Una triste despedida

Los días pasaban y la salud de Leonardo se iba deteriorando, ya casi no salía de la casa y pasaba demasiado tiempo descansando. Los medicamentos solo lo desgastaban más. Ana decidió contratar a alguien para que lo cuidara y estuviera al pendiente de sus necesidades.

Magy supo de las intenciones de Ana y aquella noche se apresuró a hablar con ella _permítame ser yo la que cuide de él, seguiré cumpliendo con mí promesa nunca sabrá nada de nuestra familia._ Ana la miró con cierta desconfianza _ voy a pensarlo y veremos si es prudente_ ella se retiró del lugar. Esperaba poder ser ella quien estuviera junto a él, a la vez Ana tenía miedo de que Magy sea capaz de contarle algo a Leonardo, pero decidió permitir que sea ella quien lo cuide, tenía temor de qué podría llegar a contar si ella se negaba a su petición.

Habían preparado un cuarto bien equipado para Leonardo, su salud estaba cada vez peor, en la habitación había aparatos he incluso un respirador, el médico de la familia vino a verlo y antes de irse dio instrucciones a Magy sobre como debía darle los medicamentos y en qué horarios, además le explicó cómo usar los aparatos de ser necesario.

Desde aquel día Magy pasaba casi 24 horas al día en aquella habitación, se encargaba de los medicamentos, de mantener el lugar limpio y de estar atenta a las necesidades de Leonardo, Ana había mandado a colocar un sofá en el lugar dónde ella descansaba por las noches y durante algunas horas del día mientras Leonardo descansaba ella leía, a veces leía para él, ya que disfrutaba mucho de escuchar sus lecturas. Nahiara al regresar de sus clases también pasaba por aquel cuarto y pasaba horas allí junto a su hermana y haciendo compañía a quien consideraba un padre.

Ana comenzaba a sentir como la soledad avanzaba en la casa, cuando se sentaba a la mesa a comer la mayoría de las veces lo hacía sola, algunas veces Nahiara le hacía compañía pero solía estar haciendo compañía a Leonardo, cuando ella se sentaba en la sala ya no se escuchaban los juegos y risas de Leonardo con las chicas, sin darse cuenta ya se había acostumbrado a todo esto y ahora la soledad se hacía sentir a su alrededor, el silencio cada día ganaba más espacio en aquella gran casa.

Leonardo sentía como su vida se iba apagando, pensaba que no pudo hacer todo lo que hubiera querido, tantas cosas que hubiera querido vivir y no vivió y ahora ya no podría hacerlo. Una noche cuando Magy estaba sentada a un lado de su cama él comenzó a hablarle de su pasado, desahogarse iba alivianando la carga que llevaba sobre sus hombros y traía paz a su cansado corazón.

Entre sus anécdotas le comentó que antes la familia Cruz estaba constituida por dos hermanas, eran unidas y disfrutaban la una de la otra, pero cuando el amor llegó a ellas se despertó también una rivalidad, ambas se enamoraron del mismo hombre y aunque él correspondía al amor de Estela la vida les jugó una mala pasada, y cuando la maldad alcanzó el amor que se tenían logró separarlos, él se hizo cargo de sus acciones y ella solo se alejó. Cada uno tomó caminos distintos, ella nunca supo que en realidad el no fue padre, él no amo a Ana y tampoco logró ser feliz.

Pero los caminos se separaron tanto que nunca se volvieron a cruzar, ¿Qué habrá sido de su vida? ¿habrá logrado ser feliz?. Noche tras noche Magy escuchaba estas historias y muchas travesuras realizadas por el par de jóvenes enamorados, el corazón de Leonardo estaba lleno de recuerdos y ella con cada anécdota conocía un poco más sobre su madre.

Con el tiempo ella había olvidado lo poco que había vivido con su madre debido a su corta edad cuando su madre falleció, ella sentía el dolor en las palabras de su padre, agradecía cada día la dicha de haberlo conocido y haber sido parte de su vida aunque sea por un corto período de tiempo. El amor de sus padres era un amor puro, amor de jóvenes pero la rivalidad de su hermana los había separado, ella veía a Leonardo cada día más cansado y comprendía que su momento estaba más cerca.

Esa noche él le dijo que se arrepentía de no haber buscado a Estela ya hacía más de 19 años que no sabía de ella y gran parte de su vida y de lo que él era se fue con ella. Ella se dio cuenta que Leonardo ya no estaría mucho más tiempo allí así que decidió ser sincera con él. _ Hoy te contaré yo una historia, mi historia, pero debes prometerme que serás fuerte y que no te afectará. Prometí que jamás saldría de mi boca esto por eso debes prometerme que no dirás nada al respecto _ luego de eso ella comenzó a contarle su historia, recordaba ser una niña feliz, su madre no solía hablar de su padre solo le había dicho que ella era fruto de un gran amor y ella ahora lo comprendía.

Busco entre sus libros una foto y la puso sobre las manos de su padre, cuando el vio la imagen no hizo más que indagar sobre la vida de la muchacha. _ Mi mamá era Estela Cruz_ inició y le contó como cuando tenía seis años su madre perdió la vida, ella fue separada de su hermana pero estaba tranquila ya que sabía que Nahiara estaba bien. También le contó el motivo por el cual su tía no la trajo con ellos, ella era hija de su esposo. Las lágrimas recorrían el rostro de ambos, él presionaba la mano de ella, ¿cómo podría compensar todo lo que ella había vivido, sufrido y callado? ¿Cómo pudo Ana ser capaz de obligar a una niña a vivir todo esto? pero ella no culpaba a su tía, ella agradecia todo lo que había hecho por su hermana y aunque le costaba un poco comprendía el resentimiento que tenía hacia ella.

Ana jamás logró ser feliz arrebatando la felicidad de su hermana, no logró ser madre, no pudo tener el amor de Leonardo y él rencor que guardaba no le permitía vivir en paz. Bastante era su castigo ya. Leonardo comprendía las palabras de Magy por lo que no dijo nada al respecto a su esposa y pasó sus últimos días disfrutando de su hija, contándole sobre su madre y pasando con ella el mayor tiempo posible.

Una noche de tormenta que hizo que ella recordará la noche q perdió a su madre se encontraba junto a la cama de él, tomaba su mano y él se despidió de ella, a pesar del dolor que esto le causaba Magy comprendió que era momento de que su padre se fuera, quizás su amor era tan grande que en algún lugar se volverían a encontrar. Al día siguiente se realizó el funeral y la familia despidió a Leonardo.

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