Un poco del pasado

🌹 Casandra

El acepto, realmente acepto, pero no debo confiar plenamente en sus palabras, no debo cometer los mismos errores.

-De acuerdo te escucho-

Lo miré y le dije lo más calmada que puedo estar.

-Te contaré, pero eso será hasta que te den el alta, te dije lo que vi en el departamento y mira cómo te pusiste, te desmayaste, mejor descansa-

-Me desmaye porque no he almorzado pedazo de idiota, mejor asegúrate que me traigan comida-

(¿Qué? Ay no, ¿Por qué le dije así?)

Me tape mis manos con la boca, estoy apenada ¿y si me disculpó con él? El silencio de ahora es realmente incómodo.

-Sí, es mi culpa no pense en eso, ni siquiera la manzana te comiste, veré que una enfermera te traiga algo que puedas comer, ya vuelvo-

Él salió de la habitación sin darme tiempo de disculparme con él.

“Hay Casandra controla tu boquita, no puedes seguir diciendo groserías y menos si no conoces a la persona, compórtate “

Esas palabras las hubiera dicho mi madre, de haberme oído hablar de tal manera, nunca fui buena a sus ojos.

Me quede viendo un punto fijo, pero mi mente divagó en el pasado, en las veces que era azotada por decir malas palabras o las veces que me castigaban por solo querer hacer lo que una niña quería, correr, jugar, salir etc.

Mi vida no fue fácil pero mi mente se perdió en uno solo, en la noche en la que escape de casa para ya no regresar, eso decía, pero aún tenía algo que me ataba a ese lugar.

🍁🍁🍁🍁

...…Hace 3 años…...

-Casandra maldita hija ingrata suelta a tu hermana, desgraciada-

Dijo mi madre gritando y golpeándome con un palo

-Basta mamá yo también soy tu hija, ¿Por qué me desprecias tanto? -

Dije con lágrimas en mis ojos.

-Jamás me has querido, siempre la apoyas a ella, ni siquiera sabes por qué le estoy reclamando, ella, ella, mató a mis mascotas, mis lindos gatitos-

-Basta, no es que siquiera me interesen tus malditos asuntos, me tienes cansada y fastidiada no sabes cuanto te odio, odio el hecho de que yo te traje a este mundo tu jamás debiste nacer eres una maldita Casandra-

La mirada que tenía mi madre esa noche era de completo odio hacia mi, el veneno que acababa de tirar con sus palabras era algo indiscriptiblemente doloroso para mi.

-¿Como puedes ser tan cruel conmigo? también soy tu hija te guste o no-

-Solo eres un maldito error del pasado-

Mis ojos desbordaban lágrimas, mi corazón dolía, solo tenía 19 años y mi madre me había echado en cara su desprecio hacia mi.

Después de un silencio el cual no duro tanto dado que fue roto por el sonido de unas bofetadas que le di a mi madre, todos en la habitación se sorprendieron por lo que había hecho

Mi mano temblaba, la furia y el dolor me hicieron hacer algo de lo cual no me sentía orgullosa y de uno que luego la culpa me atormentaría.

Mi madre me miro incrédula y sorprendida por los golpes recibidos llevo sus manos a sus mejillas las cuales le dolían y ardían, una ira se hizo presente en ella, tomo el palo y con mucha fuerza me golpeo en la cara y espalda.

Esa noche me molio el cuerpo a palos, como pude me levanté y me eche a correr.

🍁🍁🍁🍁

-¿En qué piensas tanto?-

La llegada de Darío me saco de mis recuerdos, él entro a la habitación con una bandeja de comida.

Mire como dejó la comida en la mesita y me miro con preocupación.

(Aparte de Leticia nadie más se había preocupado por mi y ahora estas tu Darío)

-Solo veía el atardecer -

Mentira, soñaba con lo último que pasó en mi familia, con lo último que me dijo la señora que me dio la vida.

-Bien ahora come -

Puso la bandeja sobre una mesita y la llevo a mi cama, me dispuse a comer y dejar de pensar en el pasado uno que ya no puedo cambiar.

Así pasaron los días, el venía se aseguraba que estuviera bien, la ginecóloga Beatriz me explico a detalle mi diagnóstico, si recuerdo bien, el maldito de Alejandro no me penetró, pero si me hizo otras cosas igual de horribles.

Paso aproximadamente una semana, desde que estuve internada no había hablado con Leticia, la mañana que se fue solo me dejo un mensaje, le respondí pero, ya no obtuve respuesta de ella, no he tenido el valor de hablarle, no sé como este, y no quiero que me pregunte por mí, pero debe estar bien, las malas noticias vuelan rápido, pero, aun no estoy tranquila, ya mañana me dan el alta, le voy a marcar, ya después veo como me libro de sus preguntas que no quiero contestar, pero al menos quiero oír su voz.

Suspiro con algo de tristeza, me acostumbre a que Darío me visitara todos los días, pero por lo que me dijo, el proceso legal estaba detenido, no he podido dar mi declaración, los doctores y el han impedido que me abrumen con sus preguntas, por suerte uno de sus amigos es alguien con influencia y dejaron de insistir, creo que hoy debe estar arreglando ese detalle, la noche ya se hizo presente, y me duele estar sola, hace rato que ya no tenía este sentimiento, mejor me duermo, ya mañana salgo del hospital.

Me dormí prácticamente de inmediato, pero un sonido me hizo abrir los ojos, no podía creer a la persona que tengo enfrente mío.

-¿Que haces tu aquí? -

Tengo miedo, tengo miedo, mi voz esta quebrada, no quiero que esta persona frente a mi vea que le temo.

-¿No habrás pensado que las cosas se iban a quedar así?, hoy voy a terminar contigo, maldita bruja, te haré mía y te desapareceré, de todas formas tu familia no te quiere a ellos no les importa lo que pase contigo tengo la seguridad de que no te buscarán-

-Eres un maldito imbécil-

Buscaba mi teléfono, necesito hablarle a alguien.

(Darío, ¿Dónde estás?, tengo mucho miedo)

-Ni lo intentes, deje el piso sin nadie, me tomó una semana planear todo, y Darío no vendrá a ayudarte de nuevo-

Me mostró mi teléfono, le puso seguro a la puerta y se abalanzo contra mi.

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