Capitulo 18: Labios unidos

--Tenemos que llamar a Elías

--¿Y tú crees que conteste el teléfono siendo que está en una cena de gala? -pregunta uno de los hombres con obviedad

--Supongo que si le planteamos la situación él venga al instante

--Dios si que eres necio -contesto con un suspiro lleno de frustración- Llamemos a Elías

las pisadas de sus zapatos hicieron eco en la habitación mientras se alejaban para hablarle a Elías

joder, ahora si estoy metida en un gran problema

salí de debajo de la mesa cuando los hombres abandonaron la habitación por completo y tome uno de los tantos cuchillos para defenderme por si acaso

cuando me di media vuelta para regresar a mi escondite me percate de que mis huellas estaban marcadas en el piso con la sangre del charco en el que me encontraba sentada

se me revolvio el estómago nuevamente, pero trate de mantener la postura, no es momento para sentirme mal

busque con la vista algo trapo de tela o una servilleta para limpiarlas, pero al no encontrar nada tuve que tomar la peor decisión de mi vida

me arme de valor y me quite la blusa quedando solamente en sostén, limpié mis huellas y volví a meterme en mi escondite

sujete el cuchillo que había tomado con todas mis fuerzas cuando escuché que los hombres regresaban al lugar

--Te dije que no era buena idea hablarle -comentaron

--Lo sé pero creo que era importante que él supiera del posible infiltrado, digo, después de todo el es el dueño de las cosas que hay aquí

--Tienes un punto -guarda silencio unos segundos - Un muy buen punto

¿Elias es el dueño de todas las cosas que hay en este horripilante sitio?

sabía que Elías era la típica persona que podía matar a un ser humano y no sentir ningún remordimiento, pero nunca imaginé que tuviera una habitación secreta que sirviera como una sala de torturas, y mucho menos imaginé que tuviera fotografías de cada una de las torturas y asesinatos que cometía

mi corazón se detuvo durante unos segundos cuando aquellos hombres se acercaron nuevamente a la mesa donde me encontraba oculta

mi miedo era tanto que tuve que cubrir mi boca para evitar gritar

--¿Para qué carajos me necesitan? -escuche

--Al fin llegas Elías pensé que ...

--Cierra la puta boca James -gruño Elías- Díganme de una maldita vez para que me necesitaban

--Bueno, creemos que hay un infiltrado -respondio uno de los dos hombres

--¿Un infiltrado?, ¿a qué te refieres con eso Leo?

--Antes de bajar encontramos la puerta del lugar abierta, además, la bolsa con el cuerpo del doctor que mataste está desgarrada y la caja con las fotografías estaba sobre la mesa cuánto tú la habías dejado sobre la estantería

--¡Y que mierda hacen ahí parados! -chillo- ¡Deberían haber empezado a buscar a ese supuesto infiltrado mucho antes de que yo llegará !

--Lo siento, queríamos esperarte para que examinarás la situación -trato de explicar James

--¡Joder son tan inútiles que sin mí no funcionan! -exclamo Elías-¡Empiecen a buscar al infiltrado!

antes de que James y Leo puedan decir una sola palabra más Elías se aleja del lugar a toda prisa

--¿Me puedes recordar porque no le hemos asesinado?

--Bueno porque es el mejor mafioso de Estados Unidos y porque es nuestro amigos

--Cierto -le responde - Gracias por recordarmelo

--No hay de qué

--Ahora si, a buscar a ese infiltrado

los dos hombres comenzaron a recorrer toda la habitación desesperadamente al mismo tiempo que lanzaban todas las cosas hacia el piso con fuerza

me estremecí y un miedo increíble recorrió todo mi cuerpo al ver que uno de los hombres se puso en cuclillas y miro por debajo de la mesa descubriendome

--¡Leo la he encontrado! -grita antes de sujetarme del cabello y levantarme del suelo- ¡Es una chica!

un hombre de aspecto delgado y terrorífico se acerca a su compañero quien me mantenía sometida

--Hija de puta --es lo primero que dice al acercarse

su puño derecho se cerró con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos e inmediatamente golpeo en repetidas ocasiones mi vientre haciendo que yo soltará uno que otro grito de dolor y miedo

--Vamos perra, dime qué hacías merodeando por estos sitios -expreso Leo con una mueca de odio

al quedarme callada Leo vuelve a cerrar su puño y golpearme nuevamente en el vientre

joder, sabía que era una pésima idea bajar y aún así baje, ahora estoy pagando las consecuencias

las pisadas de alguien bajando hacia la habitación llaman la atención de James, de Leo e incluso la mía

--¿Encontraron al infiltrado?

al escuchar la voz de Elías levanté la cabeza lentamente y lo mire, pero el no hizo lo mismo, solamente se concentro en su celular

--Asi es Walton -respondio James

--Y de quién se trata -cuestiono sin despegar la vista de su celular

--Es una chica

al decir eso, Elías guardó su celular y me miró

--¿Mia? --se acerca a nosotros

--¿La conoces Elías? -pregunta el hombre que me propicio tremenda golpiza

--Porsupuesto que la conozco, es la madre de mis hijos

Leo y James se quedaron helados al eschar las palabras de Elías

--¿Qué le hicieron idiotas? --los mira con furia

--Nosotros...no sabíamos que ella era la madre de tus hijos -contesto uno

--¡Ni siquiera sabíamos que serías padre!

--Eso fue porque no vinieron a la fiesta que hicimos para anunciar el embarazo par de idiotas -ladro- Ahora, me llevaré a Mia, llamaré al doctor para que la examine, y si ella o los bebés están graves por su culpa les va a ir mal -advirtió

Elias hizo a un lado a su amigo y me tomo de la cintura alejándome de ellos

--¿Tienes fuerzas para caminar? --me pregunto retirando un mechón de cabello de mi cara

yo negué débilmente con la cabeza

--Bien

Elias me carga como su fuera una bebé y yo me pegó a su pecho involuntariamente

--Lo sentimos mucho Elías -escucho antes de que él me sacará de aquel lugar

su caminar es lento, y en ningún momento deja de verme, seguramente preocupado de que cierre los ojos y no los vuelva a abrir nunca más

cuando llegamos a la puerta de mi habitación él la abre sin problema alguno y me deja sobre la cama

--Llamare al doctor -indica antes de darse media vuelta

--Espera --susurre mientras sujetaba la orilla de su abrigo

--¿Qué pasa Mia?

--Quedate conmigo

una sonrisa imposible de ocultar se formó en sus labios, si tan solo supiera que no lo quiero a mi lado para hacerme compañía, solo quiero sacar de mi cabeza tantas dudas que tengo

--¿Por qué lo haces? --pregunte cuando se sentó en la orilla de la cama

--¿Hacer qué? -dijo fingiendo demencia

--Hablo de todas las cosas tan horribles que tienes en esa habitación

--Mira Mia -pone sus manos sobre sus rodillas - A eso me dedico, todo lo que viste en esa habitación es lo que soy

--¿Eres un asesinó? -pregunte aunque ya sabía la respuesta

--Tú sabes perfectamente que si lo soy- afirma

--¿Por qué?

--Haces muchas preguntas pequeña

--Creo que después de todo lo que he visto merezco un par de respuestas -comente

--Tienes razón, pregúntame lo que sea

asentí y me enderece un poco sobre la cama

--¿Eres capaz de matarme si pierdo a lo bebés?

--No -respondio rápidamente

--¿Por qué me golpeabas cuando llegue a este lugar? -interroge de nuevo

--Porque aún no sabía manejar la situación, no tenía claro lo que sentía por ti

--Y que sientes por mí

--Demasiadas cosas Mia -confiesa- Siento por ti tantas cosas que es difícil de explicarlas

su mano dejo de tocar su rodilla y está se posó sobre mi mejilla y la acarició lentamente

sus ojos hicieron contacto con los míos e inmediatamente yo aparte la vista

--Tienes los ojos más bellos que he visto -dice tomando mi barbilla obligandome a verlo- Toda tu eres una hermosa obra de arte

le doy una sonrisa

--Si te pierdo creo que me volveré loco

poco a poco Elías se fue acercando a mi hasta el punto de que ambos podíamos sentir nuestras respiraciones chocar una con la otra

y por primera vez, sus labios se unieron a los míos.

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