Capítulo 1

1ro de enero del año 2022, noche oscura y fría propia de la temporada navideña, en el aire se sienten el olor a pólvora de los millones de cohetes de pirotecnia que han explotado los niños y los no tan niños en sus patios de sus casas o hasta en la calle.

Estoy en mí departamento me acabo de despertar de una pesadilla que era tan real, de esas pesadillas que cuándo despiertas sientes una sensación indescriptible de alivio cuándo te das cuenta que nada fue real.

En el sueño estaba yo, afuera de un pasillo de un edificio de departamentos, delante de mí la puerta blanca con pintura despostillada de madera de un pequeño departamento con el número 104 y debajo de la puerta salía sangre tan roja que el piso blanco no la pudo disimular en absoluto. La imagen fue tan grotesca que me revolvió el estómago, o sería que tenía hambre.

Pero gracias a Dios desperté y todo quedó en un mal sueño.

Y mientras escribo estás lineas he notado que tengo un dolor gigante en la nuca y no se porque, no recuerdo haberme dado un golpe ni nada eso. Que extraño y cómo me duele la cabeza.

Sin más dilación, todo empezó cuándo yo simplemente un día desperté y con un dolor de cabeza semejante al que ahora tengo me incorpore a mí rutinaria vida y entonces me di cuenta o mejor dicho, me ví obligado a ir a trabajar para pagar las cuentas porque ya se me acababa el dinero y en mi alacena no había más que un pan duro y en el refrigerador ni una Coca cola fría había.

Supe por un recordatorio en mí celular que tenía que ir a trabajar porque una alarma me desperto a las siete y media de la mañana, y junto a mí cama estaba un uniforme negro de guardia el cuál examine con mucha curiosidad tenía un gafete en la mesita de noche sobre la cuál estaba también mí celular el que me desperto de mis sueños.

Por esa pequeña identificación pegada a la camisa del uniforme supe que era guardia de Soriana y también ahí decía mí nombre.

Ese 1 de Enero fue cómo si acabará de comenzar de nuevo porque no recordaba que hice el 31 de diciembre ni demasiado más que eso. Mis recuerdos están tan difusos y confusos que cuándo hago esfuerzo por recordar me duele la cabeza.



Tuve que trabajar de guardia en una Soriana porque fue el primer trabajo que encontré y así me pasaba la noche ahí velando, no ganaba gran cosa pero al menos tenía para comer y darme uno que otro gusto. Pero aún así extrañaba algo que no podia recordar, pero que sensación más rara es esa que tenía. Me sentía tan vacío y aburrido de la vida. Igual que un drogadicto sin su droga, cómo un borracho sin alcohol. O cómo un otaku sin entai.

Me sentía aburrido por cosas que no sabía qué eran las que me provocan ese sentimiento, pero supongo que el corazón es sabio y había algo mal con el mio.

Y se lo cursi que se leé eso, pero ya saben que cuándo digo corazón metafóricamente me refiero al alma o espíritu cómo le quieran decir.

Esa era mí representación gráfica;



Hasta que pasó algo que me cambio la vida, en ese momento tenía yo una vida aburrida, monótona, y normal. Me pasaba el día durmiendo y en la noche trabajando de guardia en la Soriana. En mis momentos libres viendo tele o leyendo y jugando con la consola de videojuegos. Y pensando.

! Diablos ! en este momento podría hacer algo mejor que esto, en vez de estar en estás cuatro paredes.

! Pero que torpe soy ! ya empecé el relato y todavía ni me presento, bueno me llamo Dante, no me gusta el aguacate, peso unos 80 kilos de puro músculos y mido 1.80 así que estoy casi en mí peso ideal, ando en mis treintas pero no soy tan maduro cómo parezco o cómo debería serlo.

Además soy alguien de color, de color negro así cómo Samuel L. Jackson.

Parecido aunque también le doy un cierto parecido a Wil Smith pero en buenos tiempos.

Y me veo más o menos así ;



! Bien parecido el tipo !

Está claro que todo esté embrollo paso por culpa de una mujer, fue una noche de miércoles cuándo estaba yo ahí cuidando la puerta en Soriana y todo muy tranquilo. Cómo era comienzos de enero la noche era fría, el cielo nuboso. Por supuesto traía yo el cubre bocas aunque yo soy escéptico en el tema estoy obligado a usarlo en mí trabajo.

En eso cómo a las nueve de la noche llego una mujer muy exuberante tanto que le hubiera querido untar gel antibacterial en toda su anatomía. Pero con hacerlo en su mano me tuve que conformar y cuándo sus ojos me miraron de manera fugaz sobre su cubre bocas de estampado de florecitas (muy tierno por cierto) pude ver qué sus ojos sonreían pícaramente.

En ese momento no supe porque se me hicieron familiares.

Y pasó el momento. Otra vez a la monotonía de mí trabajo. Viendo el ir y venir de gente hasta que llegue la hora de salir, de 9 de la noche a diez y luego tengo que cuidar el interior hasta las seis de la mañana.

! Que aburrido y tedioso es ésto ! Gritaba mí inconciente

Pasaron veinte minutos o menos hasta mire salir de la tienda la figura; Delgada, alta y estilizada de aquella mujer de unos treinta y pico años. A mí parecer la edad ideal en que las mujeres alcanzan su total belleza y también madurez de la vida.

Y pensé para mis adentros.

La próxima vez que la vea le hablaré y la invitare a salir o si no me cortó un testículo si no lo hago.

Pero paso una semana y ya no la volví a ver venir a la tienda gigante y anaranjada.

Una noche que no la esperaba llego y no se porque pero ella noto que mis ojos la miraron a ella entre tanta gente. Pero cuándo se acerco a la puerta antes de cruzar el umbral por el cuál si pasaba sin que yo le dijera algo podría no volverla a ver.

Con voz fuerte pero dulce me dijo:

- Buenas noches.

-Buenas noches. Respondí casi digo buenos días por los nervios pero afortunadamente no lo eche a perder todo y entro a la tienda.

Seguí yo en la normalidad, en mí mundo simple, en mis reglas y viviendo la vida cómo me gusta. Solitario, no tengo amigos ni nada de eso, me pasó mis tiempos libres leyendo y en algún que otro ocio, entretenimiento rayano en lo superficial. En banalidades cómo ver la televisión y escuchar programas radiales que no aportan nada.

Solamente una pizca de diversión o será solamente para romper el silencio.

Y tengo que decirlo, ser soltero me encantaba, me gustaba la simplicidad de vivir bajo mis propias reglas.

Pero un día cuándo estaba ahí de guardia en la Soriana, nunca olvidare ese día que la mire cuándo estaba por ahí, en la zona del estacionamiento reptando de un lado a otro. Cómo pensativa en una cuestión que no podría resolver sóla, entonces cuando llego mí hora de descanso me fui hacia donde estaba ella.

Fui algo sutil pues me puse a una distancia prudente de ella y al poco rato se dio cuenta de mí presencia.

Entonces vi porque se me hacían familiares sus ojos y su mirar, porque ya la conocía, superficialmente. Pues habíamos coincidido en el pasado y fuimos casi vecinos por un tiempo por lo que la veía casi diario, y le decía hola y adiós. Y una que otra platica corta vacía de significado.

No la reconoci con el cubre bocas puesto pero ya decía yo que conocía esos ojos pues los ojos son lo que no cambia en una persona, sin importar cuánto tiempo pase.

Entonces me saludo lo más cálidamente que le salió de sus labios y su cara se veía tan pálida. Cómo si estuviera enferma.

- Creo que tiene Covid. Rezo la voz en mí cabeza.

Tan blanca cómo la leche.



-Hola... Dijo cómo si no estuviera muy segura del significado de esas palabras.

- Buenas noches. Respondí lo más seguro que pude en ese momento de dudas.

- Te veo pensativa.

- Ah sí... si..

-¿Que te pasa?

- Vas a pensar que estoy histérica y no se por dónde empezar

- Por algo se empieza, dime .

- Te lo voy a decir porque me das confianza y nos conocemos hace rato, a lo mejor me puedes ayudar.

Guarde silencio y le hice seña de que siguiera hablando.

- Lo que pasa es que me pasó algo muy raro, y no tengo confianza de ir a la policía, se burlaran de mí. Hace una semana empecé a recibir mensajes raros por el Fakebook y el tipo que me los mando fue un usuario que tenía de nombre de usuario El Asechador y lo que pasa es que me anduvo enviando cosas raras. Por último me mandó un meme que lo descargue para enseñárselo a la policía pero después entre en razón y me di cuenta de que no me harían ningún caso.

Acto siguiente me mostró primero aquel enigmático meme que le mandaron en el Fakebook:



El usuario auto denominado El Acechador usaba este avatar:



Por lo cuál ustedes mismos pueden darse cuenta sólo con eso de un par de cosas.

Que es un pobre diablo y tiene retraso mental seguro.

Reconozco que en ese momento incluso me dio algo de risa ese sujeto, pero después llegaría incluso a asustarme también el rumbo que tomaron las cosas y el horror del que era capaz aquél anticristo.

Entonces me continuo contando que ese miserable que le envío ese meme de verdad le había sentirse insegura, me conto que más que nada porque cómo estaba en la ciudad viviendo sóla. Y aquél ser le provocaba un misterioso terror que no sabía de qué franja de su cerebro venís tal pavor. Cómo si fuera la representación de la maldad aquel sujeto de apariencia cómica.

Sinceramente yo desestime un poco el miedo que abiertamente expreso esa mujer temerosa y casi me arrepiento un poco de haberlo hecho.

Ella me dijo que estaba viviendo en un apartamento aún lado de una gasolinera el cuál supe cuál era de inmediato porque al lado derecho hay un restaurante que suelo visitar porque hacen unas tortas gigantes.

En ese momento lo vi cómo una invitación pero puede ser que sea por mí ego.

Intercambiamos números y parece que contarme un poco de sus penas la hizo sentir mejor y se fue un poco más animada, incluso me sonrió y yo regrese a trabajar con una moral totalmente regenerada.

Porque en ese momento lo que pensaba en mi cabeza fue que había hecho una buena acción ese día y me dió mucho gusto saber que fui de ayuda para alguien.

Pero lo más extraño paso después, exactamente al otro día, fue cuándo me entere por las noticias de algo tan atroz que confieso eso me dolió en las entrañas cómo una puñalada.

Me dolió cómo una patada en los huevos.

Lo qué pasó fue algo que tengo que admitir, no me lo esperaba...

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