Capítulo 4

Hoy era un día muy feliz para Cristian y para Selia, hoy era su cumpleaños, toda la familia estaba reunida, incluso Rafael, quien se había ido a vivir a otro mundo con su amada, estaba con ellos en ese día, la casa estaba llena de vida, incluso amigos de su hermano de aquel otro mundo habían venido a celebrar el cumpleaños de los hermanos.

-  Feliz cumpleaños Cristian, Feliz cumpleaños Selia – los felicito Leila quien las había llevado un pequeño regalo

- Gracias cuñada – contestaron los hermanos al mismo tiempo

- Feliz cumpleaños hermanitos – les dijo Rafael dándoles un abrazo

La fiesta avanzo sin ningún inconveniente, ya que había avanzado la noche antes de partir el pastel, Rafael reunió a toda la familia.

- Los reuní a todos porque aprovechando esta ocasión en la que todos estamos reunidos voy a  hacer un anuncio – Rafael en ese momento tomo la mano de Leila\, su esposa\, y sonrió

- No puede ser\, voy a ser tío – grito Cristian muy emocionado\, y corrió a abrazar a su cuñada

- Cristian nos arruinaste la sorpresa – le dijo Rafael falsamente enojado, ya que sabía que sus hermanos lo conocían muy bien, y si no lo decía Cristian probablemente hubiera sido Selia la que hubiera revelado la noticia

Todos los demás invitados corrieron a felicitar a los nuevo papás, felices de saber que la familia se estaba haciendo más grande, la fiesta continuo entre risas y celebraciones, hasta que llego la hora de partir el pastel, todos disfrutaron del delicioso postre y después uno a uno se fueron retirando a descansar, antes de irse Erick se acercó a Cristian para darle su regalo

- Lamento dártelo hasta ahora\, pero meter un poder elemental a un amuleto es algo difícil\, ya que estos pueden ser muy ambiguos\, pero al fin lo logre – le dijo Erick a Cristian con una sonrisa

- Hermano eres mi héroe – le dijo Cristian a Erick\, dándole un abrazo

- Con este amuleto tendrás el poder del fuego, no solo podrás controlarlo, sino que también serás inmune a el – le dijo Erick al cumpleañero

-  Gracias Erick, eres el mejor – le dijo Cristian, dándole un abrazo nuevamente, después el joven vio a su amigo irse con su hermana, quien era su esposa

Cristian abría la cajita que le había dado Erick, y pudo ver que dentro de ella había un anillo de plata con una jema de color rojo en el centro, el chico sonrió, desde que Erick había llegado a su mundo 5 años atrás, se había convertido en una tradición que Erick le hiciera amuletos mágicos con todo tipo de poderes para que este los usara cuando salían a combatir el crimen a la ciudad, estos tenían corta duración, de solo un par de horas, pero aun así estos regalos lo hacían muy feliz.

Cristian desde donde estaba podía ver como sus dos hermanos habían encontrado el amor de su vida, y realmente se sentía feliz por ellos, pero veces también sentía envidia, preguntándose cuando el encontraría a su media naranja.

- Hacen muy lindas parejas ¿no crees? – le pregunto Miguel a Cristian cuando este aun miraba a sus hermanos irse a sus habitaciones de la mano de sus esposas (os)

- Si muy bonitas – le dijo contesto Cristian

- Y yo sé que tu alma destinada esta por allí\, solo es cuestión de tener paciencia – le dijo Miguel\, a lo que Cristian le sonrió de manera de agradecimiento por sus palabras

Ambos decidieron salir a la terraza de la casa a disfrutar de la noche

- No puedo creer que voy a ser tío – dijo Cristian con una sonrisa

- Y yo abuelo – dijo Miguel\, quien a pesar de ser solo el tío de Erick\, el consideraba a cada uno de los chicos como sus hijos

- No puedo esperar para ver la cara de mi sobrino\, ojala se parezca a su madre – dijo Cristian a modo de burla

Miguel al escucharlo no pudo contener la carcajada, así estuvieron los dos bromeando por un buen tiempo hasta que Miguel vio algo en el cielo

- Mira Cristian una estrella fugaz, porque no le pides un deseo de cumpleaños – dijo Miguel al ver la estrella en el cielo

- Está bien eso hare – le contesto Cristian emocionado\, las estrellas fugaces eran escasas y si veías una había que

aprovechar - “Deseo que mi pareja destinada llegue a mi vida, juro que si ella llega la cuidare con  mi vida y mi única misión será hacerla feliz”

Ese fue el deseo de Cristian, esa noche en su habitación aquella estrella entro por su ventana, esta era un pequeño cometa de color Rojo y se unió al anillo que Cristian tenía en el buro a lado de su cama.

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