Pelea

Cap 9

Pelea

En el gran comedor, se encontraron los dos maestros de la Emperatriz, esos dos hombres guapos y fornidos se retaban con la mirada, en el ambiente, se podía palpar cierta rivalidad, las puertas se abrieron y por ellas entró Diana

- Majestad, bienvenida, - los dos hombres hicieron una reverencia

- Gracias maestros- pasó a ocupar su lugar, y dió la orden para servir la comida

- Y bien, ya se conocen?

- No majestad, no tengo el honor… Emanuel habló primero

- Soy Dominic Carter, un gusto saludarle- se presentó levemente, y ocupó su lugar de nuevo

- Un gusto, mi nombre es Emanuel Williams, cuarto General de caballería

- Bien, ya que se han presentado, por favor comamos- Diana terminó la presentación, pues se sintió algo incómoda, estos dos hombres sacaban chispas al ambiente

- Majestad, mañana inicia su entrenamiento?- preguntaba Emanuel

- Creo que no se va a poder, está entrenando conmigo, verdad majestad?- Dominic levantó una ceja y miro con cierto desdén a Emanuel

- Creo que es algo que debe elegir nuestra emperatriz, no es cierto?

- Pero yo llegue primero, así que debes respetar …- Dominic se estaba conteniendo por no iniciar una pelea en plena cena

- Exacto, ella ya entrenó con usted hoy, por ende puede hacerlo mañana conmigo, verdad Majestad?- Emanuel miró a Diana con ojitos de gato tierno

- Diana ya estaba cansada de tanto Vaivén, si no paraba la disputa, estaría en medio de dos machos marcando su territorio

- Ya basta los dos, mejor me retiro, les diré que mañana no entrenaré con ninguno, y como perdí el apetito, me voy- Diana de levantó en señal de irse del comedor seguida de sus doncellas

- Viste lo que hiciste, la hiciste enojar, ahora no querrá verme…- Dominic se lamentaba, él quería hablar un poco más con ella

- La culpa fue tuya, por qué no me dejaste entrenar con ella mañana, ¿Tú ya lo hiciste hoy? No la vas a tener para ti solo, si eso es lo que pretendes, no te lo haré fácil- Emanuel lo miró desafiante- de una vez te advierto, ella me elegirá a mí, así que hazte a la idea que te irás apenas termine su entrenamiento.

- Eso está por verse, ella me gusta, y no estoy dispuesto a ceder, y menos ante un soldadito inferior a mi- Dominic hablaba muy seguro de sus palabras, sostenía la mirada todo el tiempo

- ¿Quieres apostar? - Emanuel reto a Dominic

- Que sea un reto, y que gane el mejor- Dominic alargó su mano en señal de pacto y Emanuel lo aceptó.

- Una cosa más, delante de ella ni una palabra- Emanuel dejó en claro que Diana no debía saber nada de este reto y que pondrían reglas para no incomodar a la emperatriz.

Ya en su habitación, Diana estaba sentada en su tocador, Bertha peinaba su cabello, se disponía a dormir, pensaba en el pequeño conflicto que tuvo con ese par de hombres

- Y ahora que voy a hacer, deben llevarse bien, están muy guapos pero si me hartan, se irán los dos…- Diana dejó salir un suspiro, nunca pensó tener esos dos especímenes divinos peleando por ella,- si, se irán los dos, por qué no me puedo decir por uno...

la mañana llego muy rápido, y aunque dijo que no iría a entrenar con ninguno, si se dispuso a entrenar sola, como en su vida pasada fue una detective, tenía un buen cuerpo y muy buen estado físico, así que vistió su ropa de entrenamiento, había la dado a hacer un kimono como los que se usan para entrenar artes marciales, se fue al jardín privado, y comenzó a correr, dándole vueltas y realizando un circuito de entrenamiento, luego mando a traer unos costales para golpear, y así ir preparando su cuerpo para después, estaba entretenida dando golpes al saco, cuando lanzó un golpe con la pierna, sintió que alguien bloqueo su golpe, Diana reaccionó y se puso en guardia, en una postura de pelea, observó un hombre alto con traje negro, era como un ninja, con su cara cubierta, solo se veían sus ojos, unos ojos verdes muy bonitos, de pronto está persona respondió atacando a Diana, regresando el golpe, a lo que ella respondió, y así estuvo un rato, lanzando golpes y esquivando golpes, pues aunque no era su cuerpo entrenado, ella sabía golpear bien, lo que le sorprendió a esta persona, al cabo de un rato, estaban exaustos, ninguno cedió a los golpes del otro, y así dieron por terminada la pelea y fue un empate.

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