CAPÍTULO IX: Extraños síntomas

Héctor lo observó con mucha curiosidad, porque  Felipe estaba muy pálido, y obviamente no se sentía muy

bien así que terminó la reunión de inmediato, y Felipe antes de irse del restaurante tuvo que ir al baño a vomitar, la comida porque le cayó muy mal, se lavó la cara y el agua fría le produjo algo de alivio, y  mientras se veía en el espejo se dio cuenta de que Héctor Sánchez que había entrado y lo observaba con curiosidad.

-¿Necesitas ayuda Felipe? - Preguntó Héctor

Felipe negó con la cabeza porque no deseaba causarle más inconvenientes a Héctor, porque se sentía muy avergonzado de lo que hizo su madre

-No se preocupe Sr. Sánchez porque Ya le avisé a alguien para que me venga a buscar.

-Felipe, deberías visitar a un doctor urgentemente.

-Ya agendé una cita en los próximos días, me voy a encargar de este problema, solo se trata de mi gastritis.

Carlos fue a buscar a Felipe porque desde hacía un par de semanas tenía problemas de salud, y esto no era algo anormal porque desde que se conocían y debido a la costumbre de Felipe de ocultar sus sentimientos y que era muy reservado con sus asuntos personales y evitaba hablar de lo que le ocurría debido a ello sufría

serios problemas con su estómago, no era la primera vez que esto ocurría y ambos creían que el malestar de estas últimas semanas debía tratarse de eso.

Carlos y Felipe supusieron que lo que le estaba ocurriendo era algo normal y el motivo se debía a la enorme presión que ejercía Inés sobre él debido a la obtención del nuevo proyecto.

-Felipe si fueras mujer creería que estás embarazada - Dijo Carlos en broma a Felipe

-No es gracioso Carlos.

-En serio tienes los mismos síntomas de una mujer embarazada - Dijo Carlos burlándose de Felipe.

Carlos recordó una de las teorías de su mamá y le pareció muy divertido molestar a su mejor amigo, lo cual era normal hacerse bromas entre ambos.

-Mi madre dice que cuando eso le ocurre a un hombre es porque dejaste embarazada a una mujer y pronto vas a ser padre.

Felipe resopló con fastidio porque le parecía muy molesto el comentario de Carlos, además de que eso era imposible y estaba seguro de que se trataba de su gastritis

-Carlos desde mi adolescencia he sufrido de gastritis y cuando mi madre comienza a presionarme demasiado se pone peor, además de que siempre soy muy cuidadoso cuando estoy con una mujer.

-¿Seguro que siempre has sido cuidadoso Felipe? - Preguntó Carlos con curiosidad

Felipe venía recostado en el asiento del copiloto porque también tenía migraña y entonces recordó algo que pasó por alto debido al problema generado por el escándalo de las fotos, tuvo sexo sin protección con Catalina.

-Mierda - Felipe se llevó las manos a la cabeza.

-¿Qué pasó? - Preguntó Carlos con preocupación

-Necesito hablar con Catalina, aunque le prometí que no la contactaría nunca más, pero ahora tengo dudas sobre lo que pasó ese día.

-Sabes que solo estoy bromeando Felipe, esas son supersticiones de mi mamá - Dijo Carlos divertido al ver a Felipe asustado debido a  sus palabras.

-Yo no estoy bromeando al respecto, espero que solo sean supersticiones.

Mientras estuvo disfrutando de sus vacaciones, Catalina tenía mucho apetito, lo cual era diferente a sus hábitos alimenticios porque ella desde pequeña siempre fue difícil con la comida, en este momento le provocaba comer de todo y se sentía preocupada de que pudiera ganar mucho peso, este cambio se lo atribuyó al estrés de todo lo ocurrido los días previos, primero descubrió el engaño de Julio, luego la aventura de una noche con Felipe, lo cual generó el incidente de las fotos privadas en las redes sociales, despertar la ira de su papá y eso la aterraba, ya que debido a que siempre fue una persona sobreprotegida por su familia se sentía abrumada por tantos eventos ocurridos a la vez.

Catalina disfrutó sus días de vacaciones en medio de un paisaje tropical comiendo una gran cantidad de comida deliciosa que normalmente no era de su gusto y dormía siestas por muchas horas.

Cuando regresó a su casa después de un mes de ausencia, fue recibida con amabilidad por todos, porque a diferencia de Felipe, ella era amada y apreciada por su familia, como era de esperar su gruñón padre ya no estaba molesto con ella, buscó entre su guardarropa el vestuario para el día siguiente y se encontró con la desagradable sorpresa de que su ropa ya no le quedaba bien, porque había aumentado de peso y se sentía incómoda.

-Andrea debo ponerme a dieta - Se quejó Catalina

-¿Por qué?, si te ves muy bien además estabas muy delgada.

-Pero ahora mi ropa no me queda bien.

-Vámonos de compras entonces porque  te ves muy hermosa Cata, y  no sé por qué siempre haces comentarios tan malos sobre ti.

Andrea y Catalina se fueron de compras y gracias a los consejos de Andrea se realizó un cambio de imagen, para sorpresa de Andrea su hermana Catalina estuvo hambrienta en todo momento, lo cual era diferente a su actitud normal porque a ella no le gustaba comer y por eso siempre era muy delgada e incluso solía preocupar a su padre por ese motivo.

-Cata, debes tratar de calmar tu ansiedad, aunque entiendo que has estado muy estresada.

-¿Por qué lo dices Andrea?

-Porque estás comiendo compulsivamente.

-Andrea, no es por compulsión, es que tengo tanta hambre que sino como algo me siento mareada.

-Sería bueno hacerte un chequeo médico.

-Sí, tal vez tengo algún  problema de salud.

-¿Podemos ir al cine?, aún tenemos tiempo, y mañana empiezas a trabajar.

-Lo siento Andrea, pero estoy cansada, probablemente sea el jet lag, además tengo mucho sueño.

-Cata, aún no has querido hablarme sobre lo que ocurrió esa noche.

-Andrea, tú ya sabes lo que pasó y no me siento cómoda hablando sobre el tema.

-¿Acaso Felipe abusó de ti?

-No, por el contrario, fue muy amable, y la experiencia fue maravillosa, pero no me quiero acordar, porque no dejo de pensar que lo hizo para que él y su familia se aprovecharan de mi papá, y eso me hace sentir molesta con toda la situación.

-Felipe no ha sido el único en aprovecharse de papá a expensas de nosotras, por eso  Cata a partir de ahora debemos ser más reservadas con las personas que se nos acercan.

-Entiendo Andrea, a partir de ahora voy a ser más cuidadosa.

-¿Qué va a pasar con Julio?

-Nada ya terminé con él.

Andrea miró de cerca a su hermana y lucía diferente, ella quería preguntarle si Felipe había usado protección esa noche, pero dado que era un mujeriego, probablemente, habría sido cuidadoso, pensó ella, sin embargo, el cambio en los hábitos alimenticios de su hermana le pareció muy sospechoso, no obstante, no sabía cómo preguntarle a Catalina algo tan privado y que ella no se sintiera ofendida, y se dijo a sí misma que tal vez estaba siendo muy paranoica.

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