Me Despido Elegantemente
Catalina Sánchez de 28 años era una chica promedio un poco baja de estatura y delgada, comparaba con su hermana mayor Andrea no era tan destacable, su cabello negro era rizado y muy rebelde, pero en general era bonita lo más destacado de ella eran sus vivaces ojos ámbar, generalmente usaba gafas, pero en ocasiones especiales como el día de hoy llevaba lentes de contacto, Catalina se caracterizaba por su sinceridad y su fuerte carácter, nunca se medía a la hora de hablar y decir lo que pensaba, no obstante, era muy compasiva.
Era viernes por la noche y Catalina se encontraba celebrando la despedida de soltera de su hermana mayor Andrea junto a su grupo de amigas, era poco frecuente que saliera de noche a celebrar desde que se convirtió en madre hace tres años, sin embargo, Andrea se casaría este domingo y ambas hermanas eran muy unidas.
—Pensé que no ibas a venir, Cata —dijo Andrea, con una copa en la mano y brillo en los ojos.
—Sabes que no es fácil. Luis aún es muy pequeño. Pero no podía perderme tu despedida —respondió Catalina.
—¿Cómo hiciste para venir?
—Felipe va a cuidarlo.
—¿Qué? ¿Ese irresponsable? ¿Estás segura de que puede hacerlo bien?
—Eso espero. Él insistió, y no pude decirle que no —dijo Catalina, con una sombra de duda en la voz.
—Es un milagro que la caca quiera cuidar a su hijo —soltó Andrea con sarcasmo. Nunca había ocultado su desprecio por Felipe.
Desde que nació Luis, su padre jamás lo había cuidado, pero ese día Felipe le dijo a Catalina que él cuidaría a Luis mientras ella iba a divertirse con sus amigas.
Andrea siempre había sido una persona extravagante, por lo que contrató a unos strippers para su despedida de soltera, Catalina se sintió motivada entre la música y los tragos.
—Cata, contraté uno especialmente para ti. Estás muy tensa.
—Eres cruel. Estoy a dieta de hombres —bromeó Catalina.
—Ahora que te vas a divorciar e irás de viaje, debes recuperar el tiempo perdido.
Andrea llamó a uno de los chicos y era realmente atractivo cuerpo tonificado y piel trigueña, si Catalina no fuera tan conservadora fácilmente podía caer en la tentación al fin y al cabo Felipe no la amaba, así que ella le solicitaría el divorcio en los próximos días.
—Eres cruel. Estoy a dieta de hombres —bromeó Catalina.
—Ahora que te vas a divorciar e irás de viaje, debes recuperar el tiempo perdido.
Las hermanas rieron y comenzaron a bailar al ritmo de la música estridente mientras tomaban sus bebidas de colores exóticos, los strippers hacían sus bailes sensuales luciendo muy poca ropa, Catalina se divertía mientras le colocaba billetes en la tanga del chico y no notó la cantidad de llamadas perdidas que tenía en su teléfono porque su cartera fue olvidada en la mesa mientras ella bailaba en el escenario junto al grupo de hombres sexis.
Cuando volvieron a la mesa, Catalina revisó su teléfono y descubrió todas las llamadas perdidas hechas por su esposo, y, de inmediato, se sintió preocupada, sabía que era mala idea dejar a Luis con su papá.
—¡Al fin atiendes! —gritó Felipe, alterado.
—¿Qué ocurre?
—Luis fue hospitalizado.
—¿Qué? ¿A qué clínica lo llevaste?
Felipe le dio la dirección. Catalina se despidió de inmediato.
—¿Por qué te vas tan rápido? —preguntó Andrea.
—Luis está hospitalizado.
Andrea se quedó en silencio. Luego, con voz firme:
—Ya decía yo que era demasiado bueno que la caca pudiera cuidarlo. Chicas, se acabó la fiesta.
—Andrea, es tu despedida de soltera.
—¿De qué estás hablando, Catalina? Es mi sobrino.
Catalina manejó a gran velocidad desde el local nocturno hasta la clínica, estacionó en dos puestos y salió corriendo hasta llegar al área de emergencia, donde lo primero que pudo observar fue a Felipe peleando con el pediatra que estaba trabajando en la emergencia, afortunadamente el galeno era un conocido de Catalina así que ella se dirigió al especialista y de esa manera evitó hablar con su esposo.
—Catalina, qué bueno que llegaste. Luis no ha parado de llorar —dijo Julio, con voz firme pero empática.
—¿Qué le pasó a mi hijo, Julio?
—Reacción alérgica. Está estable, pero fue fuerte.
Catalina giró hacia Felipe. Sus ojos, antes vivaces, ahora eran cuchillas.
—¿Le diste, maní, Felipe? ¿Te atreviste?
Felipe bajó la mirada, agobiado, como si recién entendiera el peso de su error.
—Fue un accidente, Catalina. No sabía…
Ella apretó los puños porque estaba frente a Julio, y eso la obligaba a contenerse y no era el momento de gritar, aunque cada célula de su cuerpo lo exigía y se tragó las palabras como quien se traga veneno con elegancia.
Pensó en que pronto este hombre será solo un recuerdo mal digerido, porque el divorcio ya no era una posibilidad sino una urgencia.
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Updated 125 Episodes
Comments
TUVIeja
que mal padre
2024-04-14
0
Karime
como es posible que no sepa la alergia del niño
2023-05-23
3
cuchilla oscura yt
para mi acá empezaron como un poco secos no?
2023-02-23
0