Capítulo # 12

Bella miraba en su computadora las estadísticas del último comercial que su agencia había lanzado, cuando escucho que tocaron la puerta de su oficina.

- Adelante. - dijo, la puerta se abrió y dejo ver a Robert con un ramo de rosas en las manos.

- Hola.- saludo, la chica lo miro sorprendida.

- H.. Hola, ¿Qué haces aquí? - cuestionó.

- Quería verte, traerte esto. - explicó señalando el ramo. - Eh invitarte a comer. - término.

- Okay, sí. - respondió y sonrío. - Dame un minuto y guardó este archivo. Pero siéntate. - dijo señalando la silla en frente de ella. - Robert tomo asiento y espero a que ella terminara con la computadora. - ¡Listo! - dijo segundos después, se colocó de pie y Robert hizo lo mismo. ella se acercó a él, quién le ofreció las flores.

- Gracias, están hermosas. - dijo mientras las tomaba. - Le diré a Natalia que las coloque en agua.

Ambos salieron de la oficina, al estar en el lobby se encontraron con Ariana, quién sonrió y le guiño un ojo a su amiga.

- Iba a invitarte a comer, pero veo que tienes una mejor compañía. - hablo, lo que causó que Bella se sonrojara. - Invitaré a Natalia entonces. - dijo y camino hacia la secretaria. Ellos dos sonrieron y caminaron hacía el ascensor

Media hora después, estaban en el restaurante esperando a que le sirvieran lo que ya habían pedido. durante el trayecto al restaurante hablaron de cómo les había ido en lo que llevaba el día, pero no habían tocado el tema de lo sucedido la noche anterior, lo cual Bella agradecía infinitamente, no sabía cómo manejar aquello, lo dicho por Ariana rondaba en su cabeza, su amiga le había dicho que había sido una tonta por rechazar, ( o más bien por dejar en pausa la propuesta de Robert) y eso la había dejado confundida, pues ella estaba segura que había hecho lo correcto.

- ¿Bella? - escucho que alguien mencionaba su nombre, sacando la de sus pensamientos. Ella vio a la persona que la llamada y rodó los ojos al darse cuenta que se trataba de su prima Tiffany. - ¡Ah querida prima, que gusto verte! - exclamó la pelirroja efusivamente, Bella la miro extrañaba por eso, ya que su prima solo actuaba así cuando estaban enfrente de sus padres, pero ellos no estaban. la pelirroja de ojos verdes quiso darle un beso en la mejilla pero está la aparto.

- ¿Qué quieres Tiffany? - cuestionó.

La pelirroja frunció el ceño. - !Ay prima No seas grosera, ¿Qué va a pensar tu amigo? - dijo y miro a Robert, coqueta, entonces Bella entiendo porque actuaba así. - ¿ Y no me lo presentas? - cuestionó sin quitar la mirada de Robert.

¿Qué hacía un hombre como ese con la gorda de su prima? los vio llegar muy sonriente y la curiosidad la mataba, Sería un vividor igual que el Lincon, no, el tipo no parecía un bueno para nada, bestia ropa fina, además un hombre con ese porte no necesitaba de ninguna mujer que lo mantuviera, ¡Dios esta demaciado guapo! seguramente era algún cliente de la tonta agencia de publicidad de su prima.

Mientras Tiffany miraba al hombre coqueta, él solo miraba a Bella, a simple vista se le notaba que la chica, la cual era su prima no le caía bien, y el supo que esta mujer fue con la que su ex novio le había hecho infiel y la que le había dicho aquellas palabras hirientes. Miro de soslayo a la chica, era un poco más baja que Bella, de contextura muy delgada, nada saludable, Pues podría jurar que pesaba unos 47 kg y tal vez media 1. 65 lo cual definitivamente no era bueno, la chica Tenía el cabello de un rojo más intenso que el de Bella, liso, que le llegaba un poco más bajo de los hombros, tenía los ojos verdes, debe admitir que tenía un rostro muy bonito, pero la chica irradiaba hipocresía.

- ¿Entonces prima no me vas a presentar a tu... cliente? - dijo y ambos la miraron extrañados.

- Soy Robert Henderson, no soy ningún cliente de Bella, soy un muy buen amigo por ahora, Por qué aspiro y espero, pronto ser algo más. - dijo y miro a Bella, la cual abrió los ojos al escucharlo.

- ¡Ay, que bromista eres? - exclamó Tiffany , él no podía estar hablando enserio, un hombre como ese no sé fijaría en la gorda asquerosa de su prima.

- No, entiendo que le causa risa señorita?- cuestionó muy serio.

- Tiffany Adams. - respondió ella.

- Muy bien, señorita Tiffany, ¿ No entiendo qué es lo que le causa tanta gracia? ¿ O como por qué yo estaría bromeando al decir que pronto espero ser algo más que amigo de esta hermosa mujer que tengo enfrente? - dijo señalando a Bella , la cual se sonrojo.

Tiffany función el ceño y miro a su prima con desagrado. - Bueno, ella es así. - dijo. - Y tu eres, muy guapo.

- ¿Así como? hermosa, inteligente, amable, dulce, Así es como yo veo a Está preciosa chica y me encanta y espero que un día me dé la oportunidad de demostrarle cuánto la puedo hacer feliz. - Bella se mantenía en silencio bajo la intensa mirada y hermosas palabras de Robert, su corazón palpitaba como caballo desbocado en su pecho, y podría asegurar que sus mejillas estaban del color de su cabello, él no dejaba de mirarla y ella tampoco, Tiffany que no podía creer lo que acababa de escuchar, dio media vuelta enojada y se marcho haciendo un pequeño berrinche, lo que causó que ambos reaccionaran.

- Gracias por defenderme y decir todo eso. - dijo con la mirada baja.

- Lo que dije fue verdad, no solo fue para poner en su sitio a esa engreída. - comento.

Ella iba a decir algo, pero en ese momento llego el mesero y entonces no dijo nada, pero sonrió al recordar las palabras de él.

- Llegamos. - hablo Robert interrumpiendo el silencio que se había formado desde que subieron al auto. - Espero que la comida te halla gustado.

- Estuvo deliciosa, gracias por la invitación. - dijo ella y sonrió. Otra vez el silencio se apoderó del lugar, Bella abrió la puerta del pasajero dispuesta a salir, pero volvió a cerrarla, él la miro extrañado, espero a que ella dijera algo, pero la chica se mantenía en silencio.

Bella no sabía cómo expresar lo que sentía, quería decirle que olvidará lo de anoche, ( la parte en qué ella lo rechazaba) y decirle que si aceptaba tener una relación, pero estaba tan avergonzada, se sentía como una adolescente.

- ¿Bella, qué pasa? - le cuestiona él, la chica jugaba con una de sus pulseras, lo cual solo lo hacía cuando estaba nerviosa.

Ella inhaló y exhaló para tranquilizarse. - Quiero decirte algo, pero no sé cómo. - dijo. él asíntio.

- ¿Es algo malo? - cuestiono.

- No.

- Entonces adelante, soy todo oídos para tí. - dijo y mostró esa sexy sonrisa, lo cual hizo que el corazón de Bella se acelerara, sin pensarlo mucho ella se acercó a él y lo beso. Robert se sorprendió, pero enseguida correspondió a aquel beso.

Se detuvieron para llevar oxígeno a sus pulmones y se miraron a los ojos.

- Cambie de opinión. - dijo Bella. - Sí quiero estar contigo.

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