Capitulo 5

El hombre cerró la puerta.

Estaba muy asustada, pero no podía quedarme quieta sin hacer nada. Aunque lo único que logre hacer era que cayéramos al piso y que él estuviera sobre mí. Deslizó su mano sobre mi rostro acariciándome suavemente, luego me beso en el cuello y no sé detuvo ahí, él seguía bajando. Yo creé una oportunidad y lo golpeé bien fuerte en la entre pierna (no sé ¿el cómo? Pero lo logré). Él se volteó a un lado de mí quedando acurrucado, sosteniendo sus partes, como sí con eso aliviara el dolor. Me arrastré hasta la puerta, ya que no tenía las fuerzas necesarias para pararme, (el miedo me jugaba en contra).  Tiro de mi cabello para retenerme, grité del dolor,  pero forcé más con tal de librarme de él. No me importo que en sus manos quedara un gran mechón de mi cabello, abrí la puerta y salí corriendo.

No pare hasta llegar a una plaza, donde me escondí detrás de un banco de cemento. Me senté en el suelo, a un extremo mirando a la izquierda viendo si él me siguió y dando la espalda al otro extremo. Fue entonces cuando sentí que alguien choco su espalda con la mía. Los dos nos exaltamos y nos enfrentamos, mirándonos con detenimiento.

Al ver a ese pequeño niño que se encontraba frente a mí pensé _ «Él es igual a mí... Y yo soy igual a él»

Tenía el pelo despeinado y un que otro pasto en su cabeza. Su ropa era de marca aunque ahora sé encontraba rota, desgastada, con polvo (como si lo hubieran revolcado en el suelo). Se notaban los moretones y la sangre.

Al tranquilizarnos, dejamos de mirarnos, agachamos nuestras cabezas y cubrimos nuestros rostros para llorar.

Luego de un rato levantamos la mirada y nos encontramos, después no reímos por nuestra apariencia.

_ Soy Azul …

Presente

No sé por qué, creo que fue como un sexto sentido, que me dijo que todo saldría mal en este lugar ( por alguna extraña razón jhey me miraba de manera siniestra, tal como Saimon lo hace cuando juega conmigo) y no era que quisiera exagerar, así lo sentía y al parecer no me equivoqué...

En la realidad del momento yo era el foco de atención, y no porque brillara, más bien era como una presa para tiburones que tenían los dientes muy afilados (listos para criticarme). No era sorpresa que la señora de la mesa me mirara de pie a cabeza, por lo menos no le acompañó el pequeño giro de la cabeza hacia un costado levantando el mentón y tirando la pequeña risa como dejando salir su superioridad, eso lo había hecho la mayoría en el salón. Papá seguía buscando un poso para esconderse dentro de él.

Además esa mesa no estaba ni cerca de hacerme sentir tranquila, sabía de que se trataba y no era por mi, yo era lo de menos. Esta era la situación, dos chicas y en el medio un chico, en frente de ellos, los padres del chico. La verdad era una zona bastante peligrosa.

_Discúlpenme_ dije agarrando mi teléfono y señalando como si me estuvieran llamando. _ es mi compañera del trabajo de ciencias _ le susurré a mi padre.

Él me miró y asintió para que me pudiera retirar.

Al salir del salón, cerré la puerta, y detrás de ella suspiré dejando salir todo el oxígeno que pudiese contener mi cuerpo. _ ¿Por qué yo? _ dejé escapar esas palabras como si las hubiera estado reteniendo desde que nací. _ ¿Qué hice para que me torturen así? ¿Por qué no puedo estar en mi casa mirando la tele? Mis doramas :/

Al terminar de soltarme un poco me dirigí hacia el patio en una búsqueda desesperada por el aire. Hipnotizada por el  hermoso jardín, que estaba iluminado con pequeñas luces blancas que hacía en las plantas un microcosmos con sus propias estrellas. Me adentré en el, perdiéndome en lo que podía decir que era un laberinto de arbusto para mí (todo debido a mi inutilidad y mi pésimo sentido direccional). Pero no importaba mucho, ya que esa parte era la menos iluminada y gracias a eso pude contemplar las estrellas verdaderas con más atención. Me senté en el suelo para descansar.

No sé cuando, y ni que tan embobada tenía que estar, para que me diera cuentan tarde de que él estaba a solo centímetros de mí.

_ Tenemos que hablar _ dijo Jhey mirándome con una fuerza intensa en sus ojos, (la primera mirada que pude sostener sin sentirme nerviosa en absoluto.) él me tomó de la muñeca y me jaló con fuerza para que me levantara del suelo.

Él se encontraba frente a mí y no tenía miedo (inclusive levanté mi cabeza con mucha confianza, siempre a la defensiva, para estar a su altura). Seguía sosteniendo mi muñeca y no tenía miedo.

_ A partir de hoy serás mi novia.

_ No quiero. ¿Por qué lo haría?  ¿Estás loco? ¿Qué es lo que fumas?

_ No fue una pregunta, fue una orden.

_¿Quién eres tú para darme órdenes?

_ Lo pondré fácil y mostraré mi carta.

_ Adelante no creo que tengas algo.

_ Tú eres una Asesina... _ mi corazón hizo un latido muy fuerte provocándome un dolor punzante en mi pecho

_ finalmente obtengo toda tu atención.

_ ¿y qué?... Eso era por…

_ No hay razón que valga cuando hay un pez gordo de por medio, los reporteros harán cualquier cosa para hacerlo caer de la cima. ¿Por qué supones que tu papá hizo lo posible para ocultarlo? Las apariencias son lo que más importan sino nuestros padres no tendrían la necesidad de sentarse juntos...

_ Tú sabes por qué lo hice... _ agaché la cabeza, no tenía miedo, estaba muy enojada y avergonzada _ no tiene  gracia que juegues con ello.

_ Yo no juego, yo solo tomo lo que necesito.

_ ahhh... Es como cuando eras un ratón y te perseguían los gatos, y tuviste que ser un gato más. Ahora te pasa lo mismo solamente que eres un gato asustado, que es perseguido por dos ratones ¿verdad?

_ja ja_ rio muy falsamente _ En primera: no estoy asustado. Y en segunda: No hay salida de esta, no busques explicaciones. Es un sí o un sí...

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