Capítulo 17

Lisa

Se que será el cumpleaños de Máximo pero ante la propuesta de ir a su fiesta que es en la empresa se me revuelve el estómago. No sé cómo presentarme allí, sería su amiga o invitada y tendría seguridad en todo momento además de la protección de él quien como jefe es la mayor autoridad pero aún así me siento nerviosa.

Ya que no hay personal me fui a la habitación que está a la derecha de la principal pero luego de dar mil vueltas y pensar no conseguí dormir. Tomo aquella libreta que odio con todo mi ser y me dirijo a tomar un vaso de agua. Leo una y otra vez aquellos nombres, la mayoría para mí desconocidos y cuando menos lo espero siento esa exquisita fragancia y está detrás de mí mirando con curiosidad aquellas palabras

-¿Que... que haces aquí? Me iré ahora, solo... solo vine por un vaso de agua

-Tu no te vas, ¿Por qué tan nerviosa? ¿Por qué tienes todos esos nombres ahí anotados y esas sumas de dinero?

-Es un asunto personal

-Soy tu esposo, dime. ¿Por qué tienes los nombres de muchos de mis empleados ahí? ¿Por qué estás tan nerviosa y con tus ojos llorosos?

-No puedo decírtelo, es vergonzoso y humillante, fui una estúpida ¿Está bien?

-Dame tu versión de la historia y déjame juzgar por mi mismo

-No hablaré de esos temas íntimos contigo, ya te dije fui estúpida, confíe y me fallaron

-Por favor dime- la abracé, por un momento luchó para soltarse pero no la dejé escapar hasta que simplemente dejó de luchar y lloró

-Perdóname por esto, yo no soy así

-Ve a mi habitación, te llevaré un té y hablaremos

Resignada fue allí mientras preparé dos tazas de té y las llevé. Me senté en la cama a su lado y le entregué una taza y esperé que hablara

-Cuando mi madre comenzó a trabajar en tu empresa hizo varios amigos allí, aveces iban a casa a buscarla y de allí se iban a bailar o tomar, no lo sé ni me interesa. Ella aveces llegaba ebria y otras veces ni siquiera volvía en lo que duraba el fin de semana. Cómo comprenderás era algo normal que se repetía varias veces al mes y no era de extrañarse que vayan sus amigos a casa en días laborales tampoco. Yo no trataba con ellos, no me sentía cómoda ni tampoco tenía permitido acercarme a ella cuando estaba con sus amistades. Una visita se hizo frecuente y en cierta manera me acostumbré a verlo cada vez más seguido

-¿Ese fue tu novio?

-No se que fuimos. En definitiva mi madre también me pedía que le contestara si me hablaba y no se molestaba si hablaba algunos pocos minutos. Él me trataba bien, me decía cosas para hacerme sentir bonita pero lo que más me gustaba era su sentido del humor, me divertía con sus chistes. Él era la única persona con la que hablaba, los minutos que su visita durara me olvidaba de lo miserable que era mi vida. Un día me besó y no podría decir que me gustó, luego siguió haciéndolo con el tiempo. Yo era estúpida e ingenua

-¿No sentías nada?

-Entonces un buen día comenzó a insistir en que era hombre, que tenía necesidades, que si no accedía a llegar más lejos no lo vería más. Lo pensé demasiado, jamás había considerado la idea de estar con alguien y menos de ese modo, no tenía ganas pero asumí que estaba bien, que era algo normal. Accedí de todos modos porque él me trataba bien y en cierto modo no quería perder la única persona que tenía. Pero como una idiota caí, cometí el mayor error de mi vida y no he pasado día en el que no me arrepienta

-¿No te trató bien? ¿Tenía novia quizás?

-No se que signifique tratarme bien, lo único positivo fue que el sufrimiento duró poco, unos pocos minutos y me dijo que me vista y me fuera, que necesitaba dormir. Volví a casa con dolor y llorando, me había arrepentido antes de que todo comenzara. No volví a verlo por casa hasta que pasó un mes. Fue a buscarme solo porque quería repetir. No accedí, aquello era horrible y doloroso, así que me golpeó fuerte en el estómago y se fue

-¿El te golpeó cuando te conocí?

-No Máximo, el no tuvo nada que ver allí. Fue meses atrás

-Entonces no entiendo, ¿Quienes son todos los de la libreta y que tiene que ver con quién tuviste tu primera vez?

-Que el fue a casa y mí madre tuvo la brillante idea de hacer una apuesta con toda esa gente por si o por no. Es decir, si yo tenía sexo con el o si me negaba. Él estuvo conmigo por eso solamente así que cumplió lo que era, tomó su dinero y eso fue todo.

-¿Tu propia madre? No puedo creerlo y a él no hay palabra que lo pueda describir porque hasta hijo de puta se le queda corto

-Cuando te conocí descubrí la libreta y la prueba que el entregó en la habitación de mí madre. Por eso todos esos nombres están ahí. La próxima vez que te pida no hablar no presiones, si ya pensar en sexo me da asco tener que contarte todo esto es peor

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