Capítulo 20

Alejandro

Luego que llegaron los cafés, pude notar que Paula estaba muy pensativa, entendí que quizás las cosas las había desencadenado de una forma que fue demasiada presión en ella. Pero también sentía que si no actuaba rápido, ella podia esfumarse para evitar relacionarse y no se encontraría frente a mí, en este momento, ni tampoco podría haber tenido la oportunidad de besarla como lo hice en el salón, fue un momento mágico, nunca me había sentido flotar como con ese beso, sin dudas, y por lo que me hacía sentir, ella era la mujer de mi vida. Volví a tomarle las manos, y logre sacarla de sus pensamientos.

_ Paula, se que quizás te presione mucho, soy así, aprendí a conseguir las cosas presionando, así es como lleve a nuestra empresa a lo más alto, y si bien vos no sos un negocio, si sentí que debía actuar de la misma manera, porque muchas veces creí que te me escapabas de las manos.

_ yo, muchas veces actúo torpe, me olvido de muchas cosas, me tropiezo fácilmente, como me llama Majo, soy una Catrasca (Me rio), seguramente percibías que me escapaba, porque así lo hacía, yo tampoco se manejar las situaciones que se salen de control. Quiero que tengas presente una cosa, soy una mujer que creció en un orfanato, no tuve más amor que el de Majo hasta que llego Carlos, él fue mi primer hombre y único amor y cuando falleció, lo único que me sacó adelante fue Mateo, por el no solo saque fuerzas para seguir viviendo, sino que fue el motor que me llevo a crear nuestra empresa junto a Majo.

_ Tenes una historia muy fuerte, y a pesar de ser una mujer que tiene 11 años menos que yo, has sabido salir de las cosas duras, dificiles mucho mejor que yo, es por eso, que te necesito, sé que al lado tuyo voy a aprender a crecer y ser mejor persona.

Sinceramente, me asombra por todo lo que paso y así y todo, sigue firme, cría a su hijo sola, lleva adelante una empresa, lo único que ruego en este instante es que ella me acepte, la amo, la necesito a mi lado, hace que todo lo que me rodea sea bonito, me da energía.

_ está bien Alejandro, te voy a dar esa oportunidad, lo único que te voy a pedir es que no juegues conmigo, a pesar de hacerme la fuerte, por dentro soy muy sensible.

_ Gracias, gracias Paula, te juro que nunca te voy a defraudar, te amo y lo único que quiero en esta vida es que estés a mi lado.

_ bueno, entonces ahora sí, te permito que digas a todos que soy tu novia, (me sonríe).

_ Bueno, sobre eso… vos no te diste cuenta, pero había algunos paparazzi en la fiesta y nos han sacado fotos juntos, así que no va a ser necesario que se lo diga a todo el mundo, se enteraran por si solos.

_ Ay por Dios!!! Y que pasaba si no te aceptaba tu propuesta?, que vergüenza…

_ Bueno, si me hubieses rechazado, mañana mismo tendríamos que haber salido a desmentir todo, por suerte no va a suceder, sino que lo vamos a confirmar.

_ sí, pero por el momento, voy a tratar que a Mateo esto no lo afecte. Espero que no le digan nada en la escuela. ( Estaba muy preocupada)

_ Quedate tranquila voy a tratar de anular todo. pero porque no se lo decís vos primero, por las dudas.

_ Que le voy a decir, que su mamá sale con un hombre que no es su papá?.

_ Exacto, es eso, por más que dejes pasar el tiempo, es lo que le vas a tener que decir, tarde o temprano.

_ Tenes razón. Bueno me llevarías a casa? Hoy cuando despierte, tendré una charla con él.

_ queres que vaya y lo hablemos juntos? (no tenía experiencia con niños, pero sabía que tenía que empezar a considerarlo, Paula no me aceptaría si yo primero no aceptaba a Mateo)

_ no, prefiero hablar con el primero a solas, luego te presentare como mi novio. Todavía me resulta extraño hablar de que tengo novio…

_ Si, tu novio, me siento privilegiado, que después de tantos años, sea yo quien haya podido entrar en tu corazón.

_ tenemos que ver qué pasa con Mateo, si el te acepta, para mí es muy importante que él lo haga.

_ pues si tengo que pedirle tu mano a Mateo y rogarle a un niño de 4 años a que me acepte, te aseguro que lo hare.

Ella ríe a carcajadas, por primera vez podía disfrutar de su risa, plena, sincera, la hacía más hermosa aun.

_ sabes que tenes una hermosa risa?

Ella se pone colorada, mira hacia afuera por la ventana de la cafetería, veo que se va poniendo incomoda, se nota que no está acostumbrada o no le gusta recibir halagos sobre su persona.

_Bueno, te agradezco por este momento, pero no voy a retenerte más, tu hijo te espera.

_ te lo agradecería. Para mí también fue muy bueno poder hablar y aclarar ciertas cosas, en definitiva Alejandro Alcoser, pusiste patas para arriba mi vida, así que ahora hay que hacerse cargo.

Salimos de ahí, teníamos que caminar apenas unos metros hacia el auto, aproveche para tomar su mano y así hacer el camino. Le abro la puerta, ella sube, me agradece, es tan atenta, luego me subo, ella me mira, yo me quedo mirándola fijo, no quería que ese momento se terminara, aprovecho ese trance y me voy acercando suavemente hacia ella, veo que cierra sus ojos, entonces sin pensarlo, la beso, ella abre sus labios, permitiéndome, beber de ellos y de la profundidad de su boca, es un delicioso momento, mientras la besaba, apoye una de mis manos sobre su pierna, ella no hacia ni decía nada, empecé a subir mi mano acariciándola, hasta llegar cerca de su entrepierna, allí ella se pone rígida, toma mi mano y la aleja de su pierna, me mira apenada.

_ Por favor, vayamos lento, no estoy preparada para algunas cosas aun.

_ Sí, claro, te pido disculpas, esa costumbre mía de apurar las cosas. Nuevamente te presione, lo lamento. ( Me acomodo en mi asiento)

_ no es así, quizás lo que haces es normal, para mí no lo es, también te pido disculpas, entiendo que tenes tus necesidades, así que entendería que termines buscando, ese tipo de compañías… (Baja la cabeza).

_ Paula, ( levanto su rostro para que me mire), ya no soy un adolescente que no sabe controlar sus necesidades, soy un hombre de 40 años, que piensa respetar tus tiempos, no necesito buscar nada por ahí, lo que necesito lo tengo acá enfrente, yo te voy a esperar, todo lo que necesites. Ahora, tranquila, decime tu dirección.

Ella me la indica, yo enciendo el auto y comenzamos el camino hacia su casa.

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