Cap. 18 Una pintura de una diosa griega.

El Dr. Saul estaba empezando a comprender que pasaba entre esos dos, pero parecía que Aria no se daba cuenta ni de lo que decía, era obvio para el Dr. Que esos dos se habían enamorado pero ninguno identificaba el sentimiento como tal, el hecho de que Damon sea un hombre de naturaleza abstinente y que se haya vuelto un ser erotizado con Aria era el síntoma clásico del amor oculto que explota en deseo y pasión pero en cambio Aria quien había obviado ciertas conductas de Damon antes y ahora no pueda resistirse a él y no pueda explicarlo que le pasaba era clásico en alguien tan tímido como ella que incluso a ella misma se niega sus propios sentimientos por no verse tal cual es.

Pero el Dr. estaba curioso y seguía leyendo el relato de la joven Aria.

Damon había tomado el control de Aria mientras la ponía a su merced en ese momento, Aria solo quería cubrir sus senos desnudos mientras Damon se desabrochaba la camisa sin prisa mirando a su hermosa y dulce presa ruborizarse haciéndolo llegar a niveles insospechados de lujuria, Aria lo había arrebatado hace años y solo el reservado Damon sabía lo que se ocultaba en su corazón.

En la fiesta de 15 años de Aria Demon la vio por primera vez como una señorita y ya no como una niña, y le pareció encantadora pero solo eso, aunque muy pocas mujeres le dejaban esa impresión pero Aria se había robado ese pensamiento de él en el momento que la vio ese día en particular.

Pero lo que sí dejó un torbellino de emociones fue una situación que incluso la misma Aria desconoce.

Hace tres años cuando Damon ya no vivía en la mansión de su familia y se había mudado a su villa fue a ver a su madre para hablar sobre la nueva empresa que se desarrollaría en Ciudad Cielo pero no había nadie en casa.

Aun así se fue a buscar si había alguien ya que solo había una de las encargadas de limpieza que lo dejó entrar pero no había nadie más.

Damon subió las escaleras y escuchó un ruido en una de las habitaciones que era la de Aria, se fue para hablar con ella y saber donde se habían ido todos y fue cuando la vió.

Aria acababa de bañarse y su largo cabello rojo tapaba su fina espalda, el agua que lo humedece lo hacia ver mas intenso en su color y el fondo de su fina espalda blanca le daban el marco perfecto para resaltarlo, el larco cubría sus nalgas y se veían sus delicadas curvas que se desarrollaban haciéndola ver mas mujer además de su hermosa piel como porcelana, Aria estaba desnuda poniendo aceites y cremas a su linda piel.

Damon se quedó petrificado mientras Aria se ponía crema en su sedosa piel y fue cuando hizo un movimiento que se robó el deseo, la conciencia, el cuerpo y el corazón de Damon.

Aria llevó su largo cabello hacia delante dejando ver a la vista su silueta desnuda de su espalda y glúteos, pero lo que más le asombró fueron unas figuras hermosas en cada omóplato en forma de Alas, sus pecas formaban naturalmente unas hermosas y delicadas alas como una angel en la espalda de la dulce Aria, eso la hacia ver mas pura e inocente de lo que ya se veía y Damon estaba erizado completamente ante la vista y fue un tirón de su entrepierna que lo despertó de su ensoñación y admiración.

Damon sintió por primera vez lo que era deseo en su máxima expresión, era deseo puro y lujurioso al extremo de causarle una erección en el acto.

Damon no podía dejar de mirarla y cuando Aria se puso de costado lo dejó totalmente abrumado, su manzana de adán rodó un par de veces, era una pintura del Nacimiento de Venus en vivo y en directo, ella se había metido en su mente y en lo más profundo de sus deseos.

Aria no notó su presencia y Damon se alejó de la puerta entreabierta y se retiró de la casa de su madre con un fuego que lo quemaba por dentro, el fuego parecido a ese hermoso cabello rojo que estaba quemando su interior hasta su piel.

Fue así como Damon estaba loco por Aria pero al mismo tiempo cauteloso, no sabía si lo que paso solo fue una coincidencia o ella lo había hecho a drede buscando usarlo como una venganza contra su prima Roana, pero poco a poco se fue calmando con esta idea al ver que Aria no tenía intenciones de acercarse a él en ningún momento o de llamar su atención de alguna forma.

Él había visto parte de la desnudez de Aria y ahora la tiene tendida en su cama medio desnuda con unas bragas solo para él la imagen es más clara y nítida pero más estimulante y excitante, ella es más dulce y hermosa de lo que recordaba, su hermosa figura había madurado y sus curvas eran más torneadas a pesar que las escondía con ropa holgada, esa Niña Bella era un obra de arte, una pintura de una diosa griega.

Todo en ella lo erotizaba, su dulce aroma, sus hermosos ojos Azules, sus bellas pecas en sus mejillas, no había un ser más puro y sobrenatural para Damon y ese era el motivo por el cual no quería casarse con ella, sabía que no podía reprimirse, era la primera vez que perdía el control por una mujer y ahora esa mujer es su esposa.