Capítulo 7

-tragiste lo que te pedí? Pregunto Bradlly cuando llegue al lugar en donde se iba a entregar el cargamento, era una bodega que se encontraba en un sitio alejado de la ciudad,  un lugar abandonado a la vista de muchos.

Rodé los ojos con fastidio, bajé de la moto y saque del bolsillo de mi chaqueta una bolsa,  se la entregue de mala gana.

Bradlly la recibió emocionado, la abrió,  metio la mano, saco una de las galletas y comenzo a comer.

-cuando le dije que eran para ti, las empaco con cuidado conté,  él sonrió con burla.

-ahora me quiere más a mí que a ti aseguró en tono burlón.

-ella siempre será mía aseguré, hasta que el juego termine me contradijo mi mente, asenti dándole la razón.

-y quiero pedirte un favor.  Cuando yo este lejos cuidala y no dejes que nadie la toque pedí, ellos eran compatibles, estaba seguro que se pertenecían el uno al otro, tal vez algún día la chica volviera a sonreír 😃.

-promesa de hermanos dijo dándome la mano.

Esperamos un tiempo más ahí.

Eran las 3:00am de la madrugada cuando el cargamento llegó. Nos encargamos de verificar que todo estaba bien,  lo guardamos y nos fuimos a la casa.

-el cargamento llegó y esta seguro informó Bradlly, sentándose frente a papá,  yo me senté a su lado.

-hay un negocio en Rusia que tenemos que cerrar y uno de ustedes tendrá que ir informó papá en tono serio. Bradlly y yo nos miramos con complicidad.

Ir a Rusia era como meterse en la boca del lobo, los rusos eran nuestros peores enemigos y no pensarían dos veces antes de matarnos.

Papá siempre mandaba a Bradlly a cerrar ese tipo de negocios, pero su rostro no mostraba nada que afirmara o negará lo que pensaba.

-no voy hacer yo quien se exponga, soy el jefe de la organización concluyó él poniéndose de pié.

- como siempre es seguro que iré yo comento Bradlly en tono cansado.

Tenía cargo de conciencia por haber matado a mamá cuando nací, de ninguna manera iba a permitir que alguien más muriera por mi culpa, Bradlly era la última persona que quedaba en este mundo 🌎 a quien yo quería, no lo iba a dejar morir.

-que te parece padre si esta vez voy yo propuse con seguridad.

-yo voy a decidir cual de los dos va a ir intervino papá en tono autoritario.

-la verdad nunca te hecho falta y jamas has dicho que soy alguien importante o insustituible a diferencia de Bradlly que lo es todo para ti comenté en tono frío.

Recibí una mirada curiosa y de confusión de parte de mi hermano, pero aún así él no dijo nada.

Papá se quedo en silencio un par de minutos y luego nos hizo saber su decisión, una decisión que sin duda yo esperaba. Por alguna razón sabia que eso pasaría.

-Bradlly tú te quedas conmigo,  eres necesario aquí informó en tono autoritario.

-pero papá intervino Bradlly tratando de contradecir su decisión pero sabia muy bien que papá no era de las personas que retrocedía o se echaba atrás en una decisión como lo era esta.

-pero nada. He dicho dijo en tono cortante. Nos pusimos de pie y salimos de la oficina.

-creo que es momento de terminar con ella informé soltando un suspiro pesado.

-ten seguridad que vas a volver vivo ordeno Bradlly fingiendo serenidad.

Era poco probable que yo volviera de Rusia, aunque antes era para mí un regalo morir ahora no lo era. Sentía miedo de partir, pero debía mostrarme fuerte y seguro.

~♥~

Fui a recoger a Sheila al colegio y la llevé al departamento,  intenté aprender a cocinar, disfruté cada momento, su sonrisa,  su risa,  su mirada, sus besos,  sus caricias.  Ella se habia convertido en mi todo o talvez solo seguía siendo mi juguete y queria que todo el mundo creyera que ella era mi debilidad y que habia dejado atrás mi crueldad pero eso no pasaría. Yo jamas me enamoró,  solo juego con ellas.

-y que tienes de postre? Pregunte lavando los trastes mientras ella los secaba.

Vi por el rabillo del ojo como hizo una mueca pensativa.

-lastimosamente para ti, no tengo nada informó ella. Le pase el último plato y la observé con detenimiento,  Sheila era perfecta, cada una de sus facciones,  sus gestos,  sus cualidades,  toda ella era perfecta que pena que eso iba a terminar pronto y que su sonrisa no era lo que yo creía.

-que pena dije fingiendo tristeza. Ella sonrió, dejó el plato en su lugar y me abrazo.

Uno de los mejores abrazos,  no queria que se fuera de mi lado,  la bese con posesión, con cariño, con dolor,  con paciencia.

Toque cada parte de su cuerpo con delicadeza y fue entonces que comprendí la gran diferencia entre sexo y querer, me sentí satisfecho por primera vez en la vida y verla dormir entre mis brazos fue la mejor forma de trasnochar aunque pocas horas antes de amanecer el sueño me venció.

~♥~

Desperté por los estruendosos ruidos que estaba seguro provenían de la cocina, miré a mi lado recordando lo sucedido la noche anterior pero ella ya no estaba. El juego había terminado.

Me levante, me duche, me vestí y sali de la habitación. Mis sospechas fueron ciertas,  Sheila estaba en la cocina con una de mis camisetas paseándose por la cocina mientras cocinaba algo que olía exquisito.

Caminé lentamente y la abracé por la cintura haciendola sobresaltar, ella sonrió,  se dio la vuelta y me regalo un beso que iba a guardar dentro de mí e iba a recordarlo como uno más de mis trofeos 🏆.

-buenos dias saludo besando mi mejilla.

-qué hay de bueno? Pregunte mirando las ollas.

-un buen desayuno, para que este te resulte un excelente dia respondió Sheila volviendo a darse la vuelta para servir en la vajilla el desayuno.

Talvez este seria el último dia que compartiría junto a ella y pensaba disfrutarlo al máximo,  no queria dejarla ir, quería seguir jugando e inventar otro juego para seguir con ella, pero era necesario dejarla ir porque si permanecía a mi lado lo único que yo podría ofrecerle era sufrimiento.

Para mí no habia segundas oportunidades, yo era un monstruo hace tiempo, pero ella se merecía tener una segunda oportunidad lejos de mí, para amar de verdad.

Sheila era una salida del mundo tan cruel en el que vivía,  se habia convertido en juguete favorito, tenía que arrancar esa sonrisa de su rostro y después de tanto tiempo de analizar cada uno de sus comportamientos por fin habia encontrado su punto débil,  iba crear una tristeza en su corazón,  una tristeza tan cruel que la iba a perseguir siempre como una sombra y que nunca la iba volver a dejar sonreír porque todos absolutamente todos teníamos una debilidad.

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