Hospital

Abro mis ojos pero veo todo borroso, no sé dónde estoy, mi cuerpo esta adolorido, mi mente confusa y lo peor de todo, no se qué pasó, no logró recordar con claridad, me intento mover, pero siento un piquete en mi muñeca, abro bien mis ojos, y lo que veo es una aguja clavada en ella, por la cual me están pasando por lo que parece ser solución, creo que estoy en un hospital.

Miro el lugar y parece ser que estoy en una habitación privada, es muy confuso, al parecer es de tarde, desde la ventana se puede ver la puesta de sol.

(Diablos me perdí de mis clases y lo peor es con los maestros que más pesados son)

Salgo de mis absurdos pensamientos cuando la puerta del cuarto se abre y entra una persona.

-¿Quién eres? -

Creí que entraría Leticia, pero no fue así, entró un hombre de no más de 28 años, alto, moreno, con ojos grises, y su mirada; Me mira con tristeza y avergonzado, al notar esa mirada mi cuerpo se puso frio y lágrimas recorrieron mi rostro, me temía lo peor.

-Disculpa mi interrupción, me presento, mi nombre es Darío Montes soy -

Al escuchar su apellido, capto de inmediato de quien se trata no lo dejo acabar con su oración, lo interrumpo gritando.

-ERES EL HERMANO DE ESE MALDITO, LÁRGATE DE AQUÍ-

Mi corazón me duele, mi cuerpo, pero más me duele que me quitara mi dignidad, la dignidad de la mujer.

No sé cómo explicar mis emociones, tengo miedo, ira, no sé de dónde salió esta Casandra que grita y maldice, no me reconozco, pero es que, la frustración, creo es lo que me impulsa, el impedir que alguien más pase por encima de mí.

-Tranquila lo que menos quiero es hacerte daño yo… vine a disculparme-

( ¿Qué?, ¿escuche bien?, viene a disculparse)

Lo miré y al decir eso el bajo la mirada y la cabeza, como si de verdad estuviera avergonzado.

-¿Qué es lo que quieres?-

Le dije volteado a ver a la ventana, me imagino que es lo que querrá, tal vez quiere que perdone a su hermano por lo que me hizo, pero…

-Yo no quiero nada de ti, no espero de hecho nada, solo quería saber que estuvieras bien y yo-

No termino de hablar por que entró la doctora a la habitación mirando de una mala manera a Darío.

-Por favor señor Darío, ¿podría salir? Voy a revisar a mi paciente-

Le dijo de una manera poco gentil, me dio algo de gracia ver la cara de fastidio de Darío, me agrada la doctora, pero me da curiosidad.

(¿Qué tiene contra él?)

-Bien, me retiro, vuelvo más tarde-

Dijo y salió apresuradamente de la habitación.

-Hola me presento, me llamo Beatriz Meléndez y soy tu ginecóloga-

Al oír a que se dedica mi mundo volvió a la oscuridad, es verdad, me…. ni siquiera puedo mencionarlo, siento demasiada tristeza y mis lágrimas ruedan por mis mejillas.

(¿Por qué yo? Otra vez ¿Por qué yo?)

Salgo de mis pensamientos al oír la voz de Beatriz.

-Tranquila, todo estará bien, te voy a revisar-

Me dijo con una mirada triste, sé que no estoy bien, y que nunca me voy a reponer de lo que paso.

-Duele demasiado -

Un dolor punzante comenzó a darme en mi abdomen bajo.

-¿Que sientes?,¿Te duele mucho aqui?

Toca levemente mi abdomen y el dolor aumenta.

-¿Qué me sucede?, duele demasiado ¡ahí!; esto duele-

Un fuerte quejido salió de mi boca, me retorcía del dolor, no sé por qué duele así.

-Debe ser porque la anestesia ya paso, te pondré un analgésico fuerte, ¡enfermera, enfermera!-

La doctora salió casi corriendo buscando una enfermera… pero … espera… dijo ¿anestesia?... cómo puedo me quito la manta que me cubría y alzo un poco la bata, como duele cada vez que me doblo… santo dios…

( ¿Qué me paso?)

-No señorita, no lo haga se va a lastimar, acuestese la anestesia ya se pasó, le pondré un analgésico, para calmar el dolor-

La enfermera entró algo asustada temiendo a que yo me lastimara, puso una solución intravenosa siento un poco de frio recorrer por mi vena, es una sensación algo extraña, pero la cuestión es.

(¿Qué diablos pasó?)

Suena mi celular sacando de mis pensamientos, miro la mesita y mis cosas estan ahi.

-Señorita su celular ya lleva un buen rato sonando, ¿quiere que se lo pase?-

-Si por favor-

El analgésico ya está haciendo efecto, la enfermera me pasa mi celular, le agradezco y ella sale de la habitación,lo que me esperaba es Leticia ¿que le diré?

...…EN LA LLAMADA…...

📞{{{ Hola chica, ¿Qué ocurre? }}}

^^^📞[[[ ¿Cómo que, qué ocurre? No te vi en la universidad hoy y además llevas horas sin responder ¿Dónde diablos estas? ]]]^^^

📞 {{{ Tranquila surgió algo en mi casa y tuve que volver de emergencia }}}

^^^📞[[[ ¿Cómo que una emergencia? Ahora ¿con que excusa te hicieron ir? ]]]^^^

📞{{{ No, no es una excusa, mi abuelita se enfermó está muy mal, y sabes lo que ella significa para mi }}}

^^^📞[[[ Lo entiendo, lo entiendo nena, pero por favor cuídate mucho allá, hubiera querido despedirme de ti antes de mi viaje, ¿y si; ya no voy? ]]]^^^

📞{{{ No, no amiga, te costó mucho trabajo para hacer este viaje, no lo interrumpas por mí, además estarás sola allá, yo no sé cuándo regrese, sabes que hoy fue el último día de clases, así que no te preocupes }}}

^^^📞[[[ Bueno está bien nena, te quiero mucho, por favor cualquier cosa háblame y yo me vengo volando, tú no estás sola, ¿de acuerdo? ]]]^^^

📞{{{ Lo se hermosa, lo sé, no te preocupes y salúdame a Joel, jejeje disfruta mucho }}}

^^^📞[[[ Bien lo haré, descansa, te quiero, te mando besos ]]]^^^

📞{{{ Igual, te quiero hermosa, besitos }}}

Colgué la llamada, mire fuera de la ventana y las lágrimas rodaron por mi mejilla.

Deje mi teléfono debajo de la almohada, al parecer la noche ya cayo, sigo mirando por la ventana mientras una pequeña llovizna cae afuera, creo que el clima quiere compadecerme o tal vez se está representando mi estado de ánimo, suspiro y la puerta de mi habitación se vuelve abrir.

-Buenas noches-

Le digo a la enfermera que acaba de entrar, ella solo asiente y procede a hacerme una especie de curación en mi abdomen, no la destapa por completo y el hecho de que no me pueda mover bien me impide ver a detalle mi abdomen, se siente frio, pero con algo de entumido, tal vez sean los analgésicos.

-Descanse-

Fue lo último que me dijo, sin mirarme, nuevamente estoy sola.

Cierro mis ojos, para dormir, aunque pequeñas fracciones de recuerdos llegan a mí. Me resisto a querer recordar, pero debo hacerlo. Debo recordar por muy doloroso que sean los recuerdos o por lo mucho que me duela la cabeza.

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