Capítulo 13: Luna, Luna, Estoy de Regreso

—Probablemente esto sea a causa de que yo eh regresado. —Dijo Harry soltando un suspiro.

—P-Puede ser probable. —Respondió Mikaela.

— ¿Sigues tartamudeando cada vez que hablas conmigo?

—Eso n-no es cierto.

—Lo estás haciendo de nuevo. —Harry observó a Damian.— Bueno, dime ¿Quién es tu nuevo compañero?

Mikaela se sorprendió, así que Damian aprovechó la pregunta para acercarse a lado de ella y distanciarlos de manera un tanto… discreta.

—Ya veo. —Dijo Harry al ver la indirecta.— Un alfa, no me esperaba eso.

—Ni yo cuando nos encontramos. —Respondió Damian.

—Bueno, algo me dice que sabes mi nombre así qué ¿Cúal es el tuyo?

—Damian Zwarte, alfa de la manada Zwarte.

—Nada mal, yo soy beta.

El ambiente era muy tenso se entre Harry y Damian, ambos son pareja de ella, pero ¿Qué podía hacer ella ahora? Mikaela miró suplicante a Lily para que hiciera algo, alguna locura, pero ella no tuvo ni una sola idea, hasta que Tony se acercó y llevó su mano al hombro de Harry.

—Esto me dolerá en el alma y a todos, pero ¿Cómo esta Eva? —Le preguntó Tony.

—Eva. —Sonrió Harry.— Aunque no lo creas ella pudo crecer al otro lado y antes de que ese hechicero y Sahara me trajesen, Eva consiguió la edad de 18 años.

—Mi pequeña Eva… —Murmuró Mikaela.

Las lágrimas le ganaron, que Harry haya dicho eso, le provoco a Mikaela una extraña felicidad de saber algo sobre su pequeña hija que perdió, que aunque ella no creció con la naturalidad que todo niño crece, al menos pudo hacer ese proceso al otro lado de la vida y que pueda decidir a que edad quedarse.

—Sí, nuestra pequeña Eva. —Le dijo Harry.

Mikaela le observó con una sonrisa tierna y llena de melancolía, Harry se comenzó a acercar mucho a ella para tenerla más cerca y aunque ella también quería eso, ella miró de reojo a Damian quien se le veía un tanto triste, a ella le peso tal expresión silenciosa de él, por lo que Mikaela rechazó la cercanía de Harry y él lo entendió con rápidez.

—Cierto, tú ahora tienes un compañero permanente a tu lado, yo no debo de abusar tanto que esté vivo. —Dijo Harry tomando distancia.

—Está bien que estén juntos, tú habías muerto hace un año. —Le dijo Damian.— Es normal que quieran estar juntos.

—Pero Damian...

—Tranquila, quédate con él mientras los chicos y yo arreglamos lo demás para finalizar los juegos. —Le interrumpió Damian a Mikaela.

—B-Bien.

Damian se acercó a Mikaela, tenía planeado darle un beso, pero él se detuvo, pareció reaccionar a algo y solo llevó su mano a la cabeza de ella y se fue.

"(¿Qué fue eso?)" —Pensó Mikaela.— "(¿Acaso pensará en rechazarme ahora que Harry está aquí? Para empezar ¿Cuánto tiempo estará Harry entre nosotros?)"

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Harry notó que Mikaela se había sorprendido del repentino cambio de movimiento que Damian le aplicó al negarle una cercanía y pasarla por un simple toque en su cabeza, en su propio gusto, eso no le gusto, ya que parecía que le rechazaba.

—Mikaela. —Le llamó Harry.

— ¿Sí? —Respondió ella en cuanto le habló.

— ¿Te sentiste mal con el acto que hizo?

—No.

—Conmigo no te hagas la fuerte, no me engañas.

Mikaela se rindió ante él, Harry es su primer compañero a quien amo grandemente, así que rendirse fue muy sencillo, algo que casi no haría con Damian, pero poco a poco se a rendido ante él.

—Damian es mi compañero, Harry. —Le dijo Mikaela.— No pensé que la diosa me fuese a dar un nuevo compañero en tan poco tiempo, había sido solo un año desde que tú y Eva…

Mikaela se detuvo y Harry solo se acercó a ella para tomar sus manos entre las suyas.

—Para que veas que todo puede venir cuando menos te lo esperes. —Le sonrió Harry.

—Sí, eso veo y he aprendido a ver. —Sonrió Mikaela.

Harry se estaba controlando mucho, hasta que ya no aguantó más, tomó de la cintura a Mikaela y le pegó a su cuerpo, ella le miró sorprendida, sus ojos azules brillaron junto con una leve dilatación que a Harry le encanto ver, se perdió en esos profundos ojos que le observaban directamente a sus ojos café chocolate.

—Perdóname Mikaela, pero ya no aguanto. —Le dijo Harry.

Harry le besó con una ferocidad que demostraba cuanto se estaba controlando desde que tomo de vuelta su consciencia, ella no le negó nada.

Tanto él como ella, se extrañaban demasiado, Harry aún muerto le amaba demasiado inclusive cuando Luke y Sahara lo controlaban, llegó a sentir muchas cosas cuando estaba frente al clan Aaiss, los olores le estaban haciendo reaccionar lento, pero reconocía algunas cosas.

Cuando estaba peleando contra ella, su chillar en el combate lo hizo sacudirse casi completamente de la manipulación que le estaban haciendo, provocando que se rompiera levemente y él tuviera control de si mismo.

Su amor por ella fue tan fuerte que lo liberó de Sahara y su pareja.

—Mikaela. —Le dijo Harry separando el beso.— Te deseo tanto.

— ¿A-Ahora? —Mikaela se ruborizó.

—Si, ahora.

—P-Pero…

—No es una pregunta. Te quiero ahora, así que desnúdate.

Mikaela cayó ante el encanto de Harry, una de las cosas que a ella le encantaban de Harry, era que siempre se demostró un dominante, sus deseos se volvieron órdenes para Mikaela, así que la palabra "desnúdate" era una orden.

Harry se llevó a Mikaela lejos de los clanes y encontraron un lugar donde él podría tomar de nuevo a su pareja.

Mikaela no tardó en quedar completamente al descubierto para Harry, quien al verle, solo se relamió sus labios y bajo su pantalón con facilidad.

Rapidamente Harry tumbó a Mikaela y sin muchos redondeos, él le penetró y Mikaela enredo sus piernas en la cintura de Harry para que él le diera como siempre supo él como hacerle.

Se dice que cuando una pareja de hombre lobo se esta acostando con otro, este puede sentirlo y le duele, pero en el caso de que si son dos compañeros para una sola loba, no se siente tal cosa, pero si sienten una ola de calor insoportable.

Damian estaba intentando pensar bien en como reaccionar ahora que Harry estaba de regreso, cuando sintió esa ola de calor repentina, supo que Mikaela estaba con Harry haciendo el amor, no le molestaba, quería molestarse, pero no podía, ¿por qué no podía?

Frustrado por no enojarse, fue tras Mikaela para detenerlos, mientras que con Mikaela, antes de que todo el ambiente se volviera más fuerte, ella se transformó en lobo y detuvo a Harry de ese modo.

— ¿Qué sucede? —Le pregunta Harry.

—Es solo que… te amo Harry, pero, por alguna razón…

Harry sonrió y se puso de nuevo sus pantalones, conoce bien a su chica.

—Sientes que no es correcto ¿no? —Le dijo Harry.

—Te quiero tanto, pero por alguna razón no lo siento correcto, es como si estuviera traicionando a Damian y no me siento… limpia, en hacerlo, por mucho que hayas sido mi anterior pareja. —Respondió Mikaela.

—Siempre fuiste así, correcta. Nunca fuiste ni diste un solo movimiento de hacer alguna traición y aunque tú estás en todo el derecho de tener a dos compañeros, no lo sientes correcto.

Mikaela agachó sus orejas, Harry notó algo de lo que sonrió ampliamente.

—Damian no lo sabe ¿verdad? O mejor dicho, no lo ha notado. —Le dijo Harry.

Mikaela alzó su oreja izquierda para escucharle.

—Tú ya amas a Damian como me amaste a mí. —Le dijo Harry.

— ¡Ja! Hasta crees. —Respondió Mikaela mirando dignamente a otro lado.

—No me engañas linda, ya amas a Damian del mismo modo que a mí, pero no le haz dicho nada ni le haz demostrado tal cosa.

Mikaela relajó sus orejas y sonrió, volteo a ver a Harry y él tenía los brazos cruzados con aquella sonrisa mientras alza una ceja.

—Y que mejor no lo sepa, por un tiempo claro. —Respondió Mikaela.

—Eres cruel, corazón mío. —Río Harry.

—Para nada, pero tú ni le vayas a decir nada.

—De mi parte estoy mudo. Ve a cambiarte yo iré con Tony.

—De acuerdo, nos vemos al rato.

Mikaela tomo su ropa con su hocico y corrió lejos del lugar para ir a darse un baño y cambiarse.

Por otro lado, Damian había llegado en el momento justo, cuando Harry le preguntaba que no lo sentía correcto, a lo que escuchó toda la conversación y quedó impactado con la confesión que Mikaela le confirmó a Harry.

—Sabes, eres bueno ocultando tu olor. —Le dijo Harry.

Damian se dio un brinco aún estando en su forma de lobo, su corazón se agito peor que cuando corre por dicho susto, Harry por su lado se ríe de él.

—Relájate, Mikaela es mucho más correcta pese a que una vez yo fui quien la dominó. —Le dijo Harry.

Por alguna razón extraña, Damian se incómodo con esas palabras, en realidad Harry lo dijo para molestarlo, después de ahí se fue dejando a Damian con su respuesta en la garganta, él solo pudo gruñir, no imagino que el tan amado Harry de Mikaela fuera tan irritante.

Damian corrió a su habitación con la idea de calmarse, pero fue mala idea, la habitación estaba impregnada del olor de Mikaela cuando la hizo suya, por lo que toda la escencia de ella estaba en las sábanas, él las olió y apenas así logro más o menos calmarse, pero muy poco.

Damian tenía un debate fuerte en su mente, ahora que Harry había vuelto, quizás lo mejor sería si dejaba libre a Mikaela para que ella pudiese volver a ser feliz con quien alguna vez formó una familia.

La sola idea le irritó, pero su alma le dolió más cuando pensó en rechazarla para dejarla libre con Harry.

Él solo se golpeo la frente por pensar en semejante estupidez, por años quiso encontrar a su compañera y cuando la encuentra ahora la quiere dejar ir.

"(Soy un imbecil.)" —Pensó Damian.

La puerta de la habitación de Damian se abre y quien entra es Tony, Damian alzó la vista y lo vio, otro que no tenía la costumbre de tocar la puerta.

Damian suspiro ruidosamente, no tenía cabeza ni humor para tener una "charla" tranquila, por lo que solo dejó que pasará y Tony tomo asiento en el sofá individual delante de él.

—Sin redondeos. —Empezó Tony.— ¿Cómo te sientes?

— ¿Realmente tengo que decirte? —Le preguntó Damian.

—Con eso me basta.

— ¿Qué?

—Escucha, mi hermana va a querer que Harry le cuente acerca de Eva, si solo con lo que dijo al inicio se puso sentimental, en este momento ambos deben de estar reviviendo memorias del pasado. —Tony se puso de pie.— Espero y esto te sirva de consuelo, espero que sea así.

Tony abre la puerta para irse, pero Damian no entendió en lo último que dijo.

—Mikaela está muy consciente de que Harry es un amor del pasado.—Le dijo Tony.— El estar ahora contigo es su futuro asegurado, además, no sabemos cuánto dure el hechizo de Harry en que siga vivo y aquí entre nos, sabemos bastante bien con quien quedará Mika.

Tony se fue de la habitación y Damian se sintió un poco más tranquilo con las palabras de él, por primera vez le daría la razón en algo.

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Damian abrió sus ojos, dado que se dio cuenta en que momento se quedó dormido, cuando se levanta, toma su teléfono para ver la hora, eran las ocho de la noche.

Él volteo a su espalda y Mikaela no estaba con él en su cama, pero escuchó música afuera, se dio un baño, se cambio y fue afuera siguiendo la música, cuando llega a un área de fogata, encuentra su clan conviviendo en armonia y vio a Harry y Mikaela haciendo una danza.

Damian se recargó en el arco de la entrada de brazos cruzados, mientras observaba que Mikaela y Harry se veían muy bien juntos, pero a la vez, había en ellos dos una extraña barrera.

Damian notó que Harry le vio y alejándose de Mikaela, Harry se acercó a Damian donde le extendió su mano, Damian alzó una ceja confundido, pero le dio su mano y Harry lo toma con fuerza para después jalarlo y empujarlo con Mikaela.

—L-Lo siento, no sé porque Harry hizo eso. —Mikaela se disculpa nerviosa.

Damian le sonrió a Mikaela, no negará que quería tocarla, pero pronto miró atrás mirando a Harry y él solo le guiña el ojo, donde le da a entender que después hablaría con él.

Damian y Mikaela comenzaron a bailar juntos, al principio Mikaela tuvo que mostrarle los pasos de la danza a Damian, que poco después, él consiguió seguir el mismo ritmo de danza que ella.

A lo que una vez de manera más fluida, los dos bailaron de una manera tan perfecta, como si desde hace años ellos estuvieran juntos.

Y supo que su danza fue mejor que la de Harry, porque los clanes se lo dijeron.

Mikaela fue arrastrada por Lily y Lucy a quien sabe dónde y Damian aprovechó ese momento de que Mikaela fue "secuestrada" por las chicas para ir con Harry, quien estaba no muy lejos de la residencia.

— ¿Sorprendido por lo que hice? —Le preguntó Harry al sentirlo detrás de él.

— ¿De jalar y empujarme hacía Mikaela? Sí. —Respondió Damian.

Harry se ríe, pero comenzó a toser, Damian por el olor, supo que Harry tosía sangre, que aunque él la expulsó y la cubrió con arena, aquel olor no escaparía del olfato de él.

Los hombres se dirigieron a la orilla de la playa, donde Harry se sienta en la orilla de la arena y mirando las estrellas, se escuchó un suspiro de él.

—El hechizo de Luke solo durará cuatro semanas. —Soltó Harry.— Para ese tiempo ya me habré ido de nuevo para siempre.

— ¿Crees que Mikaela lo soporte? —Le preguntó Damian.

—Lo soportará porque te tiene a ti.

Damian se quedó callado.

—Escucha Damian. —Le llamó Harry sin verlo.— Mikaela es la mujer que más feliz me hizo en mi vida, dale tiempo de que se desenvuelva y vas a ver que como ella fue conmigo lo será contigo. Yo soy de compartir todo de mí, incluyendo mi familia, pero cuando se trata de ella, no comparto nada.

—Entonces estamos de acuerdo en algo. —Respondió Damian.

—Así es. Bueno, te dejo, tengo que descansar un rato.

—Hasta luego.

Harry se fue y Damian se quedó observando el mar por un largo rato, cuando de repente el olfato de él, percibe ese olor que tanto ama ahora, ella se encontraba en el mar, parecía una sirena llamando a su amado.

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Mikaela suspiraba al poder al fin escapar de Lily y Lucy.

"(Por la diosa, con ellas aquí será un torbellino.)" —Pensó Mikaela.

Mikaela fue al mar para despejar su mente, el oler un poco el olor a mar le ayudaría bastante, incluyendo él hecho de que casi lo hizo con Harry solo por impulso, el mismo que le hizo reaccionar a no hacerlo, su mente se calma con el sonido de las olas y la fragancia de este, pero pronto, tuvo una pequeña idea de travesura, dejó salir su humor con una ligera chispa de celo que ella misma sabe provocarse, quería que él viniera.

El mar estaba de agua calientita, pero pronto sintió que quemaba, por un momento Mikaela pensó que había algo de plata en la arena bajo sus pies, pero no era ese calor que lastima, sino que sintió un escalofrío, cuando voltea vio esa mirada penetrante y seductora.

Mikaela se puso nerviosa, nunca en su vida se puso así, ni con Harry le había puesto así por su mirar, él se comenzó a acercar y ella solo sentía la humedad entre sus piernas, con solo ver esos ojos amarillos.

— ¿Qué hace una dama como tú en el mar de noche? —Le preguntó Damian al momento que la carga y Mikaela le rodea con sus piernas en su cintura.

—Quien sabe, quizás buscando a su lobo. —Respondió Mikaela.

—Algo me dice que quieres que te tome ¿verdad?

— ¿Lo sentiste?

—Es un calor insoportable y quiero que me lo quites.

—Entonces... ¿No estás molesto?

—Lo estaré sino me das lo que quiero de ti.

—Entonces... ¿Qué estás esperando? ¿Eres mi alfa o no?

—Haré que te desmayes en mis brazos, Mikaela.

—Oh si, ya veremos quien se desmaya primero.

Los ojos de Damian brillaron llenos de deseo sin muchos rodeos, Damian llevó a Mikaela de vuelta a su habitación y volvió a hacerla suya, pero claro, no saldrían de su habitación hasta mañana.

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Mientras tanto, que en otro lugar, en un bosque denso, oscuro y donde pareciera que no hay ni un alma de vida.

—De nada me sirven ustedes dos ¿Qué no entienden que Mikaela Aaiss y Damian Zwarte son los elegidos? —Les dijo un hombre de ojos amarillos.

—Tsk ¿elegidos de qué? —Se quejó Sahara.

—Ellos dos son las reencarnaciones de los guardianes de la diosa Luna. —Respondió una mujer de apariencia de una bruja.

—Skoll y Hati. —Respondió el hombre de ojos amarillos.

—Si solo nos dices mátalos podemos fallar como hoy, pero si nos hubieras dicho eso, hubiéramos planeado otra cosa para matarlos. —Le dijo Luke.

—Tú te callas, que tu linda y zorra Sahara se quedara sin pareja a quien mamarle el pene.

—Le tocas un cabello y te aniquilo. —Le gruñó Sahara.

La bruja le dio un fuerte golpe a Sahara en el estómago haciéndola chillar y retorcerse del dolor, Luke la defiende haciendo retroceder a la bruja, pero el hombre de ojos amarillos le tomó del cuello.

—Escúchame bien Luke, no los mataras, me los traerás a como puedas, no importa si pierdes la otra mano por intentarlo ¿te quedo claro? Y si fallan ustedes dos van a pagarlo caro. —Le dijo el hombre.

El hombre soltó a Luke y les dijo a sus guardias que los sacaran de su vista.

— ¿De verdad crees que Luke y su perra lograran traerlos hacía ti? —Le preguntó la bruja.

—No lo lograran, pero quiero deshacerme de esos idiotas. —Respondió el hombre.— Quienes mejor para desaparecer la basura que dos alfas fuertes como Mikaela y Damian.

— ¿Mikaela o Damian?

— ¿Qué?

—Escoge.

—Mikaela.

— ¿Más fuerte que Damian?

—Ambos son fuertes, pero Mikaela tiene un motivo por el cual ser fuerte.

—Aw ternurita, es cierto, los cazadores asesinaron a su antiguo compañero y su hija.

—Con ello está determinada a volverse más fuerte cada día y volver a restaurar lo que perdió.

—Eres increíblemente listo, Reings.

—Y tú una bruja que le falla mucho el control mental.

— ¿Qué?

Reigns, el hombre de ojos amarillos, le corta el cuello de un zarpazo con sus garras, provocando que la bruja muriese desagrada a sus pies.

—Nadie puede hacer control metal conmigo, estúpida bruja. —Dijo Reigns con asco.

Ella muere a sus pies, Reigns llamó a alguien para que limpien su alcoba y va hacía su balcón para observar la luna.

—Volví, mi querida diosa Luna, espero estés contenta de tenerme en el radar. —Dijo Reigns con una sonrisa.

El silencio eterno de la noche ante sus palabras, sólo le provocaron una risa macabra a Reigns.

Una nueva amenaza para Mikaela y Damian, había regresado y esa amenaza se llama...

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