Desesperación

Mis lágrimas salen sin aviso, el esta acostado en su cama y encima de el una chica de nuestra clase, ambos completamente desnudos, entonces;

(Esto es lo que pasa cuando no complacemos a la pareja)

Me duele solo sé que me duele el pecho, lo tomo con mi mano y en una fuerte punzada grito su nombre.

-¡ALEJANDRO! -

Al gritar su nombre él se levanta de un sobresaltó mira a la chica a su lado y luego me mira, su rostro se puso pálido al verme, y mi corazón se sentía como si fuera a salirse de mi pecho.

-Casandra, ¿qué haces aquí? -

Me mira con cara de angustia, se levanta rápido y se empieza a vestir, la mujer a su lado se despierta me voltea a ver y me da una sonrisa llena de burla y descaro, creyéndose la gran ganadora como si de un juego se tratara.

No puedo ni formular una palabra, siento un nudo en la garganta, mis piernas no se mueven quiero correr, correr y no mirar atrás, pero no puedo, y me da coraje porque no solo no puedo irme si no que no dejo de llorar. Debo parecer una estúpida ridícula, tapo mi rostro con mis manos y escucho como él le grita.

-ESTEFANIA LARGO DE AQUÍ -

Su voz y sus palabras hacen que solo sienta asco y dolor, de verdad confíe en él.

-Oye yo no tengo la culpa de que la mojigata de tu novia nos descubriera, cuando soluciones tu asunto me llamas-

Ella le respondió de lo más tranquila mientras se vestía, termino y salió de la habitación pasando por mi lado, me susurro algo que no pude entender del todo, y yo sigo parada aquí como una maldita estatua sin poder moverme.

Al salir ella del departamento, Alejandro dejo salir un suspiro y se acercó a mí, mi cuerpo reacciono por instinto dando pasos atrás, las palabras que se me habían atorado en la garganta empezaron a fluir y ahí es donde mis sentimientos fueron desahogados.

-ERES UN MALDITO TRAIDOR HIJO DE LA GRAN PUTA MALDITO BASTARDO, ¿COMO PUDISTE TRAICIONARME DE ESTA MANERA? TE BRINDE MI CONFIANZA Y CARIÑO Y ASI ME PAGAS-

Expulse como una diarrea verbal mi ira, le grite, tenía los ojos cerrados, en cuanto los abrí pude ver su rostro de desagrado hacia mí.

-¿Tu cariño? me bastaba con que te acostaras conmigo, pero no, la niña nunca quiso que la tocará, tengo necesidades y si tu como mi novia no me cumples, tengo que buscar quien si-

Cada palabra que salía de su asquerosa boca eran una puñalada hacia mí, yo sola me engañe, ya sabía que solo buscaba sexo.

-No me voy a quedar aquí para que me insultes e intentes culparme a mí por tu maldita infidelidad-

Empece a avanzar por el pasillo para irme de aquí, me tambaleaba en cada paso, pero me compuse y camine lo más firme que pude, llegue donde deje mis cosas, tome solo mi bolsa, al querer salir sentí como me jalo del brazo y susurro a mi oído.

-No dije que te podías ir porque no mejor aprovecho y te hago mía-

Mi cuerpo inmediatamente tembló, su voz era fría, mi cuerpo se congelo por un instante, reacciono cuando sentí sus labios sobre mi cuello, me resistí, intenté empujarlo, pero el me abrazó por la cintura y me apretó más a su cuerpo, tenía el torso desnudo, solo tenía puesto sus pantalones.

Yo lo empujaba, pero era como si tratara de mover una pared; inútil.

-Déjame, no me toques me das asco -

Y es verdad alguna vez me sentí bien en sus brazos, pero ahora asco, asco es lo que siento, me empezó a arrastrar a su cuarto, ese lugar donde la noche anterior tuvo relaciones con otra mujer, esto es asqueroso, no quiero me niego a esto, no sé cómo, pero le di un golpe con mi rodilla en medio de sus piernas el aflojo el agarré por el dolor, me di media vuelta y me heche a correr debo salir de aquí.

De pronto me tomo de uno de mis pies, él estaba tirado en el piso y de un fuerte jalón me hizo caer al suelo, me lleve un fuerte golpe en la cara, sentí como bajo la sangre de mi nariz, pero no me importo, me arrastré y lo pateaba, el más me jalaba, al jalarme me rompió las medias que llevaba debajo de la falda, eso me aterro, dios, no quiero ser violada por el que dice ser mi novio, el que me cuidaría.

( ¿Podría salir de aquí bien librada?)

Que estúpida fui al confiar en el debí escuchar a Leticia.

-No vas a ir a ningún lado muñeca, no sabes las ganas que te tengo, te hare mía todo el maldito día, no podrás ni caminar, gritaras mi nombre una y otra vez -

Me dijo en un tono frio, mi sangre se volvió fría, el me volteó para quedar de frente con él, se subió encima mío y me miro con ojos llenos de lujuria.

Esto no puede ser verdad, mi sueño, ¿fue una advertencia? no debí haber salido hoy, yo seguí forcejeando, el tomo mis manos con una de las suyas y mis piernas con las suyas, me tenía completamente inmovilizada. Obviamente él tenía más fuerza que yo.

-Eres demasiado linda, tu piel es tan suave-

Me toco la mejilla con su mano y recorrió hasta llegar a mi cuello.

-No me toques, déjame, me das asco -

Seguí luchando, pero era inútil, soy demasiado débil.

-En un momento estarás gozando y gimiendo como una maldita perra en celo-

No, no quiero, le escupí en la cara y recibí una fuerte bofetada, mi vista se nublo mis sentidos se apagaban creo que me voy a desmayar.

(No puedes desmayarte si lo haces estas jodida)...

Me dije a mi misma, mientras intentaba recobrar el sentido, el por lo tanto desgarro mi suéter, mi blusa y comenzó a tocarme mis senos, asco, asco, es asqueroso.

-¡AYUDA! ¡AYUDA! -

Comencé a gritar como loca, pero en vano él puso un pedazo de mi suéter en mi boca para hacerme callar, mis lágrimas rodaron por mis mejillas, estoy jodida y me acabo de dar cuenta de ello.

-Nadie te ayudará muñequita, no hay nadie en este piso, estás a mi merced, mejor pórtate bien no quiero dejar muchos moretones en este hermoso cuerpo -

Me lo dijo y comenzó a besarme desde mi cuello, yo solo lloraba...

Miedo, desesperación, frustración, ira, todos juntos... prefiero morir a volver a pasar por esto.

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