capítulo 12- por fin, tranquilidad

- parece que esa mujer, ya no quiere vivir...

Viktor estaba afilando su espada, mientras que Patrick estaba en el escritorio revisando algunos pendientes, pero el príncipe ya se había enterado de lo que Olga intento hacer el día anterior, además de que los rumores vuelan y en la tarde, ella será llevada fuera de la mansión Volkov, pues el Duque solicitó el divorció.

- Patrick, voy a salir, no necesitó escolta.

- por supuesto alteza, que se divierta.

Patrick se hace una idea a donde piensa ir. En la mansión, el hermano de Olga ha llegado, era un hombre robusto, su expresión era de molestia, pues es una vergüenza tener que ir a recoger a su hermana a la cual están echando de casa por su marido. Dasha estaba en la sala, cuando el aquel hombre entra a ella, pero observa como Dasha nisiquiera se pone de pié para hacerle una reverencia.

- vaya que a mi hermana le faltó educarte.

- yo soy educada, señor, pero solo saludo a los que están en un mejor estatus que el mío.

El hombre aprieta los dientes, pues es claramente una burla hacia su familia que solo son condes.

- tú no estás por encima nuestro, no eres más que una mocosa y las mocosas no heredan títulos.

- el país es gobernador por una emperatriz ¿que le dice que yo, no puede ser Duquesa?

- eres solo una inútil, mal educada, sigue riendo, pero le estamos quitando una fortuna a tus padres.

- Que disfruten esa compensación, veamos cuanto les dura, antes de terminar en la calle.

Dasha sabe perfectamente que la familia de Olga, dependía de la suya, porque están al borde de la ruina, antes de que el hombre siga, llega el Duque y con él, Olga, así que Dasha se pone de pié y se va de esa sala, cerrando la puerta, pronto se escucha como Olga suplica para que el Duque no se divorcie de ella, pero el Duque no piensa ceder, el divorcio es un hecho, sin importar cuanto dinero pierda, total, podrá recuperarlo poco a poco; después de un rato, el hombre saca a rastras a Olga, quien sigue suplicando no la deje, pero la suben al carruaje, para marcharse ya de la mansión, Dasha se acerca a su padre y le sujeta la mano.

- padre, ya encontrarás una esposa que te ame mucho más.

- por el momento, no estoy interesado en eso, vamos, es la hora del té y quiero hacerte compañía.

- claro padre, así puedo decirle todo lo que me dieron de regalos en mi cumpleaños.

Había pasado una semana, ahora todo era tranquilidad en la mansión, pero, desde hace dos días esta sola, pues su padre ha partido al palacio de la emperatriz, tal parece que hay algunos problemas y los nobles de más alto estatus, fueron llamados por el Duque Petrov. Mientras tanto, ella ha comenzado a practicar con la espada y tiene clases de magia, en algo debe ocupar su tiempo, ahora que Olga ha sido echada de la mansión, Lila entra a ayudarla con su vestido, mientras le comenta que el príncipe aviso que vendría a la hora del té a verla.

- no se rinde...

- el príncipe gusta mucho de usted, no sea así.

- Lila, los hombres cambian, somos un par de adolescentes, cuando sea adulto, podría fijarse en alguna otra chica.

- tal vez, pero también podría ser, que su amor sea real y sea a usted a quien ame por siempre.

Dasha se queda callada, recordando lo que paso el día de su cumpleaños, donde Viktor nisiquiera se fijo en Zaria, además que hasta donde sabe, ellos no se han visto nuevamente; después de estar lista, baja para ir a sus clases de magia, en lo que llega la hora de que Viktor haga su acto de presencia. Al bajar ve a las doncellas platicando y se ven algo nerviosas, pero al verla, se quedan en silencio y hacen una reverencia.

- ¿sucede algo? ¿Mi padre esta bien?

- no es nada princesa, todo esta bien con su padre.

- bien, vayan, no se entretengan más o no acabarán.

Las doncellas se disculpan y continúan con sus actividades, pero Lila parece igualmente saber algo.

- ¿no me lo dirás, Lila?

- lo que pasa, es que dicen que el día que la señora Olga se marchó, en el camino los asaltaron, la señora...fue asesinada por los bandidos.

- que pena, su familia debe estar desconsolada ¿mi padre lo sabe?

- si, pero creyó que era mejor no decirle, así que por favor, no diga que sabe.

- no te preocupes Lila, no diré nada.

Lila se queda en la puerta, mientras que Dasha entra a una sala, donde la profesora de magia, la espera.

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