Muy bien, el escuchar que te mataran si hablas o intentas hacer algo es malo, MUY MALO.
No podía asimilar esa información, su cerebro la había abandonado, se sentía en un examen al cuál no había estudiado, su cerebro solo podía procesar la palabra "morir".
El hombre se alejo, al ver su cara solo pudo soltar una carcajada, estaba pálida, sudorosa y su cuerpo no paraba de temblar, le encantaba esa reacción que dejaba en las personas.
Se separó unos pasos para tranquilizarla, de nuevo, muerta no le sirve, decidió hablar un poco.
-Muy bien, suficiente charla por hoy, tengo asuntos más importantes que atender que explicarte el mundo.
Al verla todavía en shock, bufó.
- Podrías, por el amor de Dios, cambiar esa cara? tendré pesadillas con ella.
Al escuchar eso pudo salir del impacto y lo miro a la cara.
Eso lo incómodo, su mirada era triste, no le importaba el haber hecho lo que hizo pero si seguí viendolo con esa mirada acabaría sintiendo.. lastima?
"nah! seguro es que no he comido!."
El miro a su reloj de muñeca.
- Ya es hora del almuerzo, me encargaré de que te lo traigan, te recomiendo bañarte y cambiarte de ropa porque esto - le señala su vestimenta - solo lo usaría una callejera que finge tener clase.
Eso la indignó, ella no lo había elegido.
“Eres un idiota! definitivamente esto es por no ir a la iglesia... Bien, no es el fin del mundo, puedo con esto, solo tengo que intentar escapar de una manera más astuta sin que se de cuenta.. pero tiene razón, necesito bañarme o moriré por bacterias"
Respiró hondo y decidió hablar.
- Bien, me limpiare y cambiaré.
Bien, al menos no respondió con violencia o molestia, eso sorprendió al hombre.
-Bien, me retiro mi amada.
Extendió su mano para poder estrecharla con la de ella.
Miro la mano extendida hacia ella, dudo un poco en tomarla pero finalmente se decidió y la tomo, debía ser complaciente para poder escapar.
- Bien.
El hombre complacido retiro su mano y se encaminó a la puerta, saco su llave y la abrió, antes de salir se voltio a mirarla.
-Por cierto! Las servidumbre es completamente sorda así que no creo que te sirva pedirles ayuda -una sonrisa se dibujo en su cara - así que se buena niña.
finalmente salió de la habitación y cerró la puerta con llave.
En el interior, Elena se daba por vencida, ese sería su primera estrategia, pedir ayuda a quien le diera la comida.
Se quedó unos minutos de pie en el mismo lugar, sus pensamientos daban vueltas.
Pero decidió darse un baño, se encaminó a la puerta que le había indicado el hombre y la abrió, se maravillo con lo que vió, un baño completamente hermoso.
Su mirada comienza a recorrer la habitación.
Al verlo se dió cuenta que era blanco casi en su totalidad, dando una sensación de estar en el cielo, al ver al fondo de la habitación pudo ver qué había unas puertas dobles que daban paso a un balcón pequeño, las puertas abiertas dejaban entrar la luz natural y eso le daba una presencia mágica al baño, pues lo hacía sentir cálido.
Noto que en la pared izquierda destaca por un espejo que cubre la pared casi por completo, eso daba una sensación de espacio, a su derecha estaban dos lavabos de cerámica color crema con incrustaciones doradas, pero su mirada fue directamente a la tina de cerámica que estaba en medio de la habitación, se acercó a ella y pudo ver qué en la posición en la que estaba podía ver por la ventana al mar, la brisa golpeó su cara y ella instintivamente cerro sus ojos, amaba el mar.
Al abrir sus ojos dió una última recorrida al baño.
"Es hermoso.. lastima que sea de un secuestrador"
se acercó a la puerta y la cerró, busco en la habitación una toalla, se percató que había todo lo necesario para limpiarse, productos para el cabello y piel en un estante, la toalla estaba doblada sobre un pequeño mueble de madera.
Se acercó a la bañera y abrió el grifo, sabía usar una gracias a un familiar que tenía dinero y tenía una bañera, claro nada como este baño.
Al llenar la bañera con agua tibia, cerró el grifo y se desvistió.
Al entrar sintió como su cuerpo se relajaba, necesitaba esto.
“Bien, hora del plan.."
pero su mente no podía pensar en uno.
"Mi mamá, mis hermanos... Dios! ¡por favor permíteme verlos de nuevo!"
No pudo aguantar más y sus lágrimas brotaron de sus ojos.
Se sentía frustrada, molesta pero sobretodo asustada, sin saber que hacer.
utilizo los proyectos y limpio su cuerpo, ya no aguantaba estar sucia.
Al pasar el tiempo, se dió cuenta de que sus dedos ya estaban arrugados, salió de la tina y cubrió su cuerpo con la toalla al salir del baño noto que había comida en una charola sobre la cama, al estar en frente y levantar la tapa, vio que había un puré de papas y un filete que se veía delicioso, también un jugo de naranja y una botella de agua.
"Al menos no moriré de hambre hoy"
se acercó a la bata de baño y se la colocó, nuevamente fue por la comida y se dispuso a comerla, tenía hambre y mucha, no dejo ni un bocado.
Bajo la charola de la cama y la puso sobre un escritorio que estaba cerca de la cama, no lo había notado.
Se recostó en la cama y al pasar lo minutos se quedó dormida, su cuerpo no aguanto el cansancio.
Pasaron las horas y despertó al escuchar la puerta abrirse, era el hombre con otra charola, al ver por la ventana vio que ya era de noche.
"¿Cuánto he dormido?"
el hombre cierra la puerta al pasar y se acerca a ella.
-Buenas noches bella durmiente, te he traído la cena, no soy un encanto?.
Su sonrisa era irritante y burlesca.
solo pudo rodar los ojos antes de volver a verlo.
el hombre vio la otra charola sobre el escritorio.
-Bien! Si comiste!, Me preguntaba si harías huelga o algo, me alegro que no.
se acercó a ella y le tendió la charola en la cama.
-Se que lo correcto es cenar en la mesa pero solo por hoy lo harás aquí, tendremos que hablar de muchas cosas pero primero come.
ella se dispuso a comer, no tenía ánimos de contradecirlo o de hacer preguntas.
eso lo sorprendió.
- Definitivamente debes estar cansada, bien, esperaré.
el se sentó en el sofá y se dispuso a esperar mientras la veía.
ella comía de manera tranquila, tenía hambre pero no tanta como en la mañana.
al terminar tapó la charola y la colocó en el escritorio junto a la anterior.
El hombre complacido se acercó a ella y se sentó a su lado, no estaban alejado pero sus cuerpos no llegaban a tocarse.
Ella lo miraba expectante, quería saber lo que pasaría con ella, pues, era lo único que podía hacer por los momentos.
La mirada del hombre se colocó en el rostro de Elena, mientras ella solo podía ver sus propios pies.
- Bien, quiero comenzar diciendo que esté no fue mi primera estrategia, intente conseguir una novia o por lo menos una mujer lo suficientemente útil pero desgraciadamente no querían resignarse a el pago inicial.
Elena escuchaba atentamente, sorprendida por el lenguaje del hombre, no parecía hablar de una relación sino de negocios.
- Entonces, recordé que si no podía hacerlo por las buenas, lo haría por lo monetario, el día de la subasta, no fui por una mujer, en realidad quería una pieza de arte pero al verte supe que serías perfecta para mí plan.
Se recostó en la cama, ella se sorprendió por eso, su mirada se fue directamente a su cara mientras su cuerpo se alejaba del hombre, lo cual no paso desapercibido.
-No te preocupes, no intentaré nada, aunque no lo creas, no me interesas sexualmente.
se sorprendió al escuchar eso.
"me está llamando fea?!"
-Me estás llamando fea?!
su mano fue directamente a su boca, no podía creer que lo había dicho, sus ojos se abrieron en pánico, tal vez ese comentario haría que el intentará algo.
el solo pudo sonreír, ella era divertida para el.
- No me refiero a que seas fea, simplemente que para que esto funcione debemos alejar lo sexual del plan, no quiero que todos se arruine porque te enamoras de mi o algo, no tengo tiempo para esas ridiculeces.
bien, por lo menos sabía que no la violaria, este secuestro cada vez era más extraño.
-Ya definido que no te haré nada sexual, eso no significa que no te tocare y antes que entres en pánico y hagas esa ridícula cara de hace horas -aclaro ya que había visto los indicios de la cara a punto de aparecer - me refiero querida, a qué para parecer una debemos abrazarnos y aparentar, talvez una nalgada, quien sabe.
Una sonrisa apareció en su rostro.
“bien, no me violara pero tendremos contacto físico... moriré de un infarto"
su cara no podía ser más pálida, su corazón latía rápido, tenía preguntas que hacer y debía hacerlas ahora.
-B-bien, entiendo, esto..-tomo aire y se armo de coraje- bien, debo saber que estás planeando, las cosas que debo hacer y cuando.
Para el, ella le parecía curiosa, cómo un libro al cuál la portada te gusta pero no sabes de qué trata.
- Bien, En unos días iremos de visita a la casa de mis padres, ya he mencionado que llevaré a mi novia, allí te pediré matrimonio y ellos verán que es serio, después de unos meses nos casaremos, yo heredó el negocio familiar y tu volveras a tu vida con una muy generosa cantidad de remuneración económica.
Su mente daba vueltas, no podía creer lo que escucho.
decidió no perder tiempo en su mente y habló.
- Entonces, solo debo parecer enamorada de ti, decir que si a tu propuesta, esperar a la boda y después me dejarás ir?... - su voz tenía un tono de esperanza -.
El seguía observando su rostro, definitivamente no era fea, su belleza no era Igual a una modelo pero tenía calidez, sus ojos aunque son negros dan la sensación de amor y cariño, sus labios no tan delgados se veían suaves, su rostro era delgado pero encajaba perfectamente con esa nariz perfecta, muchas mujeres pagarían por tenerla igual, las cajas estaban bien, sin maquillaje o muy formadas, simplemente su rostro daba la sensación de calidez... esa calidez que te da la sensación de bienvenida pero que es peligrosa para alguien como el.
Nego con su cabeza tratando de alejar esos pensamientos, eran negocios y listo.
-Si, básicamente, pero si fallas, no dudaré en deshacerme de ti - con un tono frío termino esa oración-.
ella se asusto un poco pero no podía dejar que el miedo la detuviera.
- entiendo, moriré si fallo - su voz se esforzó mucho para poder terminar la oración- bien... debo saber sobre ti o sobre dónde demonios estoy.
El se volvió a sentar en la cama, el colchón era demasiado cómodo y si seguía recostado se dormiría.
-Me parece bien, mi nombre es Enzo, Enzo De Leone.
“Vaya, que nombre"
Aguanto las ganas de sonreír, no debía jugar con su suerte y solo quería preguntar algo.
- ¿Que significa?.
El solo pudo sonreír.
- Mi nombre a mi parecer es perfecto para mí, significa “el príncipe de sus tierras”.
“Eso explica porque se comporta como un idiota, no le dieron oportunidad con ese nombre "
Debía cambiar de tema si no quería morir por burlarse de su nombre.
-Okay, cuál es tu edad y que haces para vivir?
- Tengo 30 años y si respondiendo a lo otro digamos que me encargo de muchas personas.
- ¿Eres un mafioso?
volvió a tapase la Boca con su mano, debía dejar de decir cosas estúpidas.
- Algo así.
Aclaración solo logro empeorar sus miedos, además de notar lo mayor que era.
- Bien, otros datos inútiles sobre mi que debes saber, mi cumpleaños es el 22 de julio y mi tipo de sangre es A, estamos en Italia y... no diré más cosas por el momento.
Ella memorizo eso datos, si quería vivir debía hacerlo.
-Muy bien, mi Nombre es Elena, tengo 21 años y soy de Venezuela.
sentía que estaba hablando enfrente de la clase para presentarse.
-Bien Elena, hora de dormir, mañana tendremos clases y debes descansar.
-¿Clases? - pregunto extrañada.
- Por supuesto, conocerás a mi familia, debes demostrar buenos modales si quieres que te acepten y por lo que veo tendremos que entrenar mucho.
"maldito... me esta llamando maleducada y ni me conoce"
Pero debía tragarse las palabras groseras si quería que esto funcionará.
- Está bien, entiendo..
el se levanto y ella se recostó en la cama, estaba cansada, se colocó las sábanas y cerró sus ojos, al comenzar a dormirse pudo sentir esperanza.
"Solo debo esforzarme y podré volver a casa... yo puedo hacerlo.."
El se encamino a la puerta y se quedó unos momentos enfrente de ella, se atrevió a mirar por encima de su hombro a la joven mujer en la cama que estaba dormida, era joven, muy bonita y una víctima del destino.
Porque eso era ella, una víctima.
Y por un momento se atrevió a sentir remordimiento.
" Jóven Elena, tal vez en otras circunstancias, usted y yo tendríamos una historia, pero si le digo que al final morirá... esto no funcionará"
Pero duró poco su remordimiento, si quería que funcionará, debía dejar de pensar así.
Después de todo, el era su dueño y ella solo una compra más.
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