No me casare

Fénix llego como las últimas noches abatida, ni Nancy logro convencerla de comer, sus ojeras eran tan obvias que el maquillaje no ayudaba demasiado-

Como un condenado a cadena perpetua camino por el pasillo para encerrarse a llorar, pero Shara estaba parada en la puerta de la que alguna vez fue su habitación disfrutando del paisaje

-Huy hermanita sí que te ves mal-  el tono burlón era tan común para la pelirroja, que solo la ignoro-

-Pero estate tranquila, de seguro el bastardito encuentra mami nueva- y antes de que pudiera darse cuenta. Una bofetada sonora la tiro al piso

-No vuelvas hablar de mi hijo de esa manera- grito Fénix atrayendo la atención de Ronald y Débora que estaba a unas puertas de distancia.

-Zorra como te atreves a tocarme- grito Shara poniéndose de pie aun su mano sostenía su mejilla roja

-Agradece que mi padre le dio un lugar y no lo arrojo a la basura como debería a haber echo contigo hace veintiún años-

Fénix tomo de los cabellos de Shara y la zarandeo de un lado a otro- esto es tu culpa, te odio- gritaba y lloraba la impotencia que sentía la hizo detonar, pero las uñas de Débora se clavaron en sus brazos hasta que soltó a quien por perder estabilidad volvió a besar el suelo.

-Como te atreves, asquerosa inmundicia. Un golpe dio en el rostro blanco de Fénix .

-Papa ella me pego, solo quise saber cómo estaba y ella me golpeo- Shara lloraba en el piso, Ronald miro a Fénix furioso al ver el rostro de su hija menor, el tomo de los brazos y la ayudo a incorporase.

-Tu- dijo furioso acercándose a Fénix que lo veía asustada-

-Ella insultó a mi hijo. Su voz temblando-

-Mentira, eres una perra mentirosa -grito Shara ahora en brazos de su madre, ambas con una sonrisa maliciosa aprovechando que Ronald le daba la espalda-

-Puedes creerme – sus ojos azules se clavaron en los oscuros de su padre, pero lejos de encontrar refugio solo sintió una profunda soledad- no sé porque pierdo mi tiempo- las lágrimas comenzaron a salir, y giro para ir a su cuarto

-Tú no te vas, hasta pedir disculpas – Débora avanzo tomado con fuerza el brazo. Fénix quiso zafarse, pero sus piernas perdieron estabilidad y sin advertir cayo dando el costado de su frente contra el mueble de algarrobo que sostenía un hermoso Jarrón.

Los cristales se desperdigaron por el suelo, Ronald corrió para tomar Fénix, pero esta solo se entregó a la profunda oscuridad.

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Pasaban de las diez de la noche Lucius bajo de su coche, y camino en dirección de la enorme casa que lo vio nacer

-Buenas noches Señor- fue recibido por el mayordomo de la casa un hombre que pasa los cincuenta años.

-Hola viejo, ¿Dónde está mi padre? - saco un cigarrillo y lo encendió

-En el despacho señor-

-Bien has que me lleven un trago-

-Que desea tomar señor- hablo el hombre mayo

-Mmm. Sorpréndeme, pero has un buen trabajo- dos golpes le dio en el hombro y camino en dirección al despacho

Golpeo la puerta varias veces hasta que la voz ronca y oscura le permitió pasar

-Padre, veo que la pasa bien- en su rostro se vea una sonrisa, pero lo único que sentía era nauseas al ver a una jovencita acamándose la ropa para abandonar el lugar.

-Creo que es más joven que yo, mamá lo sabe- se sentó y cruzo las piernas arrogantes

-Déjate de estupideces, lo conseguiste, preguntó cerrando la bragueta

-Tranquilo Taylor movió la primera pieza, estoy seguro que pronto seré el nuevo director-

-Tú crees que el imbécil de tu primo se verá afectado por esa mujer- Tomo una botella de Whisky del bar y se sirvió a gusto-

-Claro, aunque lo niegue hará lo que ella quiere- dio otra pitada al cigarrillo-

-¿Confías en ella?- pregunto molesto dando un trago largo al liquido color café

-Claro que no papá, ella quiere poder al igual que tú, pero lo bueno es que me crie contigo sé cómo manejarla- le guiño el ojo y sonrió arrogante

-Pero que mierdas- el vaso voló en dirección del más joven que lo esquivó con éxito, casi sin perturbarse, su padre siempre fue violento, esto solo era una probadita de lo que era capaz.

-Mira imbécil- el hombre camino y tomo del cuello de su hijo- Será mejor que no se case porque la oportunidad que tienes se ira entre tus manos al igual que el agua- gotas e saliva impactaron en el rostro de Lucius que no se inmuto, solo saco un pañuelo y se limpió.

-Calma papa- se puso de pie y camino hasta la salida- lograre lo que tú no pudiste, aun ocupándote de mí tío- Lucius salió riendo del lugar, aunque lo que más deseaba era el fin de ese viejo.

El mayordomo se encontró con él a medio camino y le ofreció la bebida

-Tómatelo tú, es tu premio por soportarlo tantos años- sonrió y abandono el lugar

-Gracias Señor.

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La mañana siguiente el cielo resplandecía. La primavera es una de la épocas más coloridas en Nueva York, los parques se lucen con diferentes colores, los cerezo del jardín de Brooklyn son los flamantes protagonista de esos meses tan cálidos-

Pero todo esto no parecía importarle a Joshua cuando atravesó la sala de la gran misión de su abuelo.

-Que sorpresa querido nieto, Thomas desayunaba, junto a él estaba Lucius con una amplia sonrisa.

-Buenos días primo-

-Vete a la mierda- dejo escapar enojado-

-Joshua será mejor que te siente y te comportes. La voz dura de Thomas obligo al joven empresario a tomar asiento frente a la risa burlona de su primo.

-Pedí hablar contigo abuelo, y necesito que sea a solas- sus ojos llenos de ira estaban puestos el aquel hombre con quien compartía la misma edad.

-Solo dilo primo, mis labios están sellados. Lucius fingió cerrar sus labios y arrojar la llave

-Bien Josh habla- la voz cortante del viejo Anderson resonó en la sala

-No me casare-  Fue firme y claro

-Es tu última palabra- Thomas lo miro fijamente

-Sí, tu sabes que esta empresa es mi vida y sabes... pero fue interrumpido por la estrepitosa voz del más viejo

-Patrick

Josh levanto la vista y vio cómo su abuelo hablaba por teléfono

-Prepara el traspaso, mañana a primera hora nombrare al nuevo Director general.

-Abuelo tú no puedes- grito levantándose de la silla- es mi vida mi futuro como puedes

-Tu decidiste, no yo, te di a elegir y preferiste abandonar todo, de seguro por esa mujercita tuya, la modelito de una de nuestras marcas

Lucius comía disfrutando del almuerzo y la conversación entretenida

-No hables así de ella, no la conoces-

-El  que no la conoce eres tú, pero si tan ciego esta, bien allí está la puerta, mañana a primera hora te espero en la empresa y allí tendrás la posibilidad de definir tu futro- Thomas tomo la copa de jugo y levantándola en dirección de su nieto la llevo  a sus labios-

-No voy a cambiar de opinión- Joshua se levantó y salió del comedor como alma que lleva el diablo.

-Tu, que tienes que ver con esto- Thomas volteo a ver a su nieto

Lucius limpio sus labios y llevo una de sus manos al pecho- Me ofendes abuelo, el decide abandonarte y ahora es mi culpa, eres muy injusto- trato de fingir estar ofendido-

Thomas sonrió, no por tonto había llegado lejos en el mundo de los negocios, este par no iba a poder con él.

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