Enzo Mancini

Alicia puso un mechón de su cabello detrás de su oreja y entre cerro los ojos

— ay estas horribles gafas no me dejan ver bien

Susurro ella y trato de enfocar su mirada, recorrió a la horrible familia, luego al anciano y su mirada terminó en el hombre junto al anciano.

Ella cerró los ojos y solo quería golpear su cabeza.

"La suerte jamás me favorece es injusto, injusto, porque él, voy a morir. Si, ya veo mi espíritu viendo mi cuerpo como es enterrado, escribiré mi testamento en este momento, si lo escribiré".

"Yo dejo toda mi desgracia a la imbécil de Chanele, para que todo le vaya mal como me iba a mí, a la horrible Amanda la dejo mi mala visión, para que tenga que utilizar unas gafas más grandes que las mías y estas aplasten su nariz operada y al tonto desgraciado de mi padre le dejaré la suerte de sufrir sin dinero por él resto de su vida, me despido ahora"

Alicia miró de nuevo a ebzo, pero este ni siquiera miró hacia ella.

Sus ojos brillaron

— ¿no me reconoció? si, no me reconoció

Alicia estaba saltando dentro de su mente, sin embargo, su rostro estaba tranquilo.

— eres una muy buena niña ven y siéntate, déjame verte.

El maestro de los Mancini la miró con ojos cariñosos.

Ella miró a su alrededor y solamente había un asiento entre el maestro Mancini y Enzo, ella suspiró y camino para sentarse entre las dos personas, ella tomó asiento y movió su cuerpo un poco para poder sentarse cómodamente, esta acción de ella irrito a Enzo, él solo había ido para darle cara a su abuelo, sin embargo, está mujer.

el suspiro y aguanto el no estrangular a la mujer hasta matarla.

Alicia miró al anciano y sonríe

— saludos al maestro de los Mancini

— ja, ja ja, ja eres una muy buena niña además de linda, seremos familia en el futuro, puedes llamarme abuelo.

Ella sintió un viento frío recorrer por su espalda, no hacía falta decir que Enzo la estaba observando, queriendo matarla

— a, ja, claro abu... Abuelo

El anciano Mancini soltó una carcajada, le gustaba mucho esta nuera.

— Este chico apestoso, es un poco frío, pero no es una mala persona

"no es una mala persona, ja el bastardo hizo que perdiera mi trabajo, además me golpeó"

— ya veo, entiendo al abuelo.

Ambos continuaron hablando olvidándose de los demás que estaban en la mesa.

Chanele miró a Enzo y sus ojos estaban llenos de deseo y desilusión, si solo no fuera gay no dejaría que la estúpida de Alicia se casara con él.

Los ojos de Enzo se enfriaron aún más al ver a chanele, le parecía muy repugnante la mirada que dirigió a él.

— presidente Mancini

Dice Amanda atrayendo la mirada de Enzo hacia ella misma, al ver ese hermoso rostro ella se sonrojó un poco y hablo un poco coqueta

— aunque nuestra Alicia es un poco... bueno ya sabes, será una buena esposa, algunas veces es desobediente y molesta a su hermana, por cosas insignificantes, a su hermana no le importa y la quiere mucho, es un poco celosa y de mal genio, por favor haga feliz a nuestra Alicia

Al escuchar lo que dijo su madrastra ella puso los ojos en blanco dentro de sí.

Pero de hecho eso era lo que Alicia quería, que este hombre frente a ella no quisiera el matrimonio.

Ella se giró enojada y colaboro con su madrastra

— Como puedes decir eso de mí, en serio ¿quieres que me casé? O quieres que se cancele el compromiso.

La sala estaba en completo silencio, ella pensó que era por su repentino arrebato, quien diría que chanele cubriría su sonrisa con su mano y diría con pesar.

— hermana sé que estás enojada, sin embargo, no puedes desquitarse con el presidente, como pudiste tirarle el vino encima.

Ella puso cara de desconcierto

— ¿que, yo que?

Ella se giró hacia Enzo y miró que su ropa estaba hecha un desastre, manchada de vino.

"Tragame tierra"

Resulta que cuando se giró movió la mano de Enzo con la que sostenía la coma y está se regó sobre él.

Las venas de la frente de Enzo se mostraron bruscamente y la ira ya no se podía ocultar.

— ¡usted!

Su voz era más fría que un temprano de hielo, Alicia lo interrumpe y toma la servilleta y trata de secarlo

— lo siento yo no quería, yo...

Antes de que ella pudiera tocarlo, Enzo tomó fuerte su muñeca y la miró enojado, sus hermosos ojos color miel estaban temblando un poco, ella mordió su labio mientras lo miraba.