habría golpeado.