Cap. 17 Ayúdame, eres mi hermana.

En el hotel de 5 estrellas Gala hablaba por teléfono con su Tía Leona quien seguía parloteando sobre la vida se sus padres de Gala y que no había visto al maldito en este tiempo.

Gala fué a la habitación de su tío quien ya estaba más cómodo y el sabía lo que le inquietaba, Ismael también había visto a Sefora y agradeció a los cielos que no lo haya reconocido.

Gala mi niña, entra, dime, ¿que te inquieta? _ Ismael se sentó en el mullido sofá de su elegante habitación.

Tío, no entiendo lo que está pasando, mis padres están en la quiebra, Sefora es como un perro en esa empresa y Bruno Dourella tiene el control de todo, ¿qué crees que está pasando? _ Gala frunció el ceño desconcertada, esperaba todo lo contrario.

No lo sé pero averiguaré, pero si te garantizo que Pietro no se acercará a ti si eso depende de mi _ Ismael le dió confianza a Gala que se sintió segura de inmediato.

Al día siguiente Gala se fué con su tío a ver a Leona mientras Sean se ocupaba de los negocios y ambos llegaron al hospital con intenciones de pasar un rato tranquilo pero todo se derrumbó cuando encontraron a Sefora en la puerta de la habitación de Leona.

Leona ya había echado a Sefora varias veces, Sefora le rogaba que la acoja, que en su casa era un martirio como la trataban, no tenía dinero para mudarse pero Leona la rechazó en cuanto descubrió lo que había pasado en realidad, y lo que Sefora había provocado con sus mentiras y calumnias así que solo le quedaba a la desdichada Sefora rogar a su hermana por ayuda sin vergüenza mente.

Gala, hermana, perdóname por favor, yo nunca quise que Pietro te trate así, solo quería asegurarme que se divorcie de ti si es que yo volvía, pero no quise que te haga todo eso _ Sefora hablaba dulcemente, pero el azúcar en sus palabras a Gala le sabían amargas.

No me interesa lo que hayas hecho, no se puede deshacer lo hecho, ya no tiene importancia ahora apártate que quiero ver a mi tia. _ Gala era fría y tenía una sonrisa cordial como si hablara con un extraño.

Gala, Bruno me maltrata mucho, me hace trabajar por casi nada y estoy en la ruina, todo lo decomisa para que devuelva el dinero que tomé de tu cuen… _ pero Gala corrigió la palabra de inmediato.

Que robaste Sefora, la palabra correcta es que robaste a mis espaldas usando mi tarjeta del automático _ Gala la miró con desprecio, Sefora seguía siendo la misma manipuladora que cambia la situación a su favor para no verse perjudicada.

Gala, tienes razón, pero no volverá a pasar, ayúdame por favor, habla con Bruno, dile que no quieres el dinero y que me perdonas tal vez así me deje ir, Gala aun me falta la mitad de ese dinero y no aguanto mas, el me grita y me insulta todo el tiempo, además que también trabajo en las noches como… bueno en sus clubs nocturnos _ Sefora puso unas lágrimas en sus ojos tratando de ablandar a Gala pero no resultó.

Sefora, no me importa lo que te pase, ¿que tiene que ver conmigo?, acaso no fuiste tu quien me pidió que no me meta entre tu y Pietro, bueno, te prometí y te lo voy a cumplir, no me interesa meterme en los asuntos entre tu y Pietro y con respecto a Bruno, no lo conozco, nunca lo vi hasta ahora, no pienso hablar de cosas tan personales con un extraño así que no puedo ayudarte _ Gala enderezó la espalda levantando la barbilla ligeramente para seguir su camino.

Gala, Ayúdame, eres mi hermana, como puedes ser tan cruel y despiadada _ Sefora se arrodillo y sujeto de la pierna a Gala en un acto de desesperación.

Sefora, fuiste tu quien olvidó en esa época que eramos hermanas así que no me culpes por ser despiadado, solo te doy lo que he recibido…..

Con esto Gala se soltó bruscamente del agarre de Sefora quien cayó al piso para ver la fina y erguida espalda de Gala alejarse y entrar a la habitación de Leona seguida por Ismael quien no le dedicó ni una mirada.

Sefora apretó los dientes, tenía que obligar a Gala a que la ayude o le de dinero ya que se veía a leguas que tenía bastante así que empezó a maquinar la forma de sacar ventaja de Gala sea como sea.