La desilusión de Leticia

Termine lo que tenía que hacer, tome una pequeña siesta para después ir al aeropuerto.

Casi llegaba tarde por quedarme dormida, ahora estoy a punto de abordar el avión, llame un par de veces a Casandra, pero ella no respondía, debe estar durmiendo, aunque es muy temprano para que ella duerma son apenas las 9 de la noche, así que solo le deje un mensaje. Debe estar cansada de estar en esa casa.

Anunciaron para abordar, suspiré y cogí mi bolso.

Siento una gran presión en mi pecho y algo de escalofríos.

(Temo que algo malo pase, tal vez el avión se caiga, lo bueno es que mi testamento esta en regla)

Reí para mi misma tras pensar en eso, tal vez alguien me maldiga en mi velorio cuando se entere de lo que hice con mis bienes.

El vuelo transcurrió sin ningún problema al cabo de 8 horas ya habíamos llegado al aeropuerto de Santiago, eran exactamente las 5 de la mañana, me duele mi cuerpo, siempre es incómodo viajar por un largo tiempo en un avión y más si viajas en clase turista extraño viajar en primera clase, pero mi padre no debía enterarse de este viaje o me mata.

Salí del aeropuerto y tome un taxi el cual me llevo al hotel que reserve con anticipación, no es como los que acostumbro, pero es cómodo, me dieron mi llave y fui a una de las suites que tiene, el cuarto es amplio, tiene una cama muy cómoda y grande, tenía ganas de acostarme y dormir mucho, pero no, primero lo primero y eso es ver a Joel, la sorpresa que se va a llevar.

Me di una ducha y desayune algo, ya no puedo con la emoción, quiero ver a mi amado Joel.

Termine mi desayuno y me vesti muy linda. Llevo un pantalón rasgado, top de color mostaza, tenis blancos y una chamarra negra. Tome un taxi para llegar.

Lo primero que note al llegar es que el portero ya no es el mismo de la última vez que vine, pero bueno eso ya tiene como 5 meses me parece, me acerco y este me intenta detener, me habla de una manera muy grosera, pero para su mala suerte no tiene ni idea de con quien se esta metiendo.

(Es increíble que en mi propio edificio me nieguen la entrada)

Me quede viendo un par de segundos mi buen humor estaba desapareciendo así que solo saque mi teléfono y le marque al dichoso administrador, cree que me puede intimidar ya veremos.

📞{{{¿Se puede saber por que me impiden el paso a mi propio edificio?}}}

Al decir esas palabras el hombre frente a mi se le fue el color del rostro, el hombre al teléfono se quedó sin decir una palabra por un breve momento.

📞{{{En un momento voy señorita}}}

El miedo y nerviosismo en su tono eran muy evidentes.

No pasaron ni siquiera 5 minutos cuando el “administrador” estaba toda prisa delante de mí, jadeando y despeinado, bajo corriendo del departamento que este ocupa.

-Señorita Mendoza, que gusto tenerla por aquí, me hubiera avisado para darle la bienvenida que se merece-

Me dijo con alto nerviosismo en su voz, el realmente me cree estúpida.

-No tengo por que informar cuando yo vaya a venir a una de mis propiedades-

Dije de una manera seria, cruce mis brazos y continúe.

-Para empezar este de aquí esta despedido, para continuar-

No me dejo continuar el señor Hernández, cuando inmediatamente ya estaba desafiando mi autoridad.

-Pero señorita, el joven fue puesto por el mismo Joel, y según una de sus ordenes fue obedecer al joven en todo-

Aprete mis puños y mire fijamente a ambos, me pase de largo sin decir una palabra más.

Cuanto más caminaba por el complejo de departamentos, más personas desconocidas para mi había por aquí, para empezar el portero, las de la limpieza, algunos residentes de los que no se me había informado que vivían aquí

(¿Qué estará haciendo Joel a mis espaldas?)

Las dudas ya estaban surgiendo, no quiero pensar mal del hombre que amo, será mejor que escuche su explicación.

Al subir al piso donde se queda, escuche unos murmullos, me quede en una esquina para escuchar de que se trataba y lo que descubrí fue impresionante.

-Tienes que irte ya mismo, me dijeron que Leticia esta en este lugar y lo que menos necesito es que te vea-

-Vamos amor mío, de una vez por todas que se entere esa maldita de quien es a la que amas de verdad y que de ella solo sacas el dinero para darnos la vida de lujo que tanto nos merecemos-

(¿Con que esas tenemos?)

Me alejé de esa zona y volví al ascensor, aguantando mis lágrimas, asi qué todo este tiempo solo fui utilizada, mi padre tenía toda la razón y yo de idiota no le hice caso.

Odio cuando tiene la razón, pero ahora ellos conocerán que es lo que pasa cuando hacen enfadar a una Mendoza, sonreí mientras mis lágrimas salían de mis ojos de color verde, que no tardaron para ponerse rojizos, me las van a pagar, el hacerme llorar es un lujo que nadie puede darse.

El ascensor regreso al primer piso, las puertas se abrieron, me coloque unos lentes de sol y limpie mis lágrimas de mis mejillas, así subí nuevamente al ultimo piso, en el camino controle mi respiración, mis lágrimas, respire hondo y como cada vez que voy a destruir a alguien poso mi mejor versión de mí misma.

Llegue al piso y ahí estaba ella, la “dama” con la que me engañaba mi “Joel”, este par no sabe el infierno que les hare vivir en la tierra, salí de ascensor y salude como toda una dama que soy, ella solo se bufo y sonrió con gran burla.

(Niña estúpida, el que ríe al último ríe mejor)

Pensé para mí misma. Llegué y abrí la puerta del departamento, al menos la cerradura es la misma, aparecieron mis lindos perritos, quienes no tardaron ni un minuto en salir a recibirme, aun no entiendo como ellos no hacen nada en contra de esa bruja.

-Amor, que bueno que llegaste antes, pero me hubieras avisado para ir a recogerte-

Me dijo saliendo de uno de los cuartos, como si recién se levantara, que maldito falso.

-Quería darte una sorpresa, así que ¡sorpresa amor!-

Sonreí y extendí mis brazos, el no tardo para acercarse a mi y abrazarme, correspondía, ya no sabia si llorar o reírme de mi misma.

-Pues que hermosa sorpresa, tener a mi chica hermosa conmigo antes de lo pensado-

Me cargo como princesa y yo me aferre a el de su cuello.

Su aroma es tan agradable, recién se bañó, por más fuerte que quiero ser, no cabe duda de que estaba profundamente enamorada de él y asi como el amor es profundo la herida también.

-Me siento muy cansada fue un viaje muy largo-

Fue lo único que dije, acto seguido el solo me sonrió y me llevo a la habitación, me dejo sobre la cama esa que apenas hace unas horas estaba acostada esa mujer.

La cama estaba algo desordenada, me quité mis tenis y me dispuse a dormir un rato.

-Descansa, te preparare algo de comer-

Solo asentí y el salió de la habitación, dando paso a mis perritos que se acostaron conmigo, yo los abrace y mis lagrimas volvieron a salir, me quede dormida al cabo de unos minutos.

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