Aun perdida en mis pensamientos y observando el rostro de Darío, el tipo a mi lado estaba maldiciendo para sí mismo puesto que había dicho algo que no debía.
Vi como Darío abrió con dificultad uno de sus ojos, estaba tomando conciencia, solo le pude sonreír como una idiota, siendo sinceros no sé qué más hacer para que no se sienta tan mal de lo que ya debe estarse sintiendo.
Alejandro arrojó un balde de agua fria sobre él y salpicó en mí.
-¿Qué mierda tienes en la cabeza maldito idiota estúpido?-
Me levante empuje y golpee el pecho del maldito de Alejandro.
-Deja de defenderlo maldita sea, tú eres mía y no sabes el maldito coraje que me da que estes tan cerca del imbécil este-
Me sujetó de la cintura con demasiada fuerza, su mirada era de una ira que apenas podía contener, yo luche para separarme de su agarre estaba a punto de pegarle un tiro en los bajos cuando una voz desvió mi atención.
-Déjala-
Dijo con dificultad la persona tirada en el suelo.
-Esto parece una bella historia trágica de románticos, aun es tu estado puedes hablar, dime hermano mayor ¿te gustaría verlo?-
Me soltó arrojándome al suelo a un lado el.
-Darío-
Era estúpido preguntarle como estaba, pues era más que obvio que no estaba bien, solo sujeté su mano y sonreí leve al verlo despierto.
-Todo estará bien, solo aguanta-
Me susurro muy bajito con una leve sonrisa que dibujo en su rostro golpeado, la cuestión era.
(¿Él tenía algo pensado?)
No le prestamos atención a la pregunta que le acaba de hacer Alejandro a Darío y la verdad no nos importaba, solo me preocupaba el estado de él, ignorar a Alejandro no fue la mas brillante idea.
-Qué bonito romance el de ustedes dos tortolitos, pero es hora de pasar a lo que nos compete-
Sonrió y me levantó del suelo tirando de mi cabello. Sabía que no era buena idea ignorarlo. Me duele el agarre de mi cabello, pero tampoco se lo dejaré ver.
Me llevo a una de las habitaciones del segundo piso, di una mirada rápida y realmente es una hermosa casa, lástima que el recuerdo que tenga de mi visita en ella sea desagradable, pasamos y el me tiro a una cama.
(¿Por que tiene que estarme tirando?)
Detrás de nosotros venia un gorila con Darío el cual igual que yo, fue arrojado pero él al suelo.
-Atalo-
Ordeno, a lo cual inmediatamente él gorila rápido obedeció, lo sentó en una silla y lo amarro a ella de los pies con las patas de ella y de los brazos amarrados por atrás de la silla.
El quedo colocado justo delante de la cama donde yo me encontraba, soy de una imaginación amplia y puedo descifrar lo que este enfermo pretende hacer.
-Listo señor-
Hablo el gorila cuando termino su trabajo.
-Bien retírate y pon atención para lo que sea que necesite -
Él gorila asintió y salió de la habitación.
-¿Qué pretendes?-
Le dije sin que me temblara la voz.
-Primero hay que lavarte preciosa, y vestirte adecuadamente para el momento-
Se metió a lo que parece ser el baño
-Darío-
Me acerque a él, toque su hombro, pero esta frio y temblando, ya de por si aquí hace demasiado frio y luego mojado se pondrá enfermo. Le susurre.
-Buscare la manera de sacarnos de aquí-
-No hagas nada no te expongas, solo trata de ganar tiempo, tengo un plan-
Me dijo con mucha dificultad puesto que su boca sangraba, debe dolerle demasiado, debo encontrar la forma de que ya no lo lastimen mas.
-Lo intentare, pero debes….-
Mis palabras fueron interrumpidas por un brusco jalón que me dio Alejandro
-No puedo dejarte ni 5 minutos sola porque ya luego, estas detrás de mi hermano eres una maldita zorra-
Sacudía mi cuerpo bruscamente.
-Es hora de limpiar tu cuerpo sucio-
(¿Limpiarme?, ¿Esta idiota, o qué?)
Me arrastró hasta el baño donde algo feo me va a pasar, yo solo voltee a ver a Darío y el me miro con una mirada de dolor y rabia, si bien me quería ayudar, pero en su estado le es imposible ahora no se que clase de plan tenga y como demonios le va hacer si ni siquiera se puede defender a sí mismo.
En el baño la tina ya estaba llena de agua templada y el vapor ya había empañado el gran espejo pegado en la pared, así como las puertas de cristal de la regadera, realmente se estaba pudriendo en dinero.
-Desvístete-
Me ordeno.
-¿Y si no qué?-
Lo mire desafiante, si, si ya se mala idea.
-¿Buscas que yo te desnude?-
Se acercó a mí con una mirada lujuriosa
-¿Acaso te has vuelto loco? yo puedo sola-
Me aleje de él.
Me dijo mientras se quitaba la ropa delante de mi. Me di la vuelta sin siquiera mirarlo, no había remedio él haría lo que quisiera, además Darío me dijo que ganara tiempo y eso voy a intentar, no dejare que lo vuelva a lastimar.
Con estas ideas algo tontas me quite la bata de hospital, no tenía la confianza de quitarme mis bragas que era lo único que tenía debajo de esta bata y así entre a la tina previamente preparada por Alejandro tenia un aroma muy relajante, me temo que conociendo como es, le habrá echado algo a el agua. El sonido de la regadera me hizo sentir algo aliviada al menos el cumpliría en algo su palabra.
Cerré mis ojos y me dispuse a relajarme, aunque sea un poco, me reí de mí misma, en esta situación y yo queriéndome relajar, pero bueno, aunque al principio tenia mucho miedo algo muy extraño me acaba de suceder puesto que ya no me siento tan temerosa
(¿Por qué será?)
Me pregunto yo.
Hace rato que no tenia un baño así, empecé a lavar mi cuerpo poco a poco y se me fue olvidando el lugar donde estoy, me olvide por un momento de donde estaba, pero pronto recibiría un golpe de la cruda realidad.
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Comments
Nereyda Rojas
Que le habrá echado algua para que la relajará o la drogara dios dios 🙏🙏🙏
2023-10-30
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