ME VIENES A COBRAR SER EL PRIMERO.

Narrador: en las oficinas del grupo de tecnología AlFA, Jorge Montés tenía a Johana Salazar sentada en su regazo mientras él trabajaba sin prestarle atención, pero su paz se vio alterada por el ruido de unos tacones y la voz de su asistente Daniel tratando de impedir que la mujer entrará esa era Luna Montiel.

Daniel: señorita por favor espere no puede entrar.

Luna: a casó tu me vas a detener.

Daniel: no, pero el señor Jorge está ocupado.

Luna: quítate.

Narrador: Luna miro a los ojos a Daniel quien sintió miedo al ver a estar mujer el sabía quien era y hoy por fin sabía que los rumores eran ciertos, Luna inclino la mirada y el se hizo aun lado entrando ala oficina vio directo al hombre quien la miraba frío e indiferente.

Luna: fuera.

Johana: disculpa.

Luna: eres sorda.

Johana: Jorge mira esta mujer.

Jorge: has lo que ella dice.

Johana: está bien solo por qué tu me lo dices, aún que tú no sabes con quien te metiste.

Luna: traeme una taza de café, tienes el que me gusta verdad.

Johana: quién te crees, sabes quién soy.

Jorge: al salir dile a Daniel que tiene 10 minutos para conseguir el café, ya que sus gustos y los mios no son los mismos.

Narrador: Johana salió de mala gana jurando que esa mujer se las pagaría una a una, al salir escuchó la conmoción que había en la oficina de Jorge por la mujer que había llegado, informo a Daniel lo que Jorge había dicho al ver qué el corrió se molestó aún más así que presto más atención a lo que las asistentes decían y fue cuando se enteró quién era un escalofrío recorrió su cuerpo ya que ella sabía que no podía darse el lujo de ofender la por qué sería su ruina. En la oficina Luna dejo su abrigo y bolso sobre una silla, rodeo el escritorio para sentarse sobre el, quedando frente a Jorge.

Jorge: Dime qué quieres.

Luna: necesito un favor.

Jorge: vaya, vaya el cisne negro necesita un favor que novedad.

Luna: me vas a escuchar o no.

Jorge: que necesitas.

Luna: que te cases conmigo.

Jorge: por qué aceptaría ese favor especial.

Luna: por qué te conviene tu empresa aún no está cima y el casarte conmigo hará que nadie te moleste.

Jorge: que te da derecho a creer que me puedes mandar.

Narrador: Luna llevaba un vestido corto que dejaba ver todo su encanto, se quitó una zapatilla y con su pie acarició a Jorge en su partes íntimas.

Luna: este me da todos los derechos.

Narrador: Jorge jalo a Luna haciendo la caer montada sobre el, quién comenzó a meter sus manos bajo el vestido, ella pego sus labios a los de el pero tuvieron que separarse ya que ella lo mordió.

Jorge: A caso vienes a cobrar que fui el primero.

Luna: fuiste el primero pero no el último, y no quiero cobrar nada si no te gusta este trato tendré que buscar a otro.

Jorge: dime por qué tengo ser yo, teniendo a muchos.

Luna: por qué eres confiable, necesito aún hombre que pueda crecer conmigo además tiene que ser uno que no me tenga miedo.

Jorge: buscas quien te dome.

Luna: no soy un animal solo necesito a un alfa.

Jorge: tu también eres un alfa y no creo que sea buena idea dos alfas juntos.

Narrador: Jorge se levantó para colocar a Luna en el escritorio mientras ella enroscó sus piernas al rededor de su cintura.

Luna: por eso mismo tu eres el indicado, otro saldría corriendo.

Jorge: no creo que tú familia este de acuerdo.

Luna: lo estarán que dices.

Narrador: ella jugaba a darle besos que no llegaban a sus labios, tocaron la puerta y ellos se soltaron para acomodarse la ropa.

Luna: te veo mañana alas 7 en tu casa, por cierto hace calor así que me voy.

Jorge: se puntual o no tendrás un marido.

Narrador: Luna tomo de nuevo sus cosas y abrió la puerta para salir pero Johana estaba con la charola del café y sin querer lo derramó cayendo este sobre la punta de las zapatillas de Luna quien inclino la cabeza para ver y con una sonrisa vio a Johana.

Luna: limpiarlo.

Johana: perdón, no me di cuenta.

Luna: que estarás limpia mis zapatos.

Johana: si señora.

Luna: muy bien es suficiente aún que tendré que tirarlos la macha del café no salió bien.

Narrador: era la primaria vez que Johana era humillada de está manera, solo pudo bajar la mirada y tragarse sus lágrimas, todos las personas que vieron el acto supieron que esa mujer era cruel como todos decían.

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