Mantenía la vista alejada de la pantalla del monitor en dónde se podían apreciar a dos pequeños bebés por la simple razón de que no soporto verlos ahí dentro de mi
--Te voy a recetar ácido fólico y algunas vitaminas para que no pierdas energías -dice el doctor mientras corta un trozo de servilleta blanca- Puedes limpiarte
tomo la servilleta que me entrega y limpio el gel azul de mi vientre
--En tres semanas regresaré para ver el avance de tu embarazo -indica
--Doctor, ¿puedo hablar con usted? -pregunta Elías
--Claro -responde- Dígame que necesita
--Qusiera hablar a solas -informo con discreción
me levanto de la camilla y bajo mi camisa lentamente
--Retirate -ordena Elías
--Supongo que tiene una duda del embarazo -comento tranquilamente el doctor- Porque no permite que la señorita Parker este presente, tal vez tenga la misma duda
--Yo decidió sobre ella doctor -respondio- Y si quiero que no esté presente no lo estará
--Pero aún así, ella también tiene dudas sobre su embarazo -insistio tratando de convencerlo
--Largate de aquí -me dice con molestia
bajo la mirada y salgo de ese lugar dejando a Elías solo con el doctor
la curiosidad me carcome por dentro, ¿por qué tanta insistencia en que yo no estuviera presente cuando él hablara con el doctor?
no soporto más y me acerco nuevamente a la puerta en dónde pegó mi oído para escuchar de qué hablan los dos hombres
--¿Puede llegar a tener un aborto? -escucho- Usted sabe lo que pasó con las demás chicas cuando quedaron embarazadas
--No lo sé, ese tipo de cosas no se predicen, es incierto
¿un aborto?, ¿de qué demonios están hablando?
--Te preocupas por ella, ¿cierto?
--La verdad si, no quiero que le pase lo mismo que a las otras chicas
¿Elias preocupado por mi?, debo estar soñando, es absurdo que alguien como él se preocupe por mi y más si hace tan solo unas horas atrás intento asesinarme
me alejo de la puerta lentamente y camino de puntillas para no ser escuchada ni descubierta, pero aún así Elías sale antes de que yo entre a mi habitación y me ve escabullendome
--¿Qué haces aquí? -me interroga haciendo que empiece a temblar
--Yo...
--Oye relájate -toma mi mano- Estás temblando, ¿te pasa algo?
creo que es más que obvio lo que me pasa, ¿no?, le tengo MIEDO a Elías
--¿Quieres comer algo? -pregunta- El doctor dijo que es importante que te mantengas nutrida
--No tengo hambre -conteste casi en en un susurro
él suelta mi mano y me da la espalda para después bajar los escalones uno por uno lentamente
en cuanto lo pierdo de vista suelto un suspiro que no sabía que contenía dentro de mí
recargo mi espalda en la pared gris y pongo mi mano sobre mi vientre
--Los odio profundamente -dije con rencor hacia los bebés
por su culpa estoy encadena en este infierno, por su culpa estoy pasando lo que estoy pasando y por su culpa mi vida se jodió completamente
odio a estos bebés como nunca odie a nadie
***
Mi estómago empieza a rugir del hambre que tengo, pero aún así prefiero soportar eso que bajar y encontrarme con Elías de nuevo, además, hoy Sara no ha venido a la habitación como siempre lo hace, tal vez Elías si la despidió después de aquella noche en dónde me ayudó
miro el reloj de la pared, 6:58pm,a esta hora Elías nunca está, ¿cómo lo sé?, bueno, a esa hora Sara siempre viene a visitarme y a platicar conmigo, es el momento perfecto para bajar y comer algo
abro la puerta de la habitación con toda la discreción que pueda para que nadie me escuche salir
cuando entro a la cocina veo a la cocinera quien está cortando un par de verduras
--Buenas tardes señorita Parker -me saluda- ¿Desea algo de comer?
él día que Elia me mostró su mansión le indico a todos los empleados que me tratarán con respeto y que hicieran todo lo que yo pidiera y deseará
--Prepare un poco de pasta -agrega-¿Quiere un poco? ¿o prefiere que le prepare otra cosa? --dice mientras se limpia un poco las manos
--Con la pasta es suficiente -asegure
--Tome asiento, en un momento le llevó su comida
le doy una sonrisa antes de caminar hacia el comedor y sentarme en una de las tantas sillas que hay ahí
Elias puso a mi disposición todo lo que hubiera en esta mansión, pero aún así siento que estar sentada en su comedor no está bien
--Aqui tiene su comida -comento la cocinera mientras delizaba el plato con pasta sobre la mesa marrón - Cualquier cosa que necesite no dude en llamarme
en cuanto la cocinera vuelve a su puesto de trabajo tomo uno de los tantos cubiertos que puso frente a mi y comienzo a comer
--Veo que ya bajaste a comer- escucho a mis espaldas
inmediatamente tomo la servilleta de la mesa y limpio un poco mi boca para luego bajar la mirada al piso de nuevo
--Tenia hambre y...
--Ya te lo había dicho --Elias se sienta a un lado mío- No necesitas mi autorización para bajar a comer
¿quién entiende a este hombre?, la noche que me estaba asfixiando dijo que necesitaba autorización de él para hacer todo, y después dice que no necesitó su autorización para bajar a comer, cada día me confunde más y más
él saca un celular de su bolso delantero del pantalón y comienza a usarlo
--¿Qué haces? -pregunto llena de curiosidad
--Estoy enviando dinero a la cuenta bancaria de tu familia -responde tranquilamente
--¿Dinero a la cuenta bancaria de mi familia? --pregunte confundida
--Es para que a tus hermanos no les falte nada
--No te entiendo -confese
--Estas embarazada de mí, y por eso cada mes se les van a transferí más de 30 mil dólares a tú familia
ahora lo entiendo todo, este era el bien común del que todos hablaban
Elias obtendría lo que tanto deseaba, un hijo, y mientras tanto a mí se me pagaría por estar embarazada, ambos saldríamos beneficiados de todo este desastre
--Ven conmigo -ordeno levantándose de la silla --Te tengo una sorpresa
--"¿Aaso esa sorpresa será mi libertad?" -pense con ilusión
sacudo mi cabeza de un lado a otro sacando ese sueño tan absurdo de mi mente
había estado tan centrada en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Elías y yo subimos las escaleras ni cuándo entramos a una habitación la cual era completamente desconocida para mí
dentro de esta nueva habitación hay un cambiador para bebés, un pequeño clóset, una mesedora rosada y dos cunas, una de color blanco y otra de color amarillo
--¿Qué es esto?
--Es la habitación en dónde nuestros bebés dormirán -se acerca a las cunas lentamente- Yo mismo las pinte, ¿te gustan?
--Si -dije con rapidez- Si me gustan
temía que mi respuesta enfureciera a Elías, por eso dije que si, por miedo, aunque tengo que admitir que las cunas de los bebés están hermosas
sin previo aviso sus manos rodean mi cuerpo y me atraen mas hacia él
Elias me está abrazándo y lo único que puedo hacer es mantenerme rígida
mi nariz queda justo en su pecho, así que puedo inhalar su colonia
su mano se deliza por mi cabello y se detiene en mi espalda, por primera vez siento que él está lleno de remordimiento
¿acaso Elías está cambiando?
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 59 Episodes
Comments
Maigualida Ramirez
será que ella cambia a ese loco enfermo
2025-03-31
0
MariaDoleres Meza Quijano
suerte
2024-08-18
3
Miriam Salinas
Algo esconde Elias y Sara
2024-02-09
4