Cap 13. Patitas pa que te quiero

Tan pronto como ingresamos, pude observar varias mesas, entre ellas las más acumuladas eran de la ruleta y el de las cartas; casi añhasta el final había algunas mesas de apuestas por maso o escala de carta, no había mucha variedad, pero sie staban los más populares

En este lugar se encontraban muchas personas, todas ellas ocultando sus rostros con capuchas, otros se colocaban mascaras, pero lo que todos tenían en común, era gastar dinero y evitar que se les reconociera. Aunque siempre había uno que otro intrépido que dejaba al descubierto su rostro, como dándose a notar

- ¿Qué deberíamos hacer?

Alfonso se notaba confundido, dando una mirada completa hacia todos lados, como siempre estando atento a todo lo que rodeaba

- Trata de caminar tranquilo, ahora mismo debemos dejar la etiqueta de lado

Ibeth buscaba con la mirada y escaneaba el comportamiento de las personas, por eso dijo lo que dijo

Era verdad que debían ocultar su rango, mostrándose más desinhibidos, evitando en todo momento que se descubra, en el caso de Ibeth, su género...

- Voy a revisar esta zona

Después de observar todo, me acerqué a la mesa donde estaban jugando con la ruleta y la pelota, quería ver qué tácticas utilizaban o que trampa podrían hacer para detener la rueda en otro número; la verdad es que era mala para este tipo de juegos, pero eso me ayudó a saber cuando debía retirarme y cuando insistir en escoger otro número

Por lo visto cada cuatro vueltas salía un ganador, no era un número certero, solo tener suerte de que te toque en el orden correcto

- Ib ¿Sabes jugar?

- Un poco, solo sé lo básico

Después de observar un poco me decidí en apostar. Fui hacia la ventanilla que estaba a un costado y cambié algunas monedas por fichas, no saqué muchas, solo pedí unas seis. Si perdía no gastaría tanto, pero si ganaba sería bastante oportuno

O eso era lo que pensaba. Ya llevaba perdiendo tres fichas

- Mier... Sir... Digo, Alonso te encargo dos y escoge otra mesa para que intentes jugar

- ¿Yo?

- Quien más, si ganas es tu suerte, ve e intenta

-... De acuerdo, ahora vuelvo

Le dejé dos fichas, quedándome solo con una

Estaba pensando ir a una de las cartas, pero era demasiado ilógico arriesgar, no traje naipes de repuesto y no podría hacer ninguna jugada sin torpeza en el camino

- Joven ¿desea apostar a algún número?

Preguntó el anfitrión de la mesa... Supongo que, ya es la última, voy por el número que siempre dijeron que era de mala suerte, pero al contrario de lo que creían, ese número no me resultaba malo

- Es ojo 13 rojo

Los que estaban alrededor me dieron una mirada como de decepción, al saber que escogí un número considerado de mala suerte, suponía que estaría rindiéndome, tampoco era mentira, este era el último tiro y si no salía me retiraría

Soltó la pelota y parecía que iba a ser otra pérdida, solté un sutil suspiro, traté de desviar la mirada para no ver la perdida obvia o eso iba a hacer, hasta que alguien en la otra mesa gritó ganador, en aquella otra mesa estaba Alonso, vaya que tiene buena suerte... Entonces soy yo la de la mala suerte ja... Jaja... Hasta en esta vida me acompaña la mala suerte

Cuando las demás personas escucharon a un ganador invicto, todos posaron si mirada en él, esto no significaría nada bueno para nosotros, lo que más me dio desconfianza, fue que a pesar de que algunos lo fêlé citaban desde sus mesas hubo otras personas que fueron corriendo a ver lo que pasaba, aunque por su constitución se podía ver claramente que eran mujeres que Extrañamente provenían de diferentes mesas

Para ser precisos, una persona con constitución femenina, se dirigió hacia el lugar donde estaba Alonso; no podía distraerme mucho o eso era hasta que luego me concentré nuevamente en la ruleta que seguía dando vueltas. No sé si fue por eso, que la pelotita cayó en el número que había dicho; marcando ahora, en la mesa donde estaba como ganador

- Doble ganador en una sola noche

- Eso es sorprendente

- ¿Deberíamos invitarles unas copas?

Por lo visto, hemos sido marcados como sus próximas presas. Bueno... No es como que no me haya escapado de un robo antes, solo que ahora si cargaba con bastante dinero, no a comparación de mi otra vida, donde quedé desempleada... Dejaré los relatos tristes para después, por ahora debo buscar una forma para que podamos salir son necesidad de levantar sospechas

Tan pronto como recibí las fichas, me dirigí hacia el lugar donde se cambia a las fichas por dinero; donde me entregaron dos bolsas de monedas de plata. Era suficiente dinero para lo que quería hacer próximamente, cuando hice eso, vi que algunas personas se estaban acercando poco a poco

Parece que ahora es cuando empiezan a venir volando los gorriones, momento oportuno para irme de aquí

- ¿Desea seguir apostando?

-Creo que de momento me quedo con esto, ahora mismo me quedé sin fichas, así que debo ir a cambiar, además de pagar algunas deudas, por cierto ¿mañana también abren?

- Todos los días estamos aquí

- Entonces pasaré mañana por aquí ahora mismo me retiro y gracias

Antes de que se volvieran contra mí para intentar convencerme, pasé por el costado de Alonso dándole un ligero codeo y él comprendió la situación. Cuando llegué a la puerta salí como si fuera natural, pero tan pronto estuvimos los dos, hombro a hombro, caminemos a un paso un poco más apresurado y cuando doblemos la esquina...

- ¿Preparaste tus piernas?

- ¿Por qué la pregunta?

- Porque es momento de correr

Patitas pa que te quiero, puse primera y arranqué, realmente necesitábamos irnos corriendo

Ambos habíamos ganado esa noche, por lo que no sería nada extraño que nos vinieran siguiendo. Además de que habíamos ganado en extrañas circunstancias, debido a eso debíamos escondernos por un tiempo y evitar salir o ir por esos lugares. Tan pronto como doblamos la esquina y subimos por las escaleras de una casa, de quién sabe quién era; solo queríamos tener algo de altura para ganar tiempo, aprovechando las capuchas y nos camuflamos

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