Mi mente viajo por el pasado, no se fue muy lejos que digamos, es casi cierto eso que cuando estas a punto de morir ves tu vida pasar por tus ojos, pero en mi caso, solo quería eso, para así poder encontrar el error que cometí para terminar de esta manera.
Siento que voy cayendo en un pozo, se siente la caída algo lenta y ligera, es como si no hubiera prisa por que llegara al suelo, unas imágenes se reflejan en la oscuridad de esta caída, el primer momento en que fui golpeada por mi madre, creo tenia 6 años, mi hermana Carolina tenia 4, me parece que estábamos jugando y por accidente ella se cayó, mi madre asumió que fui yo quien la tiro, me dio unos buenos con el cinturón, recuerdo que no me pude sentar por unos días debido al dolor.
Lo que mas marco mi pasado y que ahora lo recuerdo claramente fue que a la edad de 8 años fui violada por mi tío, el hermano de mi mamá, me dio miedo hablar del tema, pero no me quede callada y a cambio de hablar mi madre me golpeo con un palo, irónico ¿no?
Mi padre al enterarse de esto, golpeo a su cuñado y lo echó de casa, mi padre no era bueno ni malo, solo era ausente y muy pocas veces conocía la situación de la casa y por lo que yo tenía que pasar, siempre le creía a mamá.
Si no fuera por mi adorada abuela él ni se hubiera enterado de lo que me paso, mi mamá, me mantenía alejada de ella para que nadie supiera de mí.
A la edad de 19 años escape de casa, tuve una discusión fuerte con mi madre y mi hermana, terminé golpeando a mi mamá, lamento mucho haber dejado a mi abuela, pero se que ella al menos estará bien mejor de lo que yo algún día estuve ahí.
🌿🌿🌿🌿
-¡CASANDRA, CASANDRA!-
Escuchaba mi nombre, repitiéndose una y otra vez en medio de la soledad y oscuridad.
(¿Quién me llama?)
Abrí mis ojos y mire por todos lados, solo fue un sueño, todos los acontecimientos llegan a mi memoria, ahora entiendo simplemente no morí y sigo viva, pero, estoy de nuevo en el hospital, bien será mi segunda casa, tal vez por un largo tiempo mas. Aunque todo me duele, siento mi cuerpo algo dormido.
-¡Enfermera, enfermera! -
Esa voz me es conocida.
Mire a la puerta de la habitación y ahí estaba la persona que me mataría y después bailaría en mi tumba.
-Ya no grites, que me darás dolor de cabeza Leticia-
Le dije sonriendo leve, pero dios santo que hasta para hablar me duele. Ella me miro y luego se acercó llorando.
-Tu, déjate de estar chistosa en estos momentos-
-Tranquila, aún estoy viva-
Traté de acariciar su cabeza, pero no pude ni levantar mi brazo, realmente me dio una buena mandarina.
-¿Bien?-
Me miro con un rostro de molestia y tristeza.
Solo asentí y de pronto la preocupación llego a mí y lo más importante no había preguntado.
-¿Cómo esta Darío?-
Mire a Leticia y ella desvió su mirada, puedo predecir que no debe estar bien. Negué un par de veces.
-Dime porfavor-
-¿Como puedes pensar en alguien más? siempre te preocupas por otros antes que tu, y realmente me molesta-
Menciono con algo de fastidio.
-Él me ayudó mucho y terminó en ese estado por mi culpa; término, término, todo golpeado, secuestrado y de una manera muy horrible-
Ya no podía contener más tiempo mis lágrimas, así que estas empezaron a brotar, me duele, mi cuerpo, duele demasiado, mi boca, mi abdomen, todo me duele.
-Has estado por tres días inconsciente, él estuvo casi un dia en cirugía. Los doctores no tienen buen pronóstico para él y aún no despierta-
Dio un gran suspiro al decir todo eso, pero creo que hay algo más, aun así…. No puede ser que realmente esté tan mal, aunque ya lo sabía, sabía que estaba realmente grave y todo esto es por mi culpa.
Saber que él no está bien y que probablemente no salga vivo de esto hace que me duela mi corazón, siento como si algo lo estruja desde adentro con fuerza, me quede un rato mirando a Leticia en silencio, pero sin dejar de llorar realmente me siento mal, y no hablo solo de los golpes.
Ella decidió romper el silencio con un pregunta que me dejó sorprendida y que no pude responder.
-¿Te enamoraste de Darío?-
-No lo sé-
Respondí vagamente y siendo sincera conmigo misma no tengo ni la más mínima idea. Desvie mi mirada de la suya, siento que me puede leer con solo mirarme
-Bien no toquemos el tema por ahora, mejor dime, ¿sientes dolor?, es estúpido preguntarte como te sientes-
-Pues que quieres que te diga, me duele todo, aunque no es tan intenso el dolor, aun puedo hablar medianamente bien-
-Eso es por que estas bien dopada-
Ríe bajito al decirlo
-Ahora entiendo, pero no me siento en un estado de embriaguez-
Iba a preguntarle a Leticia, muchas cosas, pero el doctor ingreso a la habitación.
-Veo que ya estas consciente-
Me dijo el doctor luego que entro.
-Sin rodeos e infórmeme-
Le dije de una manera seria, no quiero que me oculten nada con respecto a mi salud.
-Bien, has tenido dos cirugías menores, pero, aun hace falta unas mas para reparar el daño, me alegro de que estes consciente, dado que necesitas firmar unos papeles-
Me dijo sin ningún reparo, he estado en varias cirugías, pero no tan largas como la de Darío, no se por que eso me entristece. Suspire pesadamente pero ya empiezo a sentir el dolor, duele mucho, duele demasiado.
-¿Qué tienes?-
Se acerco Leticia a mi al notar mis muecas de dolor.
-Duele, duele demasiado-
Me aferre de las sabanas yo tocaba mi abdomen levantando mis piernas, duele mucho, comencé a dar unos quejidos muy fuertes.
-Doctor haga algo-
Le dijo Leticia casi a gritos, estaba realmente muy preocupada.
-Ya paso el efecto de los analgésicos, le pondremos algo mas fuerte.
¡ENFERMERA! -
El doctor grito muy fuerte, en eso una enfermera apareció y él le dio unas indicaciones ella acato, se fue un instante y al volver tenía una jeringa en su mano esta fue inyectada en mi intravenosa.
Pasado un rato el dolor disminuía, pero mi consciencia de igual manera, así fue como me quede dormida.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 66 Episodes
Comments