Capítulo 12 — Confianza

—¿Qué te pasa fenómeno?—dijo Eduardo tocando su mejilla por el golpe que le dí, se veía muy enojado

Algunas personas dejaron de ver la pelea y prestaban atención a lo que estaba pasando

—Tuve piedad en ti, Vivian me pidió que fuera amable contigo pero no pusiste de tu parte—estaba acercándose pero Vivian se puso adelante de mí

—Estoy harta de ti—dijo Vivian

Ella tomo mi mano y me llevo con ella, mire a Rebeca parecía confundida por la actitud de Vivian y quién no hasta yo lo estoy ahora. Caminamos por un buen tiempo hasta llegar a su casa

—Señorita me alegro de volverla a ver—dijo el señor con una sonrisa, era el mismo de aquella vez que vine, estaba apunto de decirle algo pero Vivian hablo primero

—¿Está mi padre?—pregunto

—No, fue a su oficina—él sonrió

—Gracias

Ella aún no soltaba mi mano y entramos a su casa hasta llegar a su habitación, cerró la puerta con seguro y se sentó al borde de la cama y yo solo la miré

—¿Por qué lo hiciste?—me pregunto

No sabía que responder porque ni siquiera yo sé porque lo hice

—No soporte que te pegará—rayos que estás diciendo—él no es nadie para que te pegué

—A nadie le importa—dijo

—A mí sí

Rayos que estás diciendo Paola

Ella no dijo nada y estaba todo en silencio solo se escuchaba el canto de los pájaros hasta que ella se levantó y camino hacia donde estaban las fotos pegadas

—Ella es mi madre

Me acerqué a ella para mirar las fotos una vez más, sabía que era ella su mamá se parecen bastante

—¿Qué pasó con ella?—le pregunté pero creo que no fue buena idea

—Todo paso muy rápido, la esperábamos una noche para cenar en familia pero llamaron diciendo que mi madre tuvo un accidente, dijeron que estaba grave mi padre rápido salió y yo no salía de mi shock, pensé que estaría bien pero...

Ella se detuvo mirando una foto, la despegó y lágrimas comenzaron a salir por parte de ella

—Fallecio aquella noche mi padre me lo dijo y en su rostro se veía que estaba diciendo la verdad, costaba creer pero fue así y desde que ella ya no está todo cambio, mi padre se la pasa en su trabajo, no me presta atención es como si yo no existiera para él—sus lágrimas no paraban de salir

Podía ver qué sus manos temblaban y tomaba la foto con fuerza que llegó arrugarse, así que la tomé de las manos y ella me miró

—Tranquila—le dije—tu madre no le gustaría verte así

Ella comenzó a llorar más y me abrazo nunca pensé que estaríamos así algún día

—Sabes, también perdí a alguien—le dije—perdí a mi padre cuando estaba pequeña, siento el mismo dolor que tú—ella se aferró al abrazo

—P-perdón—dijo entre lágrimas

—No te disculpes—también la abracé con fuerza

Jamás ví a Vivian así, parecía una chica fuerte que no le importaba nada pero veo no es así, ella no es así...

.........

Pasaron algunas horas y estábamos acostadas en su cama, ella se durmió yo estaba a lado de ella podía ver su rostro se veía tranquila después de llorar tanto, me levanté de la cama despacio para no despertarla, ya estaba por salir pero mi teléfono sonó y contesté rápido

—Bueno—dije mirando hacia la cama para ver si Vivian no se levantó

—¿¡DÓNDE ESTÁS!?—dijo gritando desde el celular

—En camino hacia la casa—le dije

Intentaba no hablar tan fuerte

—¡TE ESTAMOS ESPERANDO!—aún gritaba y se escuchaba más voces con ella

Quería decir algo pero Andrea ya había colgado, ahora sí me tocara una buena regañada pero de todo eso ¿Qué pasó con Roberto? no recordaba eso hasta ahora. Mire una vez a Vivian y no estaba en su cama

—¿Quién era?—pregunto a mis espaldas y yo pegué un brinco

—Me asustaste—le dije y ella sonrió

—Lo siento no fue mi intención—ella sonrió

—Era Andrea—le dije

—El chófer puede llevarte para que no se haga más tarde—dijo tallando sus ojos

—No, luego me harán tantas preguntas y quiero enviarlas

—No te preocupes le puedes decir que no te deje en tu casa y así no te verán—ella sonrió

No sería mala idea ya que se puede hacer más tarde pero espero que ellos no me vean llegar en eso si no, estaré muerta

—Está bien, tú ganas—le sonreí

—¡Bien!, vamos a bajo

Ella abrió la puerta de la habitación y bajamos, aún estaba pensando en lo que pasó hace rato ¿Por qué me lo contó? se supone que ella me odia, acaso ¿Me tiene confianza? ¿Así de rápido?

—Por favor Juan puedes llevar a mi amiga a su casa—la voz de Vivian hizo que saliera de mis pensamientos

—Con gusto señorita—dijo el señor con una sonrisa—vamos

Salimos de la casa y hacia frío ya se acercaba el invierno y la fecha más esperada, navidad, el señor saco el carro de la cochera y lo estacionó para que pudiera entrar, antes de abrir la puerta Vivian me detuvo

—Gracias—dijo ella abrazándome

—No agradezcas—yo le correspondí

—Que pena que me vieras llorar—ella se separó y me miró

—Me gusto que te desahogaras—le dije y pude ver qué ella se sonrojo

—Bien, ya ve que se te hace tarde—al decir eso ella se acercó a mí y me dió un beso en mi mejilla

No sabía que hacer así que solo abrí la puerta del carro y me subí, al final no pude evitar ponerme roja

—¿A dónde la llevo señorita?—dijo el señor mirándome por el retrovisor—o puede mandarme la ubicación para llegar más rápido

—Claro ahora se la pasó

—Veo que se lleva bien con la señorita Vivian—dijo él—nunca ha traído amigas aquí a la casa, solo su novio

—¿Soy la única?—le pregunté

—Si y se ve que es una gran amiga

—Vincule la ubicación—le dije

—Listo, entonces vámonos

El arranco y yo solo mire la casa de Vivian, aún no podía creer todo lo que había pasado, ella me dió un beso, me abrazo ¿Estoy soñando? no lo sé, pero estoy muy feliz de llevarme ahora bien con ella.

Ya había llegado a mi casa, baje del carro sin antes despierme del chófer

—Gracias—le dije

—No agradezcas que tengas bonita noche—dijo él con una sonrisa

Él ya se había ido y yo estaba parada adelante de la puerta tenía nervios no quería tocar ya que me espera un buen regañó. Toque varias veces pero no había respuesta, hasta ques abrieron

—Al fin llegas—dijo Rebeca se veía enojada

—Perdón no me había fijado de la hora—le dije

—Adelante

Ella se hizo aún lado para dejarme pasar y ví que estaban todos menos Roberto, debió terminar mal

—Nos debes una explicación por llegas a esta hora paola—hablo Andrea parandose del sofá al igual mi madre

—No es tan tarde—le dije

—¡AHORA!—las dos gritaron al mismo tiempo y se cruzaron de brazos

Esto no va terminar tan bien...

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