ÉL RECLAMO DÉ CLEMENCIA HA MARINA

Marina corría desesperada, quería llegar lo más pronto posible a casa. Aún no podía asimilar la traición y el engaño de Mariano.

Él le había prometido tantas cosas, tenían tantos planes, hasta habían hablado de tener hijos en el futuro.

Cada paso qué daba era cómo si fuera entre miles de espinas era tan doloroso.

Ni siquiera sabía que le iba a decir a su madre doña Clemencia la conocía y sabía que no la dejaría en Paz.

En un momento al cruzar la calle Marina iba totalmente desecha y de repente"""piiiiii"" se escuchó el claxon de un automóvil, Marina sé quedó helada estuvo a punto de ser arrollada.

"- Cuidado niña fíjate cuándo cruces la calle"- le gritó un señor desde otro lado dé la calle.

"- Sii ..sii ..' Lo siento '-" dijo Marina con la voz entrecortada.

Al llegar a casa Marina entró rápidamente, intentando no llamar la atención de su madre pero era inevitable porque al escuchar la puerta rápidamente se acerco.

"- Ya llegaste ¿ dónde estuviste? estas retrasada mira la hora que es"- exclamó Clemencia con cara de molestia.

"- Ya estoy aquí mamá, ire a lavar la ropa "- contesta Marina intentando contener las lágrimas y sin mirar a su madre.

"- Qué te pasa eh ¿por qué estás tan rara?-"

"- Nada mamá estoy bien, me voy a lavar qué se hace tarde.

Marina estaba a punto de irse cuándo dé repente su madre le agarró la muñeca con fuerza y bruscamente le hizo regresar.

"- Haber niña dime qué te pasa, estás muy rara, Seguro ya té botó el tipo bueno para nada con él qué andabas verdad "- lo dijo Clemencia con un tono casi de burla y con una leve sonrisa, burlesca y fingida.

-" Mamá no quiero hablar de eso por favor no sigas preguntando "-lo dijo Marina bajando la mirada, sabía qué su madre la conocía mejor que nadie y si la miraba a los ojos seguro su madre se daría cuenta por lo qué estaba pasando.

"- Es eso ya sabía qué esto pasaría té lo dije, pero no me haces caso los hombres son así solo te usan.. Nadie va a querer estar contigo jamás, mírate estás negra, estás horrible, quién querría estar con una mujer cómo tú"-lo dijo clemencia con resentimiento y lástima y con palabras tan fuertes que sabía qué lastimaban a Marina.

"- Mamá por favor no digas eso me lastimas"- dijo Marina yá con lágrimas rodando por sus mejillas y con la voz tan baja que apenas sé podían escuchar sus palabras.

Doña Clemencia, siempre desde qué ella recordaba la había tratado así toda su vida, fue un infierno vivir al lado de su madre.

Y qué le quedaba solo aguantar no tenía a nadie más. Marina era hija única por lo que le decía su madre, su papá las había abandonado al enterarse qué Clemencia estaba embarazada.

En un momento Clemencia sé transformó lo que le había dicho a Marina no era nada comparado con lo qué venía.

Clemencia empezó a temblar sus ojos se pusieron rojos cómo un demonio, sus facciones se tornaron tensas y se veía el enorme rencor qué le tenía a Marina.

"- !! Tuuuu me destruiste la vida!! tú me quitaste lo qué más amaba en este mundo, yo amaba a tu padre inmensamente teníamos muchos planes juntos era el mejor hombre qué podía haber pero... !!! Tenías qué llegar tú a destruir nuestro amor!!!"-.

Marina al escuchar todo éso nuevamente sintió cómo sí otro cuchillo entrará dé nuevo a su corazón, soltó en llanto desconsoladamente su madre le repetía constantemente ésas palabras.

Siempre la estaba lastimando desde qué era una niña.

Su madre la culpaba del abandono de su padre.

"- Mamá por favor yá no sigas me haces daño"- dijo Marina desconsoladamente y con sus ojos inundados de lágrimas y con sus manos intentando tapar sus oídos.

Clemencia estaba totalmente fuera de sí, era tanto su odió a hacia su hija qué le brotaban lágrimas dé esos ojos rojizos cómo una brasa.

"- Y tú qué sabes de dolor e tú me quitaste lo qué más amaba, lo único que he amado en en estada, !! Si tú no vieras llegado él no sé habría ido y seguiría conmigo!!

Haha pero tenías qué llegar a destruirme, tu fuiste la culpable de qué él sé fuera!!!"-

"- Mamá por favor yá pará -" dijo Marina sin poder soportar mas dejándose caer al piso... yá no podía llorar más había llorado demasiado y sentía que su pecho yá no daba para más, se le empezaba a dificultar el poder respirar.

Pero Clemencia aún no terminaba dé desahogarse, le faltaban las palabras más hirientes aún.

"- !! Sabes cuántas veces intente sacarte de mí, MUCHAS veces!!! no merecías vivir, te debí haber tirado cuándo pude hacerlo, debí arrancarte de mis entrañas y arrebatarte la vida, como tu lo hiciste conmigo!!"- gritó Clemencia sin piedad.

Marina no pudo soportar más dolor y con las fuerzas qué le quedaban sé levantó tambaleando y corrió a su cuarto dejando a su madre aún gritando y maldiciendo.

Marina sé puso detrás de la puerta sentada en el piso cómo ya era costumbre y lloraba sin control.

Estaba acostumbrada a sufrir, pero hoy su dolor era más grande.

Primero se había enterado qué él qué creía el amor de su vida la dejaba por una mujer mayor qué seguramente tenía dinero al juzgar por su apariencia y porté.

Segundo su madre nuevamente la culpó del abandono de su padre.

Era tanto el dolor qué se recostó y llorando se quedó dormida...

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