Decisiones difíciles

Los días pasaban y Alex permanecía igual, no había nada que le diera algún tipo de esperanzas. Pasaba largas horas observando a su hermano, en las últimas semanas había pasado poco tiempo con Erick y no fue porque él no la buscará sino que ella evitaba su compañía, ponía excusas constantemente, no sabía cómo iba a decirle que ella no iría a la universidad con él.

Su vida había cambiado mucho, perdió a sus padres, su hermano se encontraba en coma, debía hacerse cargo de las empresas y el tiempo que le quedaba estaba en la clínica.

Las empresas continuaban funcionando , tenía mucho que aprender y que hacer pero no sabía cómo, con ayuda del Consejo directivo tomó la decisión de nombrar un director interino, cada mes le entregarían a ella un informe y sería consultada para tomar decisiones. Esto le daba tiempo para poder estudiar pero lo había pensado bien y no se alejaría de Alex no estando él en aquella cama, respirando gracias a aquellos aparatos. Erick temía que esto sucedería, pero aún guardaba esperanzas, sentía a Brigitte cada vez más lejana, ya no era su Brigitte había algo que se había ido de ella.

Faltaban pocos días para partir a la universidad, lo planearon tanto, se harían compañía todos aquellos años lejos de sus familias, pondrían todo su esfuerzo y volverían siendo médicos. Que lejos habían quedado aquellos sueños, aquellos planes construidos en el aire.

Erick invitó a Brigitte a cenar, la pasó a buscar por la clínica y fueron a un restaurante cerca, la noche era hermosa, soplaba una brisa suave, Brigitte estaba hermosa con su vestido negro como aquella noche y su cabello suelto.

Se veía más recuperada incluso de a rato algunas ocurrencias de Erick le sacaban una sonrisa, así transcurrió aquella hermosa noche, por primera vez también tomaron unas copas de vino, no paraban de reír el uno del otro.

Recordaron tantos momentos vividos, tantas travesuras, desde muy pequeños la mayoría de sus recuerdos eran compartidos. Erick le recordó que en dos semanas se iría a la universidad.

_ ¿Ya dejaste todo preparado para cuando nos vayamos? Mis padres viajan esta semana para asegurarse que la residencia se encuentre en condiciones_

_ Erick yo no me puedo ir, no puedo dejar a Alex así, por mi culpa se encuentra en aquella cama y solo viviré para darle la mejor calidad de vida que pueda. Han pasado casi cuatro meses y no hay ni un solo cambio. A veces dudo que él este allí, no creo que escuche mis palabras, no creo que me haya oído las veces que he rogado por su perdón _

Las esperanzas de Erick rodaron por el sueño aquella noche, pero no quisó arruinar el momento y siguieron hablando de sus aventuras y tomando uno que otro trago. Las horas pasaron tan rápido que el restaurante estaba por cerrar, cancelaron su deuda pero al levantarse de sus lugares todo se complicó, Brigitte no podía parar de reír y Erick no sabía cómo lograrían salir de aquel lugar y peor aún cómo iba a conducir así.

Al ver la situación el dueño del lugar y conocido de los padres de los muchachos pidió a unos de los meseros que conduzca el coche a donde ellos le indiquen. Así fue como llegaron a la residencia Ston, ambos bajaron del coche ni uno se podía mantener en pie, pero al abrazarse conseguían cierta estabilidad.

Juntos caminaron a la habitación de Brigitte, al ingresar no paraban de reír de aquella habitación rosa que habían decorado juntos, el centenar de fotos que había en las paredes de sus momentos memorables.

Brigitte se sentó en la orilla de la cama y Erick cayó al suelo, entre risas logró sentarse junto a sus piernas.

_ Yo no me iré sin ti, este es nuestro sueño, no te dejaré en el camino. Yo quiero estar contigo_

_ También quiero estar contigo pero no iré, no puedo hacerlo. Ahora sube que hay que descansar_

Brigitte tironeaba de Erick para levantarlo pero no fue posible, esto le daba risa y no lograba juntar las fuerzas necesarias, cayó sobre Erick quien la tomó en sus brazos y ella se acomodó el cabello, sus rostros estaban muy cerca, casi respiraban el mismo aire.

Erick acarició su rostro y ella cerró los ojos, él se acercó y beso sus labios, ella respondió a este beso a ambos se les aceleraba el corazón, como si se les fuera a escapar del cuerpo. Él se alejó un poco se miraron fijamente, y luego apoyó su frente en la de ella.

_ Sin ti nada tiene sentido_ Ella solo lo abrazo y en pocos minutos quedaron dormidos.

Pasaron las horas, cuando él despertó se encontraba rodeado por sus brazos y el techo se veía muy lejos, cayó en cuenta que se encontraban en el piso. Se incorporó lentamente, paso las manos por su rostro y se levantó la tomó entre sus brazos, la dejo en su cama. Dejó un beso en su frente y salió de la habitación.

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