Cap 17. Carcomer la cabeza

Después de unos días, fueron llega do algunos profesores particulares que debían seguir con la clase para pertenecer a la realeza, no me interesa a mucho la verdad, tampoco era como si me gustara que me estuvieran dando órdenes de cómo comer, vestir y caminar

- ¿Señorita, acaso subió de peso en este corto periodo de tiempo que no la vi?

- Estuve en cama y el médico recomendó que me alimentara mejor

- No debe hacerle caso, usted sabe que una dama entre más pálida y más débil se vea, más atraerá a los hombres, les despertará su instinto protector, peor aún si es su alteza, debe cuidarse más

Ahora está disque profesora de etiqueta se atreve a hacer menos las palabras de un médico certificado

- Señora o debo decir profesora

- Llámame como usted guste, aunque prefiero que me diga profesora, el termino señora se me hace muy fuerte

- Entonces... ¿Me está diciendo que arriesgue mi salud para satisfacer los fetiches de un hombre?

- ¡Qué son esas palabras! Le voy a pedir que module su vocabulario

- Y yo le voy a pedir que ponga los pies en la tierra, me esta diciendo que me pudra en los huesos para gustarle a alguien, que yo sepa también tengo mis manos para hacer mis cosas, no solo voy a ser un maniquí a quien solo vistes con tela y adornan come sas piedras que pesan como un kilo cada una

- ¡Señorita!

- Señora, usted es la que debe cerrar la boca, no se está refiriendo a nadie más que a la única hija del duque Larsson, usted es quien debe tener más respeto y evitar alzar la voz, además... Me está pidiendo bajar de peso cuando a usted no le cierran los botones de la falda

No me gusta juzgar a alguien por su peso o su cuerpo, simplemente me desagradaba, pero si no le daba una lección directa, no creo que haya comprendido.. Soy una cobarde por hacer esto...

- ¡¿Cómo se atreve?!

La señora jalaba su chal intentando cubrirse mientras su cara estaba roja de ira

- Alonso

- Dígame señorita

- Parece que a la señora se le subió el azúcar, sean tan amables de llevarla a su casa

- Inmediatamente

Después de que saliera, me quedé sola en la habitación... No había mucho que hacer, así que me dirigí a la biblioteca, por alguna razón mi mente estaba caótica... No, de echo si sabía la razón... Pero no podía retractarme ahora mismo por eso, solo esperaba en lo más profundo de mi corazón, que esa señora no desquite su ira con alguno de los integrantes de su familia

Estaba en un rincón sentada leyendo un libro, pero no estaba concentrada en esto, hacía ya mucho tiempo que que no me ponía a pensar así... Aunque haya veces en que pueda resultar fastidioso, a comparación de mi vida anterior, aquí tengo a personas que me respaldan o al menos eso es lo que hacen los padres de Ibeth... Los cánones de belleza son un poco más estrictos de seguir

No quería darle tantas vueltas a la cabeza, ya ne conocía y sabía que, si no me entretenía en cualquier cosa, estaría carcomiéndome la cabeza con la misma idea en todo lo que resta del día

Estaba entre dormir un rato o ponerme a leer un libro, pero escuché a alguien llamar

- ¡Señorita! ¡¿Dónde está?!

Era alonso, quien la estaba buscando de manera desesperada

- ¿Estoy aquí?

Le indiqué donde estaba para evitar alarmar ms personas y que empezaran a buscar como locos

- ¡Señorita! ¿No sabe lo preocupado que estaba? No sabía dónde estaba, además de que había escuchado algo terrible... No debí permitir que le hablaran así

Y aunque él quisiera intervenir no podía hacerlo, terminaría siendo despedido o incluso le podrían quitar su título de caballero

- No necesitas preocuparte por eso, sabemos ambos que no puedes arriesgar tu título

-... Entonces ¿podría acompañarla por un momento?

- Por supuesto, aprovecha para descansar la vista un rato

Estuvimos conversando un poco de las próximas clases y del compartimiento de los otros profesores. También aprovéchate para contarle todo lo que he estado haciendo y por qué en específico me alié con Elvira; después de escuchar mi versión, su rostro se tornó oscuro, luego comenzó a soltar rabietas, cosa de lo que me sorprendí, no pensaba que lo vería a él en específico, estar irritado y reclamando al mujeriego de Eduardo

- Eh... Sabes que no diré nada de lo que conversamos aquí, pero deberíamos evitar comentar esta situación frente a otras personas porque como siempre tomará que yo me metí en el medio

- Para usted es si prometida

- Asi sea la esposa, mi reputación no es buena para la mitad de la población

- Señorita~

- Nop, esta vez tienes que hacerme caso, lo que si quiero es, como ya te dije, hacer que el rey rompa el compromiso y ya sabes por donde va el asunto

- La ayudaré en lo que pueda

- Por ahora creo que iré a reunirme con mi compi para chismear de esto y de paso para generar más rumores sobre la mala educación que tienen los profesores están dando... Aunque me veré más villana que de costumbre por hacerme la víctima, no me importa, todavía tengo algo bajo la manga

Sabía que si el rey me llamaba para explicar los chismes, podría contrarrestar todo esto y redirigir la conversación hacia su mala elección de personas, quizá pueda aprovechar ese momento para presentar el proyecto que tengo bajo la manga

Estuve conversando un rato más con Alonso, estos temas eran cosas triviales y ahí me comentó que hubo una vez que uno de sus compañeros con los que entrenaba era mujeriego, engañó a una pobre chica y después la dejó con su hijo, sin hacerse cargo de ello, después se buscó a otra y le hizo lo mismo, solo que está chica no se dejó y lo mandó a apedrear

Vaya que fue intenso que incluso lo dejó cojeando, por eso Alonso se sintió molesto al ver que su jefe hacía lo mismo, dejando mal a su prometida ante la sociedad

Si que fue intenso este caso que me contó, pero está bien que la otra chica lo haya mandado a golpear, a fin de cuentas tampoco estaban comprometidos solo era una relación libre

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