Cap 12. A hurtadillas

No quiero ver su cara~

- ¿Le hizo algo?

Mier... No debí decirlo en voz alta pero es mejor que lo sepa de una vez

- Tengo que contarte algo, pero no sé si es que ahora mismo sea lo adecuado

- No hay nadie más aquí

- Pero puede que estém escuchando... Tendré que decirle que estoy ocupada o descansando, la última vez fue arrogante, no tengo la culpa de que su amante la haya deja-...

- ¿Amante?

- Bueno, ni fue como tal una amante o una aventura, la chica ni sabía que él estaba comprometido, en fin, luego te cuento con más detalles, pero ahora debemos salir y encima este tipo que se aparece

¿Debería escapar a escondidas? No sería tan complicado solo sería cuestión de decirle al mayordomo que le diga que ando enferma... Podría ponerme un poco de maquillaje de más para hacer pasar que tengo gripe, bien eso haré

En lo que ella estaba pensando, Alonso se dirigió a la puerta y habló con el mayordomo; este pareció comprender el mensaje y se retiró

- ¿Qué le dijiste?

- Solo que nuestra señorita se encuentra durmiendo y anda con gripe, con eso no creo que se acerque por unos días más

- Buena idea, sinceramente gracias

- Ahora si podemos irnos

- Espera... No pensaras salir por el balcón ¿o si?

- Nada de eso, acompáñeme

No sLtamos hacia el vacío, pero si nos pasamos de un balcón a otro, llegando a una habitación aparentemente vacía, pero en este momento tenía un pasadizo secreto detrás de una estantería

- ¿Me estas diciendo que todo este tiempo, había una salida secreta?

- Solo es para emergencia, en este caso estamos escapando de alguien indeseado

- Buen trabajo, recuerdame darte una recompensa luego

Salimos por el pasadizo, este daba a la puerta trasera de la mansión, no escabullimos y pudimos ir a la dirección del local que estaba escrito en la carta. Cuando llegamos ahí estaban las personas con quien quería encontrarme

Puede hablar con ellas tranquilamente, además de explicarles a ambas la situación completa del inestable compromiso que tenía con el príncipe heredero; además de contar con el aporte de Elvira, pudimos quedar como los pobres mujeres engañadas; a lo que la gerente nos apoyó y creyó firmemente en nuestro relato, justamente porque se conocía que el rey en su época de juventud también fue una fichita

Al tener el apoyo de ellas, podía tener la confianza de que esto iba a correr a voces, cône sto podía limpiar mi imagen y poder tener un paso más adelante que Eduardo, matando dos pájaros de un tiro

Después de firmar el contrato de trabajo, le hice llegar la lista de las personas que podrían ser candidatas a ser clientas de la tienda. Consecutivamente estuvimos escribiendo algunos inconvenientes para dar a conocer la nueva colección que saldría esta próxima primavera. Aún quedaban unos meses... Realmente no, solo faltaban dos meses para que comience un nuevo semestre en la academia

Tenía algo de tiempo para hacer algunas cosas más, ya de por sí arruiné la trama qué más da si ahora mismo comienzo con un nuevo negocio

- Sir, necesito que esta vez me acompañes a una casa de apuestas

- ¿Apuestas? Señorita, o puede ir a ese lugar tan peligroso

- Estaría a mi lado, así que solo debes permanecer a mi lado, solo quiero ir a hacer un poco de dinero rápido

Alonso soltó un pesado suspiro

Si la escucharan, cualquiera diría que el duque tiene castigada a su hija sin darle una sola moneda; la realidad era otra, Ibeth preferiría conseguir dinero por su cuenta, el motivo de esto solo lo sabían las personas muy cercanas a su círculo

Debido a que la casa de apuestas funcionaba en la noche, tuvieron que vestirse acorde a la circunstancia, aunque... Alonso estaba un poco inquieto

- No

- Por favor, e lo voy a devolver

- Se puede lastimar

- Solo lo voy a usar para aparentar

-... Bien

- Gracias guapo

- ¡¿Qué?!

Lo que Ibeth estaba pidiendo era que Alonso le prestara una espada de las que se usaban en las prácticas de campo; este se negaba, debido a que, a pesar de ser una espada usada para entrenar a principiantes, pesaban igual a una que se usaba de manera oficial, además de ser filosos y ella podría llegar a lastimarse

- Sería mejor que uses esto, puedes llevarlo también en su funda

- Esto... ¿Se achicó la espada por el frío?

- ¡Es un cuchillo!

Le intercambió la espada por un cuchillo que es mucho más práctico de llevar

Lo quedé mirando con cara de confusión

No sé usar ni un cuchillo, pero es mejor esto a nada, solo debo mantener la imagen que estaba creando con esta vestimenta era un alter ego masculino, el cual podría usar para realizar cualquier tipo de negociación sin tener que pasar por problemas, que vendrían siendo los obstáculos por la edad, debido a que Ibeth todavía no cumplía la mayoría de edad establecida

- Ah! Casi lo olvido, cuando estemos en ese lugar solo llámame Ib, no creo que sea correcto que se sepa de mi nombre completo, tampoco te refieras a mí como señorita

- Entendido, justamente le iba a decir que debía usar otro nombre

- Estamos conectados telepáticamente, bien, vamos

Ambos siguieron un camino a escondidas de los ojos de la casa del duque. Lo que querían era pasar por los callejones en modo de atajo para poder llegar más rápido a nuestro destino, lo malo de esto era que algunas de estas zonas pueden llegar a ser peligrosas, sobre todo a estas horas de la noche, pero esta vez quemamis una antorcha de la suerte, porque no nos topamos con ningún inconveniente en el camino

Cuando llegamos el portero quiso saber nuestras identidades, pero esto funcionaba igual que la actualidad

- Soy lo suficientemente adulto par a poder apostar, ten una propina por tu buen trabajo

Saqué una pequeña bolsa de dinero que tenía guardado en un bolsillo del pantalón y se lo di a modo de soborno. El portero que lo revisó no dijo nada y gustoso nos dio el pase

- ¿Cómo conseguiste eso?

- Solo sonríe y pasa rápido antes de que nos hagan más preguntas

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***