Sara no merecía lo que usted permitió

_ No me importa, no la quiero._ Le entregué las llaves de la casa y camine a la salida. 

_ StefRob, solo aceptarla, es un regalo de mi para ti._ 

_ No, Sara yo no quiero una casa que fue comparada con el sufrimiento de la niña más linda que he conocido._ 

_ Amigo, vamos viviré contigo, será un nuevo comienzo._ 

Cuando a Sara se le mete una idea no hay quien se la saque. 

Abrió la puerta y sonrió. 

_ Al fin tenemos un hogar._ Sonrió y yo pase mis brazos por sus hombros. 

_ Si un hogar._ dije. 

_ Si _ Recorrimos la casa había varias recámaras, cada una tenía su baño, la cocina era imperial, todo era muy bonito y se miraba que estaba recién remodelada. 

_ Aquí podrás tener a tu familia _ 

_ Y dale con lo mismo!_ 

_ Es la verdad, mira hay cuatro recámaras, la tuya y la de tu esposa, y la de tus tres hijos, podrás tener todo un ejercicio si los haces dormir en literas._ Sonrió. _ Ya viste el patio?_ 

Dijo viendo por la ventana de la cocina que apuntaba al patio trasero era enorme. 

_ Perfecto para una reunión familiar, tus suegros, amigos y los cuñados latosos!_ 

_ Tienes muy buena imaginación _ 

La cargué y la subí en la barra. 

_ Te amo StefRob y solo quiero que seas feliz, cuando yo no esté._ 

_ Sarita yo no podré ser feliz si no estás a mi lado._ 

Recargé mi cabeza en su pecho, su corazón latía muy rápido. 

Ella pasó sus manos por mi cabeza y después recargo su cabeza sobre la mía. 

Así nos quedamos por no sé cuánto tiempo. 

Después ella se quedó dormida. 

La subí a una de las recámaras y la arrope, le di un beso en la frente. 

La vi dormir un buen rato. 

“creo que nos estamos enamorando de ella” 

_ Creo que ya lo hicimos._ sonreí y salí de su recámara. 

Fui de compras aún tenía dinero que no había metido en el banco y compré, todo lo necesario para vivir por algunos meses, cobijas, artículos de limpieza y demás. 

Casi me gasto todos mi ahorros tenía que encontrar la forma de tener más dinero, también compré alimentos, a Sara le encanta cocinar, y le gustan las manzanas tanto como a mí, pase por un vivero y compre varios árboles frutales, Sara me ayudara a plantarlos. 

Llegué a casa y Sara aún dormía. 

_ Tienes que comer Sara._ La moví. 

Ella me vio con los ojos entre cerrados 

Estoy muy cansada_ pone sus manos en mi mejilla. _ Stefan tengo mucho sueño._ 

_ Descansa, niña linda._ 

¿ Puedes acostarte conmigo?_ 

_ Si!_ 

Ella se hace a un lado y me acuesto aún lado de ella. 

Pone sus diminutas manos en mi pecho, y su cabeza debajo de mi brazo. 

_ Sabes, yo siempre quise vivir en un campo en medio de la nada, casarme y tener 4 hijos._ 

_ 4?_ 

_ Si, no son muchos._ 

_ Jaja si tú lo dices._

Ella se quedó dormida. 

Me dormí después de ella. 

Me desperté en la madrugada ella tenía problemas para respirar, no paraba de toser y se estaba poniendo morada. 

La cargue y la lleve al hospital. 

En cuanto llegue, pedí que la atendiera un doctor. 

Todos parecían ocupados, corriendo de un lado a otro, ella me vio con esos lindos ojos verdes. 

_ Hasta bien._ me dijo tranquilamente y luego sonrió. 

Un doctor llegó y le comenté cómo estaba, la llevaron rápido a ser atendida, la conectaron a un tanque de oxígeno. 

_ Ella necesita de un tratamiento, es muy costoso y no es garantía que funcione!_ me dijo el doctor. _ su leucemia está en etapa terminal._ 

Sentí como si me encajaran un puñal directo en el corazón. 

Ella no, ¿por qué la gente buena tiene que morir?

Me dejé caer al suelo 

Estaba desesperado, no tenía dinero, no tenía familia y no tenía amigos, Sara lo era todo para mí. 

Sin contar que la cuenta del hospital sería muy alta. 

El doctor me dejó a solas ahí estaba yo totalmente solo en la sala de espera. 

Saray no tenía familia, nadie que estuviera con ella sosteniéndola de la mano en los momentos difíciles. 

Llame a Javier. 

Era la única persona en la que confiaba para pedirle prestado. 

Por suerte él estaba en la ciudad aún, con su amigo el tal Gerardo. 

Quedaron de ir al hospital. 

Solo esperé media hora en lo que ellos llegaron.

_ Stefan ¿Estás bien?_ 

_ Ella… _ no podía articular palabras, por primera vez en mi vida sentía que perdía una parte de mi. 

Javier se acercó a mí y me dijo que todo estaría bien. 

Me tranquilicé y me puse en pie, aún tenía que terminar con esos infelices que le habían desgraciado la vida a la mujer que amaba. 

Que idiota fui muy tarde me di cuenta de lo que sentía por ella. 

Me puse en pie, acomodé mi ropa y sequé mis lágrimas. 

¡ Te presento a Gerardo Slim, él será nuestro socio en la asociación!_ dijo Javier. 

_ Mucho gusto señor Gerardo._ lo saludé y dirigí mi mirada a Javier._ Ya no cuento con el capital, mi madre lo robó._ dije viéndolo a los ojos.

_ No te preocupes por eso Stefan, Javier y yo ya hablamos y la asociación se hará ambos pondremos la mitad del capital tú podrás pagar el capital después de tu graduación, he oído que eres muy inteligente y nosotros no podremos estar aquí siempre así que llevarás el control de la compañía en esta ciudad _ Dijo el señor Gerardo. 

_ Seguro de eso?_ voltee a verlo y él asintió 

_ Así es._ Ambos asintieron. 

_ Ahora ¿dime cuánto ocupas?_ … _ Por lo de tu amiga._ me dijo Javier.

_ Aun no lo sé, el tratamiento es muy costoso y ahí probabilidad de que no funcione._ 

_ No te preocupes por eso, iré a hablar con el especialista!_ Javier se fue y me quedé a solas con el señor Gerardo. 

_ Toma._ Me dio un jugo de frutas. 

_ Gracias.

¿ Dónde está la familia de la chica?_ pregunto. 

_ Ella no tiene familia _ 

_ Ha de ser muy difícil para ella._ 

_ Si, lo es_

_ Si algo así le pasará a mi hija no se que haría._ 

_ Tiene hijos?_ … _ Los padres apestan._ 

_ Si tengo dos hijas, no todos los padres son así._ 

_ Claro que lo son, se supone que deben de proteger y guiar, más sin en cambió son los que más daño te hacen._ 

_ No todos los padres son iguales._ 

_ Si algunos son peores._ 

Veo pasar al doctor. 

_ Doctor puedo entrar a ver a Sara._ 

_ Si, adelante._ 

_ Cuídese señor Gerardo._ 

El asintió y luego se tocó la cabeza, por un instante creí verlo pálido, pero no presté mucha atención, solo me importaba Sarita. 

Cuando entré la vi viendo a través de la ventana. 

_ Está lloviendo._ dijo sin apartar la vista. 

_ Si, dijeron que llovería toda la semana._ 

_ Sí._ Ella voltio a verme y sonrió, palmeó la cama como señal de que me sentará. 

_ Prométeme, que no dejarás que me duela._ 

¿ De qué hablas?._ 

_ Sabes de lo que hablo _ 

_ Te lo prometo._ 

Después de ese día los tratamientos comenzaron

Sara se quedó dormida y me fui al local de Jacob 

_ Saben que Sara está muriendo?_ 

Les pregunté, con un poco de irá. 

Desamarre a la madre. 

_ Levántate._ 

Ella estaba débil y sin fuerza 

_ ¿Qué me vas a hacer?_ 

_ Dígame usted disfruto ver llorar y sufrir a su hija.?_ 

_ Yo…_ 

La puerta se abre y entran varios hombres al lugar. 

_ Le presento a mis amigos._ Dijo con una sonrisa. 

Los hombres parecían rudos y llenos de tatuajes, los conocí en las carreras. 

Unos eran asesinos y golpeadores, no eran muy buenas compañías pero quería darles una prueba de su propia medicina. 

_ Por que no se divierten un momento. _ 

Salí del lugar y vi las estrellas. 

Adentro se escuchaban gritos, la señora no paraba de gritar, que no que pararan. 

“En serio no veremos eso.” 

_ Dónde te metiste._ 

“dentro de ti, idiota.” 

_ Jeje, si verdad, Sara está muy mal._

“lo se.”

Entre de nuevo la mujer estaba tirada en el suelo, con algunos golpes y su ropa desgarrada. 

El tío no estaba, se lo habían llevado a un rincón. 

Les di la orden a los hombres que abusaron de él. 

Después de un rato volvieron los hombres se acomodaban la ropa y salieron sin decir nada arrojaron al tío al suelo. 

El papá estaba en shock ya que el vio todo aunque no lo tocaron. 

_ Eres un maldito._ Dijo la mujer tratando de acomodar su ropa. 

Me acerqué a la señora y la senté en el suelo, puse mis manos en sus hombros. 

_ Sara no merecía lo que usted permitió, usted se merece eso y más!_ 

Me alejé de su oído y tomó un palo que estaba en el suelo. Lo parto por la mitad. 

Me puse a la altura de la señora 

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