capítulo 10- obligatorio

Selene estaba ya en su alcoba y la Condesa no le pego solo porque no quiere que su rostro se vea mal ante el príncipe, pero su brazo se veía algo rojo, al menos la ropa lo ocultará, se dio un baño y le hicieron ponerse un vestido lindo, así como también fue bien peinada, la cita ese día será en el jardín, así que todo será preparado y claro que la condesa supervisa todo ella misma. Ya lista, Selene bajo, vestida con una vestimenta realmente molesta, la condesa la vio frunciendo el ceño, así que la regaña por ello, Selene solo pensaba lo molesta que es esa mujer, tiene tantas ganas de golpearla.

A lo lejos, Marion observa y escucha todo con tristeza, pues aunque parezca que Selene lo tiene todo, no es así, porque no importa cuanto dinero tenga, no tiene unos padres cariñosos, que amen como una hija y no como una linda muñeca que pueden cambiar para subir su estatus.

- que tristeza, no poder escoger a la persona con quien te casaras.

- así es la vida de todas las señoritas nobles, solo queda esperar que le toque un mal esposo.

- yo no puedo esperar eso, pero mi hermana se casa con alguien de gran estatus, pero no sirve, porque el príncipe tiene una idea equivocada de ella.

Marion frunce los labios, el príncipe nisiquiera sabe como es la vida de Selene, solo muestra desprecio para ella, lo ha visto desde hace meses. El príncipe finalmente llego, Milie es quien lo guía hasta la terraza, debido a eso pasan por donde Marion y Rudolf practican.

- maestro, seré fuerte, muy fuerte, para proteger a mi hermana.

Marion ya se ha decidido, si el príncipe no quiere a su hermana y está estará en el palacio sola, sin que nadie la comprenda, ella se hará una caballero, para cuidarla, Alexei escucha las palabras de Marion, no comprende como puede querer proteger a esa niña egoísta y ambiciosa; al llegar se queda sorprendido de ver a Selene vestida con ese atuendo que la hace ver más linda que de costumbre, Selene solo hace una reverencia.

- saludos alteza, sea bienvenido.

- escuche que estás entrenando con el capitán Rudolf.

- que rápido llega el chisme a oídos del príncipe ¿acaso tiene un espía en mi casa?

- tienes valor para decir algo así ante mi.

- ¿por qué? ¿Debo temerle solo porque es el príncipe?

- nunca usaría mi estatus para amenazar a nadie, a menos que sea una mala persona.

- ¿esta diciendo que soy mala? Usted no tiene ni idea.

- entonces dígame...

- no, no necesitó la ayuda de un príncipe, puedo salvarme yo misma.

Alexei podía ver que Selene tiene una mirada firme, algo que nunca antes vio en ella, el niño se sonroja levemente y desvía la mirada.

- no es como que me interese ayudarla.

- así esta mejor.

Selene bebe un poco de té mientras mira hacía otro lado, estaría mucho mejor entrenando que tener que soportar a ese mocoso, después de todo, su alma es de una adulta, para ella el príncipe solo es un niño mal criado. Durante la hora que el príncipe debe permanecer ahí, bebieron té en silencio, hasta que les todo ir a caminar, pero al ser un zapatilla de tacones lo que llevaba, casi cae, el príncipe la sostiene del brazo, causando que Selene se queje, así que lo aparta y soba su brazo, mientras se adelanta, a Alexei se le hace extraño pues no la sujeto con fuerza.

- le dije que no necesitaba que me proteja, pero hay alguien quien si necesitará de usted.

- ¿eh? ¿De que habla?

- cuando ese momento llegue, espero cuide bien de ella.

Alexei no comprende el porque ha dicho algo así, pero no cree que deba preguntarle, seguramente no le dirá nada.

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