Capitulo. 9 (+18)

Aviso este capítulo es algo subido de tono. si no te gusta este tipo de contenido por favor saltarte este capítulo.

Ahí estaba temblando frente a él. Sus ojos oscuros me daban la señal de que me haría cosas si no colaboraba con sus pedidos. Desató el nudo de la cinta de su bata y me dedico una sonrisa aterradora.

_¿Qué sucede? -susurró casi podía sentir su helada aura sobre mí. Sácate lo que llevas puesto. Te trataré como debí hacerlo. Nadie sale ileso después de querer verme la cara.

Mis manos se volvieron torpes tratando de sacarme la ropa interior. Después de unos eternos minutos; estaba desnuda frente a él.

_ No me lastime por favor -susurre aún más temerosa. Sabía que no tendría piedad ni consideración conmigo esta noche.

Se acercó y me empujó a la cama cayendo sobre ella mirando la pared. Me acurruqué en el centro de la cama. Pude oírlo gruñir y tirar de mi brazo.

_Ya sabes como satisfacer a un hombre, así que no te quedes ahí como si no supieras.

Me senté en la cama y lo miré. Esta era mi segunda experiencia sexual. Y sabía que se estaba burlando de mí.

_No sé nada. Tú fuiste el primero - logré decir despacio, ¿Si tenía miedo? ¡Era más que obvio! Él me observó por un largo rato y me saco de la cama para obligarme a quedar arrodillada frente a él.

_Hoy te enseñaré a complacerme -caminó hasta el sillón y dejó su bata entre abierta y me hizo una señal. Intenté colocarme de pie, pero Daniel me hizo una mueca de disgusto -ven a gatas. Necesitas complacer a tu amo.

Me quedé de piedra al oírlo hablar. Me quería humillar porque según él le oculte que tengo una supuesta hermana. Mi mirada seguía puesta en él. Sentía la rabia y la impotencia crecer en mí, pero debía tragarme todo eso.

Y ahí estaba frente a él. Me indicó que subiera a su regazo. Mi vista se fue a su bata que estaba más abierta dejando ver su hombría.

_¿Qué esperas sube? -sin demora busco donde estaba mirando y miró sus piernas -¿ahora le tienes miedo? -tiro de mi brazo para hacerme levantar y hacerme sentar en sus piernas -tranquila que no te picará-soltó con una sonrisa cínica en la cara.

_Maldito -solté sin miedo. Su cara se reformó y sujeto mi mentón con fuerza.

_Se obediente o te saldrá un castigo -al finalizar sus palabras mordió mi hombro con fuerza -eres mi gatita, así que debes acicalarme.

Lo contemplé atónita.

¡Maldito enfermo! ¿Quién en su sano juicio haría algo así? Su mirada se volvía cada vez más dura y fría. Sentí el apretón que me dio y sin más que hacer obedecí.

Pensé que sería igual de lindo como aquella noche, pero solo fue una loca fantasía que tuve.

Acicalar. Malnacido. Mi lengua recorrió su cuello y bajo por su pecho. Así que mi lengua y boca recorrió sus hombros y pecho, mientras sus manos apretaba mis muslos con fuerza dejando sus dedos marcados.

_Hazlo en mis pezones y abdomen -dijo en un tono ronco y seductor. Así que obedecí sentí como se endurecía bajo mi lengua y un leve jadeo salió. Hasta que sentí como algo crecía y golpeaba mi trasero, me detuve y lo miré asustada por lo que su cosa podría hacerme .

Él dejó ver una siniestra sonrisa. Sujeto mi cintura y me hizo moverme sobre su virilidad. Una rara sensación se apoderó de mi cuerpo y mordí mis labios para evitar dejar salir un gemido de placer.

_Vamos mueve tus caderas. Frótate contra mi ansiosa p**** . Maldición -soltó al ver que hice lo que me pedía. Cada vez su excitación era muy notable -que gatita tan bien portada.

Ya podía sentir la calentura en mi cuerpo de a poco. Logrando que mis mejillas se tornaran rojas por el sencillo roce de nuestras partes.

¡Bam, bam!

El golpeteo de la puerta nos hizo detenernos. Daniel dejó salir un gruñido de frustración.

_ ¿Qué sucede? -la persona al otro lado dudo en hablar, pero al final lo hizo.

_Señor su madre está aquí -Daniel suspiro y me tiró aún lado del sofá y se cubrió.

_Dile que en veinte minutos bajo. -Ni se molestó en verme. Se levantó y entro al baño.

Después de diez minutos salió como si nada y yo seguía ahí sin ropa. No sabía si vestirme o quedarme así.

_Por Dios cúbrete -soltó de mala manera tirando una de las sábanas de la cama sobre mí -ve a darte un baño y duerme. No me esperes hoy dormiré en otra habitación.

había herido mi ego profundamente. Me sentí como una pulgar put*. Me sentí asqueada y sucia. Así que a lo que él salió entre al baño y lave mi cuerpo hasta dejar mi piel roja. Al salir me metí a la cama dejando todas las luces apagadas para ahogar mis lágrimas en la oscuridad. Sólo faltaba dar con esa chica que se parece a mí y yo sería libre de sus atroces humillaciones.

Un leve golpe en la puerta me despertó. Me moví y cubrí mi cara con la sábana, no quería ver a nadie después de lo que me hizo anoche. Él en serio me había causado terror y no quería verlo.

Una suave voz se escuchó mientras se abría la puerta.

_Señorita es hora de tomar el desayuno. La señora quiere verla - deslicé la sábana y la miré.

_Dame un segundo que me arregle un poco y bajo -susurre. Baje de la cama y me coloque la sábana y salí de su habitación para correr a la mía.

Me lave la cara, lave mis dientes, cepille un poco mi cabello y me vestí con un vestido ligero de mangas largas. Coloque un poco de maquillaje y salí. Me detuve pie de la escalera y suspiré para calmar mis nervios. Sabía que él estaría ahí, así que debo estar serena.

_Buen día cariño -alce la mirada para ver a su padre con una gran sonrisa -ya me enteré de que hoy se casan. Deberían esperar y tener una ceremonia hermosa.

Daniel no dijo nada solo seguía tomando su café. Su mirada se clavó en mí y dejó salir una leve sonrisa.

_Madre únicamente será algo íntimo. Elena, tú y yo. además, la bendición de la Iglesia y su Majestad se hará más adelante -ella llevó la delicada taza de porcelana a sus labios.

_Bien, si es algo que los dos decidieron lo respeto. Además, me hace feliz que al fin mi hijo mayor decidiera formar una familia y proporcionar un heredero.

Deje de comer y la miré preocupada. ¿Familia?, ¿heredero? Con lo que me dijo anoche no creo que quiera tener una familia conmigo.

Daniel deja la taza de té sobre la mesa y mirándome deja ver una sonrisa llena de malicia.

_Madre Elena no está interesada en tener hijos ahora. Además, ella aún es muy joven - su madre rodeó sus ojos al oír sus palabras.

_A su edad te tuve a ti. Elena viene de una buena familia, lo que los llevó a la ruina, pero eso no la hace menos para ser la madre de tus hijos. Es hermosa, tienes buenos genes. De seguro mis nietos serán los más bellos.

Mostré una sonrisa forzada por sus palabras. En serio que lo menos que deseo es tener hijos con este hombre. Pude sentir su pesada mirada en mí. Sabía que estaba lleno de rabia por sus supuestas conclusiones que fingida ser mi hermana para salir de toda la situación en la que estaba.

_Gracias por sus palabras, pero creo que Daniel tiene razón con respecto a los hijos. Aún no nos hemos casado y ya usted quiere nietos. -trate de sonar lo más relajada teniendo esa mirada aterradora sobre mí.

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