Cap. 3 ¿Sigues holgazaneando?

Leona frunció el ceño y antes de reprochar a Pietro entró el médico quien vió la escena confundido.

        ¿Usted es el marido? _ el Doctor Lino cuestionó sin ningún tono de gentileza.

        Si _ Pietro contestó frunciendo el ceño ante la actitud del galeno.

        Bien, ella tiene varios desgarros, además de la ruptura del himen que ya es de por si algo doloroso, ella no puede tener intimidad en al menos un mes y menos de esa forma tan brusca, esta es la receta y pase por la farmacia, la caja está a la salida donde pagará la cuenta y la paciente se quedará esta noche en observación, no vaya a ser que tenga otra hemorragia y usted no se de cuenta _ el galeno habló con la frialdad de un témpano de hielo.

El Doctor se volteó para hablar con la paciente y su conducta fue abismalmente opuesta.

        Dime jovencita, ¿cómo te sientes?, la enfermera me indicó que el sangrado ha cedido y podemos hacerte la cauterización de las heridas, no dolerá mucho lo prometo, pero te ayudará a que el dolor baje, ahora abre la boquita y sostén el termómetro un momento _ el Dr, Lino era un hombre de mediana edad que trataba a Gala como a una niña, con paciencia y cariño.

Esto irritó a Pietro quien había sentido la hostilidad del galeno inmediatamente lo vió y suponía que era por lo que había pasado pero aun así a Pietro tampoco le importaba mucho si Gala era feliz o no.

Al día siguiente Pietro se llevó a Gala a la mansión Gold aun bajo las quejas y maldiciones de Leona y Gala sentía que estaba atrapada en un infierno.

Ese mes recomendado por el médico Gala descansó sin ver casi nunca a Pietro pero quien la torturaba constantemente con sus visitas era Herlinda la madre de su esposo y su suegra.

        Gala, ¿sigues holgazaneando? ¿no te cansas de no hacer nada?,_  Herlinda tenía resentimiento contra las hermanas Roing, además por lo que le habían informado sobre Gala la odiaba más aún.

Gala solo escuchaba en silencio, no sabia que decir, pero la agresión de Herlinda fue aumentando cada día y paso de los insultos a los golpes.

        Gala, esta casa esta un asco, cuando vas a hacer las cosas bien?, debería despedir a la mucama y dejar que lo hagas tú sola para que aprendas a hacer las cosas bien _ Herlinda buscaba cualquier pretexto para molestarla y desquitarse con la joven.

        Tia Herlinda, Zulema ha limpiado la casa bien y yo la he ayudado, así que… _ pero su suegra no la dejo terminar y le dió una bofetada dejando rojo e hinchado su lindo rostro.

        No seas malcriada, Gala es la última vez que me contestas tan altanera _ Herlinda no dejaria que ella levante la cabeza y al finalizar el año pediría que la boten a patadas de la casa que su hijo había comprado, aqui nada era de Gala ni siquiera la ropa que llevaba puesta.

Gala soportó los muchos arranques de ira de Herlinda pero no podía hacer nada más que aguantar, su tía Leona fue enviada al exterior y ella no sabia por que, además sus padres no la defienden, la niña era llevada a la mansión de lo padres de Pietro y su tortura aumentaba, esos días que Pietro viajaba ella se convertirá en la sirvienta de los Dourella, la servidumbre tenía día libre y Herlinda buscaba pretextos para ofenderla o abofetearla.

Después de ese mes Gala estaba preocupada y esperaba ser olvidada por Pietro durante toda su vida pero eso no pasó, al segundo mes Pietro llegó a la casa de noche y con la misma frialdad y disgusto con que trató a Gala y volvería a empezar su pesadilla.

        Gala, ve al cuarto y báñate que me vas a servir esta noche _ Pietro no dijo más y se fue a la habitación dejando a Gala pálida y terriblemente asustada.

Gala corrió hacia la puerta de entrada y quería huir lo más lejos posible pero afuera el guardaespaldas la detuvo y la llevó del brazo a la mansión, Pietro había escuchado la puerta y supuso que quería huir y bajó las escaleras de forma perezosa y tomó a Gala del brazo y la llevó personalmente a la habitación.

Pietro no le dio opción de hacer nada más la botó en la cama y se apresuró en quitarse la ropa mientras Gala pedía y rogaba.

        Pietro por favor, yo no quiero, es doloroso, dejame ir, por favor, te lo ruego… _ las lágrimas de Gala salían como lluvia pero a Pietro no lo conmovía.

        Gala, eres mi esposa, ni siquiera eres una sustituta, solo eres un premio consuelo, tienes obligaciones así que haz tu trabajo _ Pietro le quitó la ropa y la volvió a montar esa noche a pesar de los llantos de Gala y mientras más lloraba y suplicaba Pietro era más rudo con ella.

Así fue que Gala aprendió a no hacer nada, a no llorar, a no quejarse de nada y ni siquiera a sentir deseo, ni a eso tenía derecho y no sabía el por qué.

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