Asuntos familiares

El ambiente en la casa Connor se volvió denso casi imposible de respirar, específicamente en el despacho, los sollozos eran incontrolables y el disfruté de aquella mujer que solo sentía desprecio, por la joven que aún estaba arroja en el piso, era inmenso.

-Deja de llorar- grito Ronald caminando hasta el sillón- si quieres a tu hijo ven y siéntate como una dama- con su mentón señalo el sofá frente a él-

Nancy tomo por los hombros a Fénix y la ayudo a incorporase, los tacones de Débora resonaron en los pisos lustrados hasta que se ubicó elegantemente junto a su esposo-

-Lárgate, juntas tus porquerías y lárgate- dejo salir con burla y enojo mirando a la empleada.

-Ya basta Débora, déjate de estupideces, bastante tengo con esto- Ronald miro con desagrado a Fénix que aun lloraba-

-Pero, amor vas desautorizarme frente a esta rata- Débora cruzo las piernas indignadas-

-¿Sabes?- volteo a ver el rostro se su esposa- será mejor que tu también te retires-

-¡¡Ronald!!- grito mirando a su esposo-

-No volveré a repetirlo- mascullo entres dientes, sus ojos se clavaron en su mujer.

-Bien- Débora se puso de pie y salió azotando la puerta.

-Permiso Señor- Nancy agacho la cabeza en reverencia y abandono el lugar-

-¿Seguirás llorando?- la voz fría y cruel solo lleno de odio el cuerpo de Fénix

- No sé qué tanto daño pude hacerte\, para que me odies\, pero nunca podre perdonarte esto-

Por un momento sintió la necesidad de abrazar a su hija, pero los recuerdos constantes del pasado le impidieron dar el paso

-Si quieres ver a tu hijo- fue interrumpido por Fénix

-Tu nieto, aunque lo odies como a mí, es tu nieto- afirmó llorando otra vez-

El hombre trago saliva para recomponerse, si Fénix supiera las veces que se escabulló para acariciar esa cabecita sabría que muy en el fondo le había tomado cariño al niño.

-No tengo tiempo para tu sentimentalismo, si quieres a tu hijo deberás casarte-

-¿Qué? los ojos llorosos se clavaron en aquel rostro inmutable-

-El pequeño está en un orfanato, se encuentra bien cuidado.

-Por favor, por favor devuélveme a mi bebe- Fénix cayó sobre sus rodillas y sus manos fueron los zapatos lustrado de su padre- por lo que más quieras devuélveme a mi bebé- sus lágrimas caían descontroladas, su cabeza estaba inclinada mirando el suelo.

Ronald extendió su mano temblorosa, queriendo acariciarla, pero no pudo y volvió a su lugar-

-Te lo dije, si quieres al niño debes casarte. Volvió a repetir mirando a la nada, no quería ser débil, no podía ser débil, una vez los fue y rompieron cruelmente su corazón.

- Si te molestamos\, si mi presencia te repugna\, bien tomare lo poco que tengo y me iré con mi niño\, juro que no volveré a molestarte\, pero por favor papá\, por favor- Fénix sentía que su corazón dolía\, su garganta se secaba y el dolor punzante era como si una daga cortara sus cuerdas vocales-

-Escúchame bien- Ronald sostuvo, los hombros de su hija para que ella lo mirara.

-Te diré dónde está tu hijo si te casas, de lo contrario será dado en adopción ¿lo entiendes? - sacudió el pequeño cuerpo de su hija como si así podía despertarla de esa pesadilla

-Hare lo que quieras, solo devuélveme a mi bebé

-Podrás tenerlo contigo en un año- sus manos aflojaron el agarre y su espalda toco el respaldo.

-No papa, un año es demasiado el me necesita, por favor. Grito desesperado.

-Fénix te casaras, esto beneficia a la empresa, podrás ver a tu hijo, pero tendrás que ser una buena esposa, no quiero entrarme que tengas problemas con tu marido, tres meses serán de prueba si soporta ese matrimonio sin problemas, me asegurare de sacar al niño de allí, pero tendrás que cumplir al menos un año de lo contrario me asegurare que no lo vuelvas a ver.

-Si papa, aún seguía en suelo como si su cuerpo hubiera perdido toda fuera.

-Luego de secarse las lágrimas, tomo aire y lo dejo salir temerosa en una dolorosa pregunta, como quien solo espera la sentencia ¿Quién será mi esposo?

-Ronald sintió una punzada en el pecho al ver el rostro de tristeza de su hija- Joshua Anderson, no es un hombre fácil, pero si te comportas tendrás tu premio – curvo sus labios en una sonrisa arrogante.

-Lo hare, solo déjame ver a mi niño-

-Lo harás luego de la boda, y será mejor que tu esposo no se entere de esto o no lo volverás a ver- ¿quedo claro? Sus ojos oscuros se clavaron en el inocente rostro

-Lo entendí- susurro con dolor

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Tres días habían pasado, los que serían esposo, estaban tratando de asimilar la noticia a su manera.

Fénix siguió trabajando, tratando de ocupar su mente, pero su cuerpo le recordaba día a día, la distancia con su niño, sus pechos dolían, duras penas logro que su padre aceptara que alguien lleve al niño la leche que lograba sustraerse. Ronald acepto con la condición que el decidiría quien lo haría, de esta manera ella no tendría posibilidad alguna de saber dónde encontrar a su niño.

Por otro lado, Joshua se la paso de bar en bar, de cama en cama, de mujer en mujer, pues Taylor lo dejo plantado más de una vez.

Esta mañana el joven empresario salió de su departamento lujoso ubicado en el centro de Nueva York subió a su Lamborghini rojo y condujo a la empresa escuchando música a todo volumen.

Como todos los días, saludo con su sonrisa ganadora al personal, y se dirigió a su oficina.

-Buenos días Señor Anderson- una hermosa morena siliconada lo esperaba.

-Buenos días Alba, en veinte minutos te quiero en mi oficina- sus cejas se movieron juguetonas y la morena lamio sus labios lujuriosa.

-Como diga jefe.

Se adentró al enorme espacio, dejo sus pertenencias sobre el escritorio y usando el mano libre llamo a su amigo Dorian y colaborador de fiestas alocado.

Camino hasta el gran ventanal que le brindaba una hermosa vista de la jungla de cemento y se sintió poderoso tomo aire y sonrió arrogante.

-Que quieres- la voz adormilada del otro lado. Lo hizo sonreír

-Parece que la pasaste bien hermano- la voz seductora de Joshua resonó.

-Como la mierda, puedes creer que pague sus bebidas toda la noche y luego me abandono vestido y alborotado-

-JAJA- solo a ti te pasa

-Bien dime qué demonios quieres, si llamas a esta hora es por algo-

-Necesito que investigues a mi futura esposa, quiero saber porque mi abuelo insiste en casarme con ella.

No me gusta estar en el aire sin saber de antemano a quien tortura- rio y volteo cuando sintió los tacones de la morena golpear el piso de madera-

Ella se acercó cariñosa y sus manos comenzaron acariciar su pecho para luego descender a sus pantalones, Joshua le guiño un ojo y siguió hablando mientras esta se posicionaba frente a él de rodillas-

-La conocerás en unos días, porque el apuro-

-No jodas has lo que te digo…mmm… escuchaste, se llama Fénix Connor- trago saliva tratando de controlar su cuerpo cuando era violenta y sexualmente tratado por su secretaria

-Bien voy a dejarte, por lo que escucho a ti te va mejor- la llamada termino.

Joshua sostuvo la cabeza de la mujer, que, con entusiasmo hacia su tarea, pero el golpe repentino de la puerta abriéndose los sorprendió

-¡¡Fuera! Grito la rubia con un pequeño vestido y tacones de 12 centímetros.

Joshua sonrió ganador prendiéndose los pantalones. La morena se puso de pie y lo observo esperando su orden

-Sal Alba, muchas gracias- dijo coqueto

La mujer abandono el lugar caminando sensualmente y le regalo una falsa sonrisa a la rubia que la denigro con la mirada.

-Te pasas Joshua, creo que lo único de calidad que llevas a la cama soy yo- afirmo cuando se sentó en el sofá y cruzo sus largas piernas-

-Celosa muñeca- camino para ubicarse junto

-Eso quisiera, pero espero que lo que me entere sea mentira- sus ojos se clavaron en él.

Joshua perdió la sonrisa al igual que las palabras –

-Mierda Josh, es cierto, conmigo no querías casarte, pero ahora de repente. Taylor se puso de pie para salir, pero él sujeto de la cintura apoyando su mentón en los hombros agitados de la rubia-

-Cálmate nena, puedo explicarlo, por favor- lentamente giro a la rubia que tenía los ojos llenos de lágrimas.

-¿Por qué Josh?, siempre eliges a otros antes que a mi

-No es así bebé- ven aquí la sentó sobre sus rodillas

-Mi abuelo insiste que me case al menos un año debo aguantar, pero prometo

-No, no te atrevas la rubia se puso de pie, si quieres volver a tenerme será mejor que desista de este matrimonio, yo no seré plato de segunda- grito molesta

-Taylor mi lugar en la empresa depende de ese matrimonio, por favor entiende.

-Entenderte, Josh dejo que te acueste con medio país, no quieres compromisos porque según tu no sirve, lo acepte, acepte esta absurda manera de tener una relación contigo, pero al parecer te valgo mierdas.

La rubia camino apresuradamente a la salida-

-Hermosa por favor- Joshua estaba desesperado, Taylor por mucho era la mujer que quería a su lado, pero su terquedad los llevo hasta ese lugar.

-Sera mejor que elijas Josh, -

La rubia azoto la puerta, camino molesto hasta el ascensor con lágrimas en los ojos, frente a la mirada atenta de todo el personal. Cuando las puertas de metal se cerraron saco del bolso un espejo, seco sus lágrimas y sonrió.

- Uff las cosas que una debe hacer para tenerlos comiendo de la palma de la mano\, un año y seré dueña de todo.

Mientras tanto en la oficina Joshua arrojo todo lo que estaba en su escritorio.

-¡¡ Carajo!! -grito-

  Tomo el teléfono y llamo a su abuelo para acordar una cita urgente. - Esta vez tomaría las riendas de su vida.

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