Baile de Gala

Cap 18

Baile de gala

La noche llegó, y con ella, el baile de gala del torneo, el gran salón del castillo estaba en todo su apogeo, las copas llenas, la mesa lista, la vajilla de plata y oro esperando por sus comensales, Diana escogió un vestido entallado y sexi, luciendo un escote de muerte, además de lucir como una hermosa guerrera, una digna descendiente de su linaje de sacerdotisas, ella quería ser el centro de atención

- Bertha, quiero que estés detrás de mi silla en todo momento, se que no te gustan estos eventos, pero necesito que me cuides, que estés atenta a cualquier cosa que me quieran dar, si bien sabes que soy muy desconfiada, así que ponte guapa y ayúdame si? - Bertha mira a Diana con ganas de darle unas buenas nalgadas, era sencillo escoger un esposo, pero no, ella quería teatro y película a bordo-

- Está bien majestad, sabe que no puedo negarme, pero eso sí, sus doncellas estarán a su lado, no quiero que se niegue, y así mismo me ayudan a cuidarla, así que Melissa, no te escondas y anda con su majestad

- Está bien, solo que terminarán casandome con alguien, y no quiero…- Melisa hace pucheros como niña regañada, ella está renuente a casarse, quiere quedarse con Diana y vivir en el palacio como su doncella

- Bueno chicas, la noche es joven y hay que darnos un caldo de ojo, a ver qué otros papuchis nos trajo el destino!! Ya quiero ver el desfile, espero que les guste lo que les tengo preparado- Diana aplaudía como niña esperando a abrir los regalos de cumpleaños, ella tenía planeado un desfile con presentación y todo, había instruido a Henry en cada una de sus locas ideas, ella quería el show completo y con tarima y todo- bueno chicas, a disfrutar que la noche es joven, y yo soy la reina del baile, o mejor dicho, la emperatriz-

Diana les guiño el ojo, y salió desfilando como en una pasarela, si bien era costumbre que ella entrara al final, está vez sería al contrario, ella entraría de primera, y se sentará en su silla a esperar el desfile de pretendientes, así que, con esta idea, llega a la entrada del salón, dónde la esperaba el general Emmanuel, con su uniforme impecable, alto, fornido y muy guapo, Diana babeaba imaginando ese dios griego envuelto en sus sábanas

- ¿Está bien majestad? Se ve un poco roja, ¿tiene temperatura?- el pobre general no tenía idea de que la mente retorcida de su emperatriz lo tenía desnudo y a su Merced en sus pensamientos, aunque él no era ningún santo, ya había desnudado con la mirada a Diana, ya que su vestido era un pecado, y él, quería pecar…

- ¿Ah? Ehh! Si… general, maestro eh, es que camine muy rápido y me acalore bastante- Diana se trataba de dar aire con las manos con el fin de bajar los humos- vamos, ingresemos

- Con ustedes, su majestad Sol del imperio, la emperatriz Diana whisperwind de Azeroth y su acompañante general Emmanuel Williams Conde de Ventorm

- Así que es Conde, que bien guardadito se lo tenía maestro, pero tranquilo, seguirá siendo nuestro secreto- Diana le guiño el ojo y sonrió pícaramente, caminaron a la silla del trono, y aunque la decoración era algo diferente a lo acostumbrado, Emmanuel no dijo nada- ah maestro, algo más, por favor, ya que entró conmigo, quería pedirle que vuelva a la entrada, será presentado nuevamente como uno de los participantes del torneo, así que espero verlo más tarde- Diana sonrió y mordió su dedo índice con ojos pícaros, haciendo sonrojar al hombre apuesto que tenía en frente al cual no le quedó de otra más que obedecer y salir nuevamente

- Bienvenidos ministros, ustedes están aquí en calidad de invitados, pero también serán testigos de los participantes del torneo del cual saldrá mi futuro consorte, por qué eso sí lo dejaré en claro, el que yo escoja esposo no quiere decir que será emperador, ese derecho es mío, por matrimonio y por nacimiento, en mi linaje está escrito y ustedes los saben!!!- Diana hablo fríamente, dedicó una mirada a cada uno de los miembros del consejo, esa mirada acusadora y que escudriña el alma, ellos sabían que ella era alguien de cuidado.

-Majestad, será como usted diga- el Márquez Trump hacia una reverencia y con cara de pocos amigos, su hijo no logró entrar como un posible candidato, era muy malo en los combates, pero ya tendría un as bajo la manga, por qué le vendería el alma al diablo, y este tiene nombre y viene con corona incluida…

-Bueno, que comience el desfile!!

Henry aplaudió, y en la entrada se divisaba una fila de hombres de todo tipo, altos, bajos, fornidos, atléticos, los cuales serían puestos a prueba en los siguientes días…

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xhic@s aquí les dejo una imagen de como me imagino a nuestra emperatriz, es algo hermosa y rebelde, eso sí, quiero aclarar que le imagen no es mía, doy crédito al autor de la imagen, la baje de pinterest

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