una cena agradable

por fin llegaron las 7 de la noche y ya es mi hora de salida, empecé a tomar toda mis cosas en mi escritorio cuando entró Santiago

Santiago : prepara toda tus cosas que ya nos vamos (en tono autoritario)

Isabel : ah, es que me vas a llevar a casa? si mal no recuerdo dijiste que cada uno por su lado no (dijo ella sonriendo) oh qué pasa Santiago acaso estás celoso de que yo pueda irme con otro

Santiago : no digas tonterías, yo ya también me voy a mi casa, me parece ridículo que salga cada uno por su lado somos esposos o se te olvida (serio)

bueno no quise empezar una discusión así que tome mis cosas y salí con él, para el pasillo se encontraba Miguel nos saludo y siguio su camino

lo noté algo extraño él él me dijo qué Santiago le había llamado a su oficina y que estaba realmente molesto, también me dijo que luego Miguel salió y que tenía un golpe en el labio, la verdad ahora que lo vi no me fijé en eso pues pasó demasiado rápido ni siquiera se detuvo

salimos de la oficina subimos a su auto, el chofer lo puso en marcha pero no íbamos en dirección a la casa

Isabel: oye a dónde vamos? este no es el camino a tu casa (pregunto arqueando una ceja)

Santiago : vamos a cenar no tienes hambre (sonaba un poco más amable, tomó su mano)

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después de pensarlo por mucho rato en mi oficina, me di cuenta de que tal vez sí me gusta mi esposa y mucho y haré lo posible por conquistarla, aunque sé que no la tengo sencilla Ella es una fierecilla

le dije que ya iríamos a casa, si la invitaba a cenar tal vez me iba a rechazar y no iba a permitir que se diera ese lujo

después de unos 20 minutos llegamos al restaurante, es un lugar muy agradable escogí el mejor restaurante de la ciudad donde solo se puede entrar con reservación previa de un mes, pero claro yo tengo acciones acá y entró y salgo cuando me plase

ella se detuvo antes de

Isabel : Santiago que estamos jugando, no me parece que salgamos a este tipo de lugares, Yo sé que debemos mostrarnos cariñosos enfrente de la gente pero recuerda bien que esto es un contrato tú y yo no nos queremos así que no trates de confundir las cosas por favor (decía mirándolo directamente a sus ojos)

Santiago : claro que sí esposa mía tú lo has dicho, no crees que sería muy raro si no saliéramos de vez en cuando la gente sospecharía que no nos queremos y eso sería fatal pues la idea es hacer ver que este matrimonio es verdadero (dijo mientras la tomaba de su mano, caminando al interior del restaurante)

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después de escuchar sus palabras bueno tener algo de razón quién va a creer que somos esposos y que estamos enamorados y no salimos de vez en cuando, este lugar es realmente bonito Ojalá yo le gustará aunque sea un poco porque él realmente me gusta, pero que estoy diciendo otra vez pensando en estupideces que nunca van a pasar

pasamos un largo rato en ese lugar cenamos muy agusto, su compañía es algo maravilloso él es muy amable conmigo bueno en ocasiones porque otras veces es un ogro, pero él es un hombre con el que se puede hablar de cualquier tema es muy inteligente

cuando estábamos saliendo del restaurante, torpemente me tropecé cerré mis ojos para solo sentir el golpe, pero el golpe nunca llegó abrí los ojos y estaban los brazos de Santiago nuestros rostros estaban tan cerca que fue algo inevitable y caímos en un apasionado beso

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